5 maneras como WFP responde a la crisis de los migrantes de Venezuela
El desempleo, grupos armados ilegales y una pobreza estructural, especialmente entre comunidades indígenas rurales, afectan a la región fronteriza.
Migrantes provenientes de Venezuela (venezolanos, colombianos retornados y familias mixtas) entraron en masa a Colombia debido a la falta de alimentos, medicinas, seguridad y servicios básicos. Según Migración Colombia, cerca de 1 millón de venezolanos permanecen en Colombia en busca de mejores condiciones de vida.
A solicitud del Gobierno de Colombia, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP) comenzó en abril de 2018 una operación de asistencia humanitaria para enfrentar la crisis migratoria en los departamentos de Arauca, La Guajira y Norte de Santander –en la frontera colombo-venezolana. Recientemente se incluyó el departamento de Nariño, en la frontera con el Ecuador.
Estas son algunas de las acciones que está tomando el WFP para apoyar a las familias de migrantes:
1. Comidas calientes
Los migrantes que pasan por los centros de tránsito tras cruzar la frontera o recurren a los comedores populares, reciben un desayuno y/o un almuerzo. WFP apoya a la Iglesia Católica y a otras organizaciones sociales para brindar las comidas, priorizando a mujeres, niños y niñas, adultos mayores y discapacitados. Actualmente WFP apoya más de 22 comedores comunitarios en los cuatro departamentos. Unas 33.000 personas han recibido comidas calientes desde que inició la operación.
2. Tarjetas pre-pagadas
Familias migrantes que viven en refugios temporales o asentamientos informales están recibiendo tarjetas pre-pagadas valoradas en US$34 (o 96.000 pesos colombianos) que pueden canjear por alimentos y otros artículos de primera necesidad en tiendas locales previamente seleccionadas por WFP. Está prohibida la compra de alcohol, cigarrillos, ropa, papelería y electrodomésticos. A la fecha, unas 19.550 personas han recibido tarjetas pre-pagadas.
3. Apoyo a las comunidades indígenas
Las comunidades indígenas wayúu en La Guajira están acogiendo a un número creciente de migrantes y población indígena retornada desde Venezuela. Estas pequeñas comunidades no están preparadas para manejar o absorber a los recién llegados. En agosto, WFP pondrá en marcha la distribución de asistencia alimentaria de emergencia y promoverá acciones de integración y estabilidad para los migrantes y las familias receptoras.
4. Suplemento nutricional para niños y niñas de entre 6 y 59 meses
Los migrantes son una población altamente vulnerable, en especial los niños y niñas migrantes, quienes corren un alto riesgo de padecer desnutrición y deficiencias de micronutrientes por no comer alimentos nutritivos. Esto puede provocarles desnutrición aguda y enfermedades crónicas. WFP y el Gobierno de Colombia exploran proveer suplementos nutricionales para la niñez migrante. En la entrega de este suplemento se incluyen mujeres embarazadas y lactantes.
5. Apoyo al Programa de Alimentación Escolar en La Guajira
Las comidas escolares pueden satisfacer las necesidades nutricionales de los niños y niñas, especialmente en tiempos de crisis, y ayudarles a que se mantengan asistiendo a clases. En La Guajira, WFP apoyará al Programa de Alimentación Escolar para que aumente su cobertura y proporcione comidas en aquellas escuelas con una alta concentración de niños y niñas migrantes venezolanos y colombianos retornados. Se espera llegar a la meta de entregar 30.000 raciones hasta fin de año, lo que garantizaría también que los estudiantes beneficiados permanezcan en la escuela.
Esta respuesta humanitaria es posible gracias al apoyo del Gobierno de los Estados Unidos de América, del Fondo Rotatorio de Respuesta de Emergencias de la ONU (CERF) y del sector privado, que han proporcionado US$21 millones de los US$43.8 millones que necesita WFP para brindar asistencia alimentaria a la población migrante hasta finales de 2018.