Con un clic las agricultoras venden más

El desarrollo rural requiere de emprendimientos que inviertan en ciencia y tecnología para brindar nuevas herramientas al sector agrícola y ganadero. En la zona Andina de América Latina, hombres y mujeres han tenido un limitado acceso a nuevas tecnologías, limitaciones que se acrecientan si son las mujeres quienes buscan su acceso.

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Los servicios telefónicos y, aún más el Internet, cuentan con múltiples limitaciones en temas de alcance y conectividad. Eso sin mencionar que la mitad de la población cuenta con un “limitante” adicional, su género. Numerosas mujeres carecen de acceso a recursos productivos como la tierra, el crédito o la tecnología, especialmente las jóvenes del medio rural.

Las mujeres agrícolas en la zona rural de la provincia de Imbabura le han dado la vuelta a estas afirmaciones y han aprovechado los recursos tecnológicos que disponen para generar una mayor productividad. En la asociación de pequeños productores “Llacta Pura”, son las mujeres quienes se han adueñado de los medios de comunicación y los medios digitales para coordinar con las más de 350 socias y socios con el fin de expandir sus mercados, incrementando sus ingresos y mejorando sus medios de vida.

Miembros de la asociación Llacta Pura en Imbabura

A través de los miembros más jóvenes de sus familias, estas mujeres han aprendido a manejar las redes sociales, la mensajería instantánea y los teléfonos inteligentes, cambiando la dinámica tradicional de sus hogares en donde inicialmente eran los hombres los únicos con acceso a teléfonos celulares. Ahora, en las ferias escuchas frases como la de María: “ anoten mi teléfono, ya no tienen que llamar a mi esposo”.

Mujeres miembros de las asociación comercializan sus productos en ferias locales

Ella nos comenta que lograron adquirir un teléfono “normal para poder utilizarlo y comunicarme más rápido con mis clientes”, al ahorrar parte de sus ganancias en las ferias comunitarias. Para María, “saber usar la computadora hace la diferencia, quien no la maneja pierde oportunidades de vender sus productos, si solo espera, no le van a llamar siempre”.

En la asociación Llacta Pura, se seleccionó a dos mujeres, María y Miriam, para que apoyen en la organización de los pedidos para la entrega de productos para la alimentación escolar que el Programa Mundial de Alimentos complementa en la zona rural de Imbabura. Para su selección, una de las principales consideraciones era el hecho de manejo de programas de computación como web y Microsoft, ya que el reporte de productos es enviado de manera electrónica.

La innovación no termina aquí, estas mujeres han desarrollado estrategias innovadoras para alcanzar cada vez más mercados y mejorar la coordinación entre sus socias asegurando que cada entrega llegue a tiempo y con la mejor calidad.

“Hemos desarrollado una pagina en Facebook para que los clientes nos puedan contactar con tan solo un clic. Además, el Facebook nos ha permitido organizarnos. Por las noches, que es cuando la señal es buena y la gente está en casa, chateamos con los socios para saber la disponibilidad de productos y coordinar los pedidos”, María, pequeña productora.

Además, el uso de mensajería instantánea como whatsapp les permite ahorrar el dinero que antes gastaban en recargas telefónica. En palabras de las organizadoras de los pedidos y recepción de los productos, “internet acorta tiempo y distancia”.

Agricultora de Imantag

Por lo que, para ellas, el futuro de la producción agrícola familiar está ligado a las nuevas tecnologías, a través de las cuales ven la posibilidad de recibir pedidos para realizar entregas de canastas a domicilio, informar sobre los espacios de feria para tener una mayor afluencia de compradores, así como, para comprar semillas y plántulas para su producción. Ellas forman parte de esta nueva ola de producción sostenible en donde los productos van directamente del productor/a al consumidor/a.

Llacta Pura forma parte de las asociaciones vinculadas al Programa Mundial de Alimentos en Ecuador (WFP) y entrega semanalmente productos frescos y localmente producidos a los centros educativos cercanos a la asociación que a su vez están vinculados a WFP. Y cada quince días, María y Miriam envían el reporte de los productos entregados a WFP quien realiza el pago de estos productos con el apoyo del Gobierno Provincial.

Cabe señalar que las utilidades que han ido descubriendo al uso de la tecnología, va más allá de la publicidad. Antiguamente los períodos de lluvias eran estables, y les permitían organizar sus períodos de siembras y cosechas, pero actualmente, el clima es variable y esto dificulta la planificación de la producción, por lo que ahora buscan a través de la web nuevas prácticas sostenibles y pronósticos climáticos que les permitan sembrar sin tanta incertidumbre.

Historia recogida por: Patricia Natividad, Monitora de Campo del PMA Ecuador

Fotografías y videos: Asociación de pequeños productores Llacta Pura

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