Cosechando triunfos
Un grupo de pequeños agricultores en Guatemala ha crecido hasta llegar a ser proveedores de granos del gobierno.
La Asociación de Productores Agropecuarios de Suchitán -APAS- ha logrado incrementar las ventas de sus productos al fortalecer sus conocimientos de mercado.
Un grupo de agricultores de la Aldea Cuesta del Guayabo de Santa Catarina Mita en Jutiapa con 193 miembros, de los cuales 48 son mujeres y 145 son hombres, han avanzado mucho en el camino para convertirse proveedores formales.
Estableciendo un enlace con un banco para tener fianza, realizando sus propias pruebas del producto, buscando el transporte para la entrega, presentándolo en el tiempo programado y cumpliendo con el contrato establecido; es la formula del éxito que ha seguido APAS para lograr entregar su producto final con los estándares de calidad de grandes empresas.
Para APAS, fue un gran reto y responsabilidad buscar nuevos compradores. Tomando como impulso, el respaldo y acompañamiento que siempre tuvieron por parte del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) decidieron aventurarse en trabajar con sus tiempos y por su cuenta; estableciéndose legalmente como Asociación de Productores Agropecuarios de Suchitán — APAS –.
A la fecha APAS ha ganado dos licitaciones con gobierno, vendiendo 85 toneladas métricas estibadas en bodega; cumpliendo con los términos estandarizados por el gobierno, entregando la calidad que se solicitaba y en el tiempo solicitado. Los productos que APAS cultiva y vende son maíz blanco y frijol negro.
Siempre pensando en el futuro
Al inicio APAS vendía el maíz con intermediarios locales, al mercado municipal y al WFP de forma asociativa y el frijol al mercado local, CHORTIMASA y al WFP igualmente de forma asociativa.
APAS nace con las expectativas de mejores condiciones de vida de todos sus socios y socias al vender sus granos a mejor precio. Además de ser una alternativa para las personas agricultoras de pequeña escala para el mercadeo y comercialización de subproductos agrícolas.
El equipo de WFP clasifica a esta asociación en un nivel autogestionario, es decir con un buen nivel de desarrollo y con la capacidad para co-ejecutar proyectos productivos.
Sus mayores logros han sido ventas a WFP por más de 2,000 toneladas métricas de maíz y 600 toneladas métricas de frijol, mantener estables sus ingresos de las ventas a WFP y a otros compradores luego del retiro de su principal financista y establecer dos convenios: el primero con CONAP para ser administrador del área protegida del volcán Suchitán y el segundo con oenegés para recibir apoyo en proyectos de conservación de recursos naturales y productivos.
Capacitados para el éxito
A través del acompañamiento de WFP, diversas organizaciones de producción de maíz y frijol a pequeña escala, como APAS, lograron mejorar la cantidad y calidad de la producción; redujeron las pérdidas posteriores a la cosecha y aumentaron sus ingresos con la venta de sus excedentes en los mercados formales de granos básicos. Todo esto sin la necesidad de acudir a un intermediario y vendiendo ellos mismos los productos.
Con el proyecto Compras para el Progreso -P4P-, que funcionó de 2013 a 2017, los participantes tuvieron acceso a información amplia con talleres y capacitaciones sobre cómo mejorar productividades, procesos de producción y empaque de los productos finales, manejo de los cultivos postcosecha, acceso a créditos, los mercados: negociación y comercialización, entre otros.
Inicialmente se trabajó con pequeños agricultores en los departamentos de Chiquimula, Zacapa, Jalapa, Jutiapa, Alta Verapaz e Izabal. En 4 años, Compras para el Progreso logró capacitar a más de 16,750 personas agricultoras de 99 organizaciones. A través del fortalecimiento de capacidades, estas organizaciones vendieron al PMA más de 18,300 toneladas de granos y a otros compradores más de 10,400 toneladas.