Empacaron sus vidas en una maleta para un viaje sin destino fijo

Alan y Luis (I.P.)* se vieron forzados a dejar su país y emprender un duro camino al sur, llegando a Ecuador en 13 días.

--

Puente Rumichaca, frontera entre Ecuador y Colombia. Miles de migrantes de Venezuela han cruzado Colombia para llegar a Ecuador y más allá. Foto: WFP/Archivo

Con los ahorros de toda una vida, un par de pantalones y camisetas, una botella de agua y unas galletas, Alan y Luis (I.P.) tomaron sus maletas y se subieron al primer bus que se dirigía al sur sin haberse fijado un destino.

Su decisión se debió a la imperante necesidad de recibir un tratamiento médico para la enfermedad crónica con la que vive Alan.

“En los hospitales no disponían de los medicamentos diarios que debo tomar,” asegura Alan. “Además, el limitado acceso a los alimentos incidía negativamente en mi salud, que cada vez se iba deteriorando, y no tuve otra opción que salir.”

Luis (izq) y Alan en su nuevo hogar en Ecuador. Foto: WFP/Inés López

La mayoría de los venezolanos que han huido de la crisis en los últimos años se han reubicado sobre todo en Colombia, España o Estados Unidos. Las autoridades colombianas informan que cerca de 940.000 venezolanos se encuentran en el país. Debido a la migración masiva, el Gobierno ha solicitado apoyo de las Naciones Unidas.

El éxodo continúa, con un número cada vez mayor de migrantes como Alan y Luis que se dirigen hacia Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Perú. Como miles de migrantes entraban a diario, Ecuador y Perú declararon el estado de emergencia en departamentos fronterizos.

El viaje es largo, agotador y difícil para los migrantes. Entre largas caminatas, buses, camiones y pequeñas mulas mercantiles, Alan y Luis llegaron a Ecuador en 13 días con la única ilusión de tener un plato de comida en su mesa y el medicamento que le permitiera a Alan vivir su vida en plenitud.

Luis comenta que la travesía fue complicada: “Nos asaltaron más de una vez, llevándose todo lo que teníamos. Sin zapatos, con el estómago vacío y las ilusiones rotas, tuvimos que tomar fuerzas y seguir caminando.”

Alan y Luis venden arepas y obleas en la ciudad. Foto: WFP/Inés López

Pero no todo fue negativo porque conocieron a “tres ángeles guardianes” en el camino al Ecuador. “Dos de ellos nos ayudaron con ropa y comida para el viaje; nuestro último ángel puso un techo sobre nuestras cabezas y gracias a ella sentimos que finalmente estamos seguros,” nos cuenta Alan con una sonrisa en su rostro.

“Sin zapatos, con el estómago vacío y las ilusiones rotas, tuvimos que tomar fuerzas y seguir caminando.”

Tarjetas electrónicas

En el Ecuador, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP), a través del programa Alimentos por la Paz (Food for Peace en inglés) de los Estados Unidos, entrega asistencia alimentaria a las familias recién llegadas al país.

Tanto Alan como Luis reciben tarjetas electrónicas con las que compran alimentos sanos y nutritivos en el Minimarket Rosita. “Es impresionante llegar a un país, descubrir todos sus sabores y comprar lo que necesitas sin preocuparte de si lo encontrarás o no,” explica Alan.

“Nos sentimos apoyados”

Inés se hizo esta “selfie” con Luis y Alan mientras ellos le contaban su historia. Foto: WFP/Inés López

Al inicio fue difícil adaptarse al nuevo ambiente, en especial por no estar seguros si su relación de pareja sería acogida. Sin embargo, ambos aseguraron sentirse apoyados no solo con los alimentos de WFP, sino con la calidez y atención de Inés (monitora de campo de WFP).

“No estábamos seguros de que la diversidad de nuestro amor sería aceptada, pero llegamos a WFP y nos sentimos bienvenidos y libres de contar nuestra historia de lucha y sobre todo de amor,” comenta Alan, quien afirma sentirse mejor tras recibir los tratamientos para su enfermedad.

Al poco tiempo de haber llegado, con la seguridad de tener alimentos y un lugar en donde dormir, Luis y Alan empezaron a vender arepas y obleas que preparan en casa. Ellos no se dejan derrotar, y, a través de un ahorro diario, buscan salir adelante haciendo crecer cada vez más su negocio.

* I.P. Identidad protegida.

Historia recabada por Inés López.

Conozca como el Programa Mundial de Alimentos está respondiendo a la crisis de los migrantes en Colombia.

--

--