Gran Ducado de Luxemburgo aporta a la reducción del riesgo de desastres en Nicaragua

2.000 personas en 3 comunidades afectadas por huracanes reciben 400 bonos de “resiliencia climática” para restaurar sus medios de vida

--

Habitantes del Caribe Norte reciben los bonos para la recuperación de sus medios de vida en las comunidades afectadas por desastres de origen natural. Foto: WFP/Julián Suárez

El Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés) y el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) entregaron 400 bonos tecnológicos o de “resiliencia climática” que beneficiarán a 2.000 personas de tres comunidades de los municipios de Waspam y Prinzapolka, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN), gracias a la colaboración del Gran Ducado de Luxemburgo.

Los bonos tecnológicos entregados son el resultado de un proceso de planificación participativa basado en medios de vida que WFP desarrolló en municipios afectados por los huracanes Eta e Iota, acompañando al Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED).

Los bonos son parte del proyecto “Fortaleciendo las capacidades de instituciones a nivel municipal y comunitario para la planificación en reducción del riesgo de desastres y construcción de resiliencia en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte”.

Después del paso de los huracanes Eta e Iota, las familias de la Costa Caribe Norte necesitaban una mano amiga para su recuperación económica. Foto: WFP/Julián Suárez

En 2021, SINAPRED realizó diagnósticos de medios de vida a nivel municipal para la planificación de la gestión del riesgo ante multiamenazas en Waspam y Prinzapolka con con la cooperación del Gran Ducado de Luxemburgo.

A través de estos diagnósticos, los comunitarios y las autoridades locales caracterizaron los principales medios de vida de las familias. También propusieron acciones que aumentaran la capacidad de las familias para enfrentar y estar mejor preparados ante los desastres de origen natural.

Los diagnósticos también permitieron identificar el mejor momento para distribuir las semillas y realizar capacitaciones en el idioma de las familias locales, el miskito, además facilitaron la reflexión sobre cómo los medios de vida son afectados por los desastres naturales.

WFP acompaña al SINAPRED en la promoción de la resiliencia al cambio climático para que las comunidades puedan resistir futuros eventos que les afecten.

Bonos llegan al Caribe Norte

Las familias de la comunidad miskita de Kisalaya, Waspam, recibieron 200 bonos de apoyo a medios de vida, mientras en La Palmera y El Triunfo, de Prinzapolka se entregaron otros 200 bonos.

Cada bono recibido por las familias contenía 30 libras de semilla de maíz, 4 onzas de semilla de ayote, 4 onzas de semilla de pipián, 20 cormos/plantas de plátano, 14 gramos de semilla de tomate, 950 estacas de yuca, 14 gramos de semilla de chiltoma (chile dulce), 5 plantas de aguacate, 5 plantas de limón Tahití y 2 litros de bioinsumos.

En la comunidad de Kisalaya las familias beneficiadas decidieron compartir parte de los bonos con el resto de la comunidad, siguiendo las costumbres locales.

Joe Geisbusch y Thierry Girard, en representación del Gran Ducado de Luxemburgo, y Marcela Mayorga, Oficial de Políticas y Programas de WFP, escuchan la exposición del director de la Escuela Teodoro Rivera, Emilio Castro.

Fortalecer las capacidades del SINAPRED

El Gran Ducado de Luxemburgo, a través de la Agencia Luxemburguesa de Cooperación al Desarrollo (LuxDev), aportó más de 71 mil dólares para el fortalecimiento de las capacidades del SINAPRED. Miembros del SINAPRED fueron capacitados como facilitadores de procesos de planificación participativa basada en medios de vida, la creación de materiales de facilitación y logística para realizar los talleres a nivel municipal y comunitaria, además de la entrega del bono de resiliencia que benefició a 227 mujeres y 287 varones que practican la agricultura de subsistencia.

Los bonos de resiliencia son el resultado del proceso de diagnóstico de medios de vida en el cual se identificó la necesidad de proveer material genético mejorado para diversificar los ingresos y consumo de alimentos a través de frutas, tubérculos y hortalizas y la producción de granos básicos.

Representantes de las comunidades del Caribe Norte participan en uno de los talleres organizados por SINAPRED y WFP con la colaboración de la Agencia Luxemburguesa de Cooperación al Desarrollo (LuxDev). Foto: WFP/Sabrina Quezada Ardila

Esta decisión se basó en las características de los medios de vida de hombres y mujeres, ya que los hombres se dedican a la agricultura de granos básicos (maíz y frijoles), mientras que las mujeres trabajan en la producción de hortalizas, tubérculos y frutales para diversificar su dieta y generar ingresos.

Además, los comunitarios identificaron en los diagnósticos la necesidad de recibir capacitación sobre la utilización de los insumos que reciben como parte de los bonos para obtener la mayor producción posible. En Kisalaya, el INTA les impartió los talleres en idioma miskito para lograr una mayor comprensión de los contenidos.

Visita a las comunidades

Joe Geisbusch, Encargado de Negocios de la Embajada de Luxemburgo, y Thierry Girard, Encargado de Programas de LuxDev, visitaron la comunidad de Kisalaya para conocer el desarrollo del proyecto.

El Gran Ducado de Luxemburgo realiza importantes contribuciones para fomentar la educación y la nutrición de los niños y niñas en Nicaragua. Foto: WFP/Heidy Salazar

También visitaron el centro educativo Teodoro Rivera, donde compartieron con la comunidad educativa la entrega de la merienda escolar a los estudiantes de pre escolar y primaria. El Gran Ducado de Luxemburgo aportó en 2021 más de 1 millón de dólares para los alimentos destinados a las niñas y los niños en las escuelas de Jinotega y del Caribe Norte.

Los representantes del Gran Ducado de Luxemburgo también sostuvieron encuentros con representantes del SINAPRED, INTA, miembros del Comité Municipal de Gestión de Riesgo (Comupred) y de la Alcaldía municipal.

Joe Geisbusch junto al director de la Escuela Teodoro Rivera, Emilio Castro, en la comunidad de Kisalaya.

“El equipo de Luxemburgo escuchó directamente de los participantes en el proyecto los resultados que han obtenido en el fortalecimiento de capacidades en el municipio y en las comunidades en la gestión integral del riesgo y en acciones de resiliencia”, dijo Marcela Mayorga, Oficial de Políticas y Programas de WFP, quien participó en la visita.

Entre los resultados de este proyecto está el aumento de los activos productivos que permitirán reforzar los medios de vida de las comunidades, mejorar el acceso a alimentos saludables, aumentar los ingresos con la venta de los excedentes, diversificar los medios de vida de las mujeres, recuperar material genético para la producción y aumentar el conocimiento técnico para mejorar la productividad.

Conoce más sobre el trabajo del WFP en Nicaragua

--

--