Guatemala: Una mirada a la comunidad “El Guapinol”
En el marco de la inauguración del PRO-ACT en Guatemala, proyecto financiado con el apoyo de la Unión Europea, la Sra. Beatrice Bussi de UE realizó una visita a la comunidad “El Guapinol” de San Agustín Acasaguastlán, El Progreso. El objetivo del proyecto es tener una intervención de “Respuesta al Fenómeno de El Niño en el corredor seco Centroamericano”.
El territorio del corredor seco de Guatemala se caracteriza por la baja precipitación pluvial anual, la cual únicamente llega de 800 a 1,000 milímetros.
La temporada de lluvia normalmente inicia en mayo y termina a inicios de noviembre, con un período seco intermedio (canícula), que solía permanecer por 20 días entre julio y agosto. Sin embargo, desde hace cinco años este período seco se ha prolongado hasta 45 días generando pérdidas superiores al 80% de la producción agrícola de la comunidad.
La comunidad “El Guapinol” está conformada por 169 familias. Cuenta con un sistema de agua entubada no potable para el uso diario. No cuenta con drenajes y muy pocas familias tienen una letrina. Existe un riachuelo o quebrada que atraviesa la comunidad, pero durante el 2017 se secó esta fuente hídrica. Las y los comunitarios no recuerdan un año en el que el riachuelo se haya secado.
Las personas en su mayoría se dedican a la producción de granos básicos y el trabajo temporal en actividades agrícolas que pueden conseguir en algunas fincas productoras de caña de azúcar, café, limón o melón. Cuando llegan a obtener un trabajo en finca, su rutina diaria consiste en levantarse alrededor de las 3 de la mañana y caminar entre 2 o 3 horas para poder llegar a tiempo. En el caso de las mujeres, únicamente consiguen trabajo durante la temporada de corte de café en las fincas que están en las faldas de la Sierra de las Minas. Su trabajo es menos remunerado que el del hombre.
Desde el año 2014, la comunidad ha participado activamente en las acciones del Componente 2 del Programa de País “Fomento de la Resiliencia y Reducción de la vulnerabilidad ante las crisis (Comunidades Resilientes, ComRes)”. Por medio de un trabajo coordinado en conjunto con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), se han realizado diferentes activos para la conservación de suelos en los terrenos destinados a la producción de granos. Entre ellos, estructuras como acequias de infiltración, muros de piedra, terrazas o barreras vivas de piña.
Con el apoyo de la Unión Europea, se pretende mejorar las condiciones de producción y también que permita diversificarla con otras especies de plantas, además de los granos básicos. En su primera etapa se están realizando terrazas de banco para el establecimiento de huertos unifamiliares con plantas nativas para el consumo de los comunitarios y su potencial venta. Además, se están realizando diferentes actividades de mejora para la producción de aves (gallinas, patos, pavos y gansos) que se encuentran en la comunidad. Se introdujeron variedades de maíz y de frijol biofortificados con mayor contenido de proteína y hierro para mejorar su aprovechamiento biológico y mejorar la calidad de la semilla criolla que ellos producen anualmente.