La producción de algodón puede ayudar a lograr el Hambre Cero

La producción de algodón y el cultivo de alimentos están muy ligados, lo que crea oportunidades y desafíos para los pequeños agricultores a la hora de garantizar la alimentación y la nutrición.

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El algodón es parte de una gigantesca industria y de nuestra vida cotidiana. Representa el 30% de todos los materiales textiles consumidos y se encuentra entre los 20 productos más importantes del mundo.

La cadena de valor del algodón genera 350 millones de empleos en todo el mundo. Los agricultores de 150 países cultivan algodón, siendo la mayoría de ellos agricultores pequeños que dependen de los cultivos como su principal fuente de ingresos.

¿Cómo se relacionan esta inmensa industria con la seguridad alimentaria y la nutrición? Los pequeños agricultores que cultivan algodón también cultivan alimentos. Necesitan combinar la producción de algodón con la de maíz, frijol, sésamo y otros cultivos alimentarios para mejorar la productividad y disminuir la necesidad de insumos agrícolas.

Esta asociación entre la producción de algodón y los cultivos alimentarios crea algunas oportunidades — y algunos desafíos — para garantizar alimentos y nutrición para todos.

1. Mayor producción certificada de algodón = mayor producción de alimentos

Para 2025, las marcas de textiles quieren algodón 100% certificado. La única forma en que los pequeños agricultores pueden certificar su algodón es asociándolo con cultivos alimentarios. Necesitan combinar o rotar la producción de algodón con productos alimentarios, como el maíz, sorgo, girasol, frijol, trigo, y caña de azúcar para asegurar la productividad y disminuir el uso de pesticidas y otros insumos agrícolas.

En África, hay 750.000 pequeños productores de algodón certificados. Eso significa que emplean practicas sostenibles para asegurar la calidad no solo del algodón que producen, sino también de los alimentos que cultivan al conjunto con el algodón. Se espera que la certificación llegue a 2 millones de pequeños agricultores en 2025. Eso significa que si aumentamos la producción de algodón certificado, también aumentamos la producción de alimentos.

Producción de algodón asociada a alimentos en Brasil. Foto: WFP/Joelcio Carvalho

2. Generación de ingresos

Los cultivos de algodón cubren 30 millones de hectáreas, o el 2.5% de todas las tierras cultivables del mundo. Aunque la producción se concentra en cinco países (India, China, Estados Unidos, Pakistán y Brasil), millones de agricultores cultivan algodón en 150 países. El cultivo de algodón es una alternativa viable de generación de ingresos para los pequeños agricultores. Saben que pueden vender su producto a un mercado estable y vigoroso, lo cual convierte el algodón en un activo importante para ellos.

El algodón que producen tiene un mercado garantizado, pero los alimentos que cultivan en conjunto con el algodón no lo tienen — y allí yace el primer desafío: ¿Cómo asegurar que estos agricultores tengan acceso a un mercado estable para sus cultivos alimenticios? Con todo reto llega una oportunidad.

3. Compra de alimentos locales

El Programa Mundial de Alimentos (WFP) es el mayor comprador de alimentos en África. La organización está comprometida a aumentar la compra de alimentos a los pequeños agricultores, lo que puede generar un gran impacto en los mercados locales. WFP y otras organizaciones de ayuda alimentaria pueden contribuir a crear un mercado estable que los pequeños agricultores necesitan para sus productos. La alimentación escolar y otros programas que emplean a los alimentos también pueden crear una demanda estructurada de alimentos y garantizar que los pequeños agricultores vendan sus productos a precios justos.

Nuestro segundo desafío es saber en dónde están los pequeños agricultores, qué están produciendo y cuánto están produciendo. Pero una vez más, el algodón está aquí para ayudarnos.

4. El algodón puede ayudar a conectar a los agricultores con los mercados

¿Recuerdas esos 750.000 productores de algodón certificados? Pues, sabemos dónde están, sabemos los que están produciendo, y sabemos cuánto están produciendo.

Podemos construir una cadena de suministro eficiente al integrar a miles de productores que producen toneladas de alimentos con programas de alimentación escolar y otros proyectos que emplean los alimentos como herramienta de progreso. Asegurar el acceso de estos productos a los mercados permite asegurar la seguridad alimentaria de los pequeños agricultores, además de sus comunidades.

5. Calidad de la comida

Esto no es todo. También sabemos cómo se cultivan los alimentos, así que podemos garantizar su calidad y seguridad. Los pequeños productores de algodón reciben una certificación de sostenibilidad por las buenas prácticas que aplican a la producción de algodón, y utilizan las mismas buenas prácticas para la producción de alimentos. Por ejemplo, si el programa de alimentación escolar compra alimentos de estos agricultores, los niños en las escuelas recibirán comida segura, y de alta calidad.

La alimentación escolar puede ser más rica y sana con productos de la agricultura local. Foto: WFP/Isadora Ferreira

Extra: subproductos de algodón

En varios países productores de algodón, además de la dificultad de encontrar mercados para cultivos alimentarios asociados, los pequeños productores pierden la oportunidad de vender subproductos de algodón. Generalmente, hay un mercado seguro y creciente para la fibra de algodón, pero vender el aceite de semilla restante y la torta puede resultar difícil.

Ayudar a los agricultores a vender estos productos también puede aumentar sus ingresos y mejorar la seguridad alimentaria de sus familias. El aceite de semilla de algodón es altamente nutritivo y se puede utilizar en las comidas escolares. La torta residual, que es la materia sólida que permanece una vez que se ha extraído el aceite de las semillas, también se puede utilizar para alimentar al ganado.

El proyecto “Más allá del algodón”

El proyecto “Más allá del algodón” es una iniciativa conjunta del Centro de Excelencia contra el Hambre del WFP y la Agencia Brasileña de Cooperación, con el apoyo del Instituto Brasileño de Algodón.

Su objetivo es ayudar a los pequeños productores de algodón e instituciones públicas en los países africanos a conectar los subproductos de algodón, como el aceita de semilla y la torta, además de los cultivos asociados como el maíz, el sorgo y los frijoles, a los mercados confiables, incluyendo los programas de alimentación escolar.

La iniciativa “Más allá del algodón” contribuirá a generar ingresos para los pequeños agricultores y para aumentar la seguridad alimentaria y nutricional en las zonas rurales.

Texto traducido por Virginie Laplante.

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