Impulsando la cooperación sur sur en el entorno rural
Mujeres rurales ecuatorianas aprenden y se empoderan a través de alianzas y experiencias vivenciales de otros países.
Las mujeres rurales tienen un rol clave en la seguridad alimentaria y nutricional al trabajar sus tierras y procurar una provisión continua y variada de alimentos para sus familias y los hogares ecuatorianos. El 61% de las mujeres rurales se dedican a actividades de agro producción. A mayor equidad en el acceso a mercados de las mujeres, mayor crecimiento económico y mejor calidad de vida, tanto para las mujeres como para los hombres. Por eso, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son pilares de un desarrollo incluyente, equitativo y sostenible.
Intercambio de experiencias
En Ecuador se ha iniciado un proceso de articulación interinstitucional para visibilizar el rol de la mujer en la agricultura familiar y campesina y construir una política pública diferenciada. El proceso incluye intercambios de experiencias vivenciales de lideresas de los países Sur-Sur, que acompañaron a los procesos de diálogo de lideresas ecuatorianas. Uno de los resultados de esta actividad son las alianzas estratégicas para desarrollar oportunidades de mercado entre las mujeres.
A partir de esta perspectiva, se busca fortalecer la asociatividad, mejorar los niveles de producción, productividad, innocuidad y calidad de los productos, nutrición de las familias, así como generar las condiciones adecuadas para el desempeño de la Agricultura Familiar Campesina (AFC), liderada principalmente por mujeres.
Encuentros regionales de mujeres
Es por ello que WFP Ecuador, junto con la FAO y ONU Mujeres, en apoyo al Ministerio de Agricultura y Ganadería, ha desarrollado 12 encuentros regionales para el levantamiento de información para la construcción de política pública para la mujer rural en varias ciudades de Ecuador.
Como parte de un proyecto de cooperación Sur-Sur apoyado técnica y financieramente por el Gobierno y el Centro de Excelencia de China, y triangulado por WFP, estos espacios contaron con la presencia de lideresas de Guatemala y Perú, quienes compartieron la experiencia de los procesos llevados a cabo en sus países en dónde se ha trabajado política pública para mujeres rurales.
Josefina Tamayo, especialista en Derechos Humanos de las Mujeres de WFP Guatemala, y Sandra Chubb, lideresa guatemalteca, en conjunto con las lideresas peruanas Lucila Quintana y Yanina Huaches, compartieron su experiencia en la implementación de la política pública con enfoque de género, así como el proceso desarrollado en organizaciones populares de mujeres rurales para la producción y comercialización de café y cacao. También expusieron iniciativas de agricultura rural con procesos de capacitación comunitaria en nutrición y proyectos productivos.
“Las experiencias de estas lideresas latinoamericanas despertaron en las mujeres rurales ecuatorianas la necesidad de fortalecer sus organizaciones como pilares para construir redes de emprendimientos productivos y de comercialización, donde la solidaridad, el apoyo mutuo y la igualdad de oportunidades sean el ingrediente principal”.
Wilma Suárez, Subsecretaria de Agricultura Familiar y Campesina del Ministerio de Agricultura-Ecuador
“En estas capacitaciones vamos aprendiendo a perder el miedo y sabemos que todos tenemos el mismo derecho, hombres y mujeres somos iguales, quizá de diferentes pensamientos, pero estamos aquí para hacer un llamado a valorar nuestros derechos y seguir trabajando por el bienestar de todas. “.
María Teresa Guachún, concejal rural del cantón Paute, Ecuador.
Aprender haciendo
Otro ejemplo de cooperación Sur-Sur, es el aprender haciendo, es así que dos técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador y dos agricultores viajarán a China para participar de una experiencia vivencial sobre el manejo de cultivos diversificados. Esta iniciativa será fortalecida a finales de este año o inicios de 2020 con la visita de especialistas de China, quienes formarán a técnicos del Ministerio de Agricultura de Ecuador quienes, a su vez, capacitarán a productores de arroz ecuatorianos.
Con estos intercambios de cooperación Sur–Sur, el Programa Mundial de Alimentos sigue trabajando junto con sus socios y beneficiarios para obtener resultados que apunten a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional, transformar las relaciones de género, asegurar el acceso de las mujeres rurales en igualdad de oportunidades y recursos, proporcionándoles herramientas e insumos para su intervención en los procesos de toma de decisiones.
