Personal del WFP realiza campaña para apoyar a niñas y niños de 2 escuelas afectadas por los huracanes
La campaña recaudó fondos y materiales educativos entre el personal para reconstruir las escuelas en el Caribe Norte de Nicaragua
La unión hace la fuerza y el trabajo en equipo hace que la tarea más ardua alcance el éxito. Ese es el sentimiento que experimenta el personal del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) después de haber apoyado a dos escuelas de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) que resultaron afectadas por los huracanes Eta e Iota.
El personal del WFP en Nicaragua desarrolló la campaña “¡Contamos con Vos!” que recaudó dinero y materiales educativos para las escuelas de la comunidad de Kruwarban, de Bilwi, y San Marcos de Nasawe, de Siuna, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN).
“El personal del WFP se unió en un solo corazón para colaborar con las niñas, los niños y los padres de familia de la comunidad”, expresó Adolfo Reyes, Jefe de la Oficina del WFP en Bilwi, para quien la campaña ¡Contamos con Vos! refleja “las acciones tan nobles que un equipo unido puede llegar a escalar, no importando si el desafío es subir al monte Everest”.
Ciento cincuenta niños y niñas de ambos centros escolares recibieron la contribución del personal del WFP. En la escuela de Kruwarban se entregaron dos pizarras acrílicas, 49 pares de sandalias estilo Crocs, un escritorio, una silla para el docente, un filtro de agua, siete láminas educativas, marcadores acrílicos y borradores para pizarra, 98 unidades de mascarillas de tela para niños y niñas, dos litros de alcohol gel y un balón de fútbol. Además, cada estudiante recibió un termo para agua.
Por otro lado, en Siuna, en la escuela El Arbolito de la comunidad San Marcos de Nasawe, con el fondo recolectado se aportó para la reconstrucción de cinco aulas que tienen uso múltiple, incluyendo espacio para auditorio. También se entregaron 101 paquetes con materiales educativos: cuadernos, lápices, lápices de colores, borradores, tajadores, libros para colorear, entre otros, que fueron recolectados entre el personal de las cinco oficinas del WFP.
El personal logró recolectar 34 mil 327 córdobas (más de US$ 950) para contribuir con ambas escuelas.
“Fue una iniciativa muy buena en respuesta a una emergencia. Hubo integración en diferentes niveles en nuestro grupo de trabajo, lo cual fue clave para la reconstrucción de la escuela. Cada uno de nosotros estuvo enfocado en aportar un granito de arena”, comentó Jorge Ariel Pineda, Jefe de la Oficina del WFP en Siuna.
Las comunidades también aportaron
Durante la actividad de inauguración de las nuevas obras de la Escuela El Arbolito, el padre de familia Ronald Sánchez, quien colaboró con la reconstrucción del centro, dijo que toda la comunidad hizo un gran esfuerzo para beneficio de los niños y las niñas.
“Quiero agradecer por esa gran obra que han hecho y ese gran amor que han tenido para nosotros. Cuando inició este proyecto era para remodelar las aulas, pero al ver que las secciones estaban destruidas, decidimos hacer un esfuerzo y hacer nuevas aulas. Fue una iniciativa alegre, el trabajo se logró y quedó bello”, dijo Sánchez.
La distancia y el difícil acceso a estas comunidades hacen que las visitas sean escasas por lo que la entrega del donativo, cuyo traslado contó con la colaboración de los miembros de la comunidad y del personal educativo, significó un momento de algarabía para niños y niñas.
El personal del WFP respondió de manera entusiasta desde que inició la campaña de recolección de fondos, aportando dinero en efectivo y útiles escolares. Los equipos de Bilwi y Siuna coordinaron con los maestros y maestras de las escuelas para identificar cuáles eran sus mayores necesidades y definir el destino de los fondos y del resto de contribuciones.
Un comité organizador se integró con la participación de personal de todas las oficinas para dar seguimiento, animar las contribuciones y lleva a feliz término los proyectos. En Siuna se organizaron, acompañados por los miembros de sus núcleos familiares, para ayudar a los comunitarios a pintar y realizar otras labores de la rehabilitación de la escuela seleccionada.
“Los aportes del personal representaron un cambio para esta comunidad. Me llena de gran satisfacción y me hace reflexionar sobre la necesidad de compartir con los demás”, expresó Mayra Pacheco, Monitora de la Oficina del WFP en Bilwi. Pacheco dijo que sintió una gran emoción cuando una niña se quitó sus chinelas gastadas por el uso para estrenar sus sandalias nuevas.
Todos y todas en WFP nos unimos para compartir con dos de los cientos de comunidades afectadas por los huracanes. Erby Franklyn, Asistente Administrativa de la Oficina del WFP en Bilwi, dijo sentirse satisfecha y emocionada por el logro alcanzado.
Icxa Muller, también de Bilwi, resumió su entusiasmo contando su experiencia: “Una niña de la escuela se me acercó más de tres veces para darme las gracias. Entonces comprendí que valió la pena cruzar el río, que ese día estaba muy crecido, y la caminata de dos horas que hicimos en pleno sol para llegar a la escuelita”. ¡Misión Cumplida, WFP Nicaragua!
