“Los Principios Humanitarios que me cobijan”
¡Arrivederci, Antonella!
El 1 de agosto, Antonella D´Aprile, Representante del Programa Mundial de Alimentos (WFP) abordó un avión en Managua y, tras varias estaciones, llegó días después a Mozambique, su nuevo destino en el Sureste de África. Este fue el cierre de su misión de cinco años en Nicaragua y el inicio de un nuevo capítulo en su vida personal y profesional.
Aunque las medidas de prevención por la pandemia de la COVID-19, especialmente el distanciamiento social, nos separararon físicamente, la tecnología no pudo contener las múltiples muestras de cariño, afecto y admiración que desplegó su equipo de trabajo, amigos, participantes en los programas de WFP, socios estratégicos y la comunidad internacional durante sus últimos días en Nicaragua.
Nacida en el sur de Italia, Antonella dejó su país muy joven para trabajar en África con grupos de mujeres artesanas de la zona rural. Vino por primera vez a este país centroamericano en 1999. Aquí nació su primera hija, Jazmine y coronó muchos éxitos como Junior Profesional Officer (JPO).
Desde entonces considera su segunda nación a esta tierra que la acogió y la quiere como a una nicaragüense más que se conduce por la vida utilizando hasta nuestras expresiones idiomáticas, como el “pues”, dicho a “la italiana”.
Antes de partir, Nicaragua le otorgó a Antonella la máxima distinción que otorga a nacionales y extranjeros que sobresalen por sus méritos extraordinarios en beneficio de la paz y la amistad entre los pueblos: la condecoración “Orden José de Marcoleta” en el Grado Gran Cruz.
Al otorgarle la condecoración, el Ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada Colindres expresó: “Destacamos su aporte, gestión e implementación del actual Programa de Cooperación con Nicaragua 2019–2023, contribuyendo con los esfuerzos nacionales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Agradecemos a nuestra apreciada amiga Antonella por su gestión y acompañamiento al Programa Integral de Nutrición Escolar PINE-MINED como un referente exitoso de cooperación en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza”.
Durante su discurso Antonella destacó que cada día su primera y última motivación son los principios humanitarios que cobijan al personal de WFP y de Naciones Unidas.
“La HUMANIDAD: nos conduce a prevenir y a aliviar el sufrimiento humano. La NEUTRALIDAD: nos lleva a no tomar partido en conflictos ni a involucramiento en controversias políticas, raciales, religiosas e ideológicas. La IMPARCIALIDAD nos guía por las necesidades de las personas y no por su origen étnico, nacionalidad, opinión política, género o religión. Y la INDEPENDENCIA OPERACIONAL que brinda la asistencia de WFP independientemente de objetivos políticos, económicos, miliares o de cualquier otro tipo”.
Antonella también destacó con mucha humildad que durante los 59 meses de su misión en Nicaragua, su mérito fue liderar un equipo de profesionales que con entusiasmo, mística y responsabilidad impulsaron cada actividad de asistencia técnica y asistencia alimentaria y nutricional para el pueblo y la nación nicaragüense.
Al partir, le prometimos a Antonella continuar trabajando por Nicaragua, por nuestra gente, unidos como equipo, asumiendo retos, fortaleciendo nuestro compromiso con la misión de WFP, escribirle y nunca olvidarla. Es más, prometimos volver a reunirnos con ella, aquí, en Nicaragua, donde la esperamos. Arrivederci, Antonella.