Manipuladoras PAE PMA: Una oportunidad para el empoderamiento y con enfoque de género
Ellas se han convertido en la voz, enlace y corazón del programa.
Un grupo de 827 mujeres, entre ellas Ana Mercedes Torres, tuvieron la oportunidad de convertirse en manipuladoras de alimentos en 14 municipios cubiertos por el Programa de Alimentación Escolar de La Guajira. Además de mejorar los procesos productivos, reconocen que las prácticas de equidad de género promovidas por el Programa Mundial de Alimentos, las han empoderado.
“Cuando llegué a la sede educativa Eusebio Séptimo Mari en Manaure, estaban en plena repartición de alimentos con los niños. Era como si una especie de ‘Papá Noel’ hubiese llegado con regalos. Esa imagen me quedó grabada y fue así como esto me gustó”.
Así comienza la historia de Ana Mercedes Torres con el Programa de Alimentación Escolar en Manaure, La Guajira. Ana tiene tres hijos y es dueña de un trabajo que ahora le da para educar y sacar adelante su hogar.
Ella llegó a ser una de las manipuladoras líderes gracias a una convocatoria avalada por el Programa Mundial de Alimentos a través de Fundalianza, su socio estratégico.
En agosto de este año, Ana Mercedes y otras 826 mujeres fueron elegidas para vincularse como “Manipuladoras de Alimentos” del Programa de Alimentación Escolar — PAE en La Guajira, el cual tiene una presencia geográfica en 14 municipios del departamento.
Cerca del 65% son madres cabeza de hogar y un gran número de ellas son indígenas. Un aspecto importante que se tuvo en cuenta para la contratación fue la ubicación residencial de todas ellas. Fueron asignadas a sedes que estuviesen cerca de sus hogares para evitar largos desplazamientos o gastos adicionales de transporte.
Este grupo de mujeres, con el pasar del tiempo, han ido convirtiéndose en la voz activa, el enlace y el corazón de este proyecto. Además de prestar sus servicios en manipulación y preparación de alimentos, ellas han visto compensado su trabajo con las mejoras a los procesos productivos del programa, y reconocen de forma abierta y contundente las prácticas promovidas por el PMA para sentirse empoderadas.
“Este programa nos ha beneficiado en todo sentido, las capacitaciones que nos ha dado el PMA sirvieron para empoderarnos. Nosotras nos consideramos un factor clave de las vivencias de este programa”, afirma Ana Mercedes.
ENFOQUE DE GÉNERO
Durante la etapa inicial de ejecución del PAE en la Guajira, el PMA acompañó a todo el grupo de manipuladoras en un ejercicio de inducción técnica y conceptual de la alimentación escolar. La idea era recordar sus derechos esenciales y que reconocieran sus competencias. En su gran mayoría, hasta ese momento creían que gran parte de sus labores, estaban hechas únicamente para ser desempeñadas por hombres, y de hecho no se atrevían a decir abiertamente “Yo puedo con esto” ó “No me queda grande hacerlo”. “Hay quienes creían que porque somos mujeres, no podíamos con las labores de todo un comedor escolar”. Para Ana, uno de los desafíos mas grandes que le ha dejado esta experiencia, ha sido justamente la oportunidad de instruir a sus hijos en la igualdad de oportunidades que tienen tanto hombres como mujeres para desempeñar este tipo de actividades, sin importar el género. Hoy todas ellas sienten que ha quedado atrás la estigmatización y la falta de reconocimiento de capacidades en su condición de mujeres trabajadoras.
“No sabíamos que, para alistar los ingredientes, por ejemplo, tuviéramos que tener un protocolo de alistamiento, y menos aún que la higiene fuese mas dispendiosa con ciertos alimentos que uno creería no lo es tanto”, dijo Ana Mercedes. “Estas prácticas nos han servido incluso para llevarlas a nuestros hogares, para mejorar nuestros hábitos en la cocina”.
Ninguna vacila en compartir la gratitud que les despierta el amor por todos esos niños, niñas y jóvenes que hacen la fila ansiosos por recibir sus alimentos, que las llaman por sus nombres, que les hablan de su desempeño académico, que incluso se desahogan con ellas y que al final de cada día, la recompensa sea el abrazo fraterno y duradero de todos ellos. Estas cosas las hacen sentir plenamente empoderadas de sus tareas, y sienten que, de alguna manera, contribuyen a la recuperación del tejido social de su región.
“Nosotras hacemos todo lo posible para que la alimentación escolar funcione de manera integral, no es un trabajo fácil y menos aun cuando hay una cuestión de gustos distintos entre la comunidad, pero de la mano con el PMA animamos nuestros esfuerzos para hacer las cosas con la mejor calidad y hemos podido sacar adelante este programa”, cuenta Ana.
Para estas 827 mujeres, hacer parte de este proyecto no ha sido fácil. “En este proceso es apenas normal que se presenten fallas, retrasos, variables que no pueden preverse y que la gente no comprende”, afirman, pero el común denominador de estas embajadoras del programa es que no pierden ritmo ni compromiso, que entre ellas mismas crean nexos de confianza, lazos de solidaridad y promueven el trabajo en red.
Además, nos piden informar a la comunidad que, en momentos de adversidad, no se quedan quietas. Entre ellas han sido capaces de crear planes de contingencia, desde saber preservar los insumos alimenticios, ahorrar agua, gas y energía, hasta involucrar prácticas pedagógicas de su trabajo en las aulas.
“Hoy solo pedimos continuidad en este programa. Somos felices porque hemos servido de ejemplo para otras tantas mujeres de nuestra comunidad que le temen a superarse. Esto apenas es el comienzo, sabemos que podemos dar más, mucho más”, dijo Ana Mercedes.
El PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS a través del Programa de Alimentación Escolar — PAE en La Guajira, promueve la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres mediante condiciones de trabajo justo y del fortalecimiento de capacidades en buenas prácticas higiénicas y de manufactura entre otras. Esto se traduce en el reconocimiento y potencialización del rol de la mujer como promotora de un cambio social, su participación en procesos de liderazgo, así como su contribución en la construcción de un tejido social justo y la superación de la pobreza en esta región del país.
Javier Fernando Rodríguez S. — Comunicaciones PMA PAE, La Guajira