La startup de 25 horas

Hoy por hoy tengo un listado de wunderlist con las tareas pendientes. Dispongo de una lista en la que tengo las cuestiones a realizar que denomino inmediatas, y otras tantas listas que dependen del producto al que se aplican o cualquier otra cuestión.

Sólo la lista de tareas inmediatas copa mi tiempo y lo excede con creces. No doy a basto. Y huelga decir, que el resto de tareas en la maraña de grupos que están fuera de lo inmediato, son deseables de ejecutar. Es más. Quiero ejecutarlas.

Pero ya es una cuestión de tiempo. No da para más.

No soy el típico quejica que dice que no tiene tiempo para esto o lo otro mientras se ve montones de temporadas de series. No. Procuro dejar parte de mi semana a familia y amigos, y descasar lo justo. Sin extravagancias. Por salud física y mental.

Pero todo esto me llevó a pensar… si me falta tiempo, podría inventármelo.

Y ahí es donde llegúe a la idea de montarme una startup en la que los días computen 25 horas. Sí, 25. Esto daría una hora más de productividad mientras que la vida de los trabajadores seguiría teniendo los mismos tiempos de descanso y ocio.

Lógicamente, supondría un desfase de +1h/día con el mundo que nos rodea, lo cual podría dar problemas en según que apartados de la startup, como pueda ser el soporte técnico, quienes difícilmente podrían adoptar esta forma de funcionar.

Aplicando esta idea, a la semana sacaríamos 5h más, al mes 20h y al año 240h, 30 jornadas de trabajo más. Técnicamente hemos ganado muchos días, sacando más trabajo adelante, y en principio, sin perjudicar a la salud. (ya que dormiríamos 8h igualmente)

Lo que seguramente recibiría impacto sería el tiempo libre ya que según evoluciona el horario, en algún momento tendríamos varias horas para hacer lo que quisiéramos, pero nadie de fuera de la empresa podría.

¿Mejoraría la cohesión de los trabajadores?¿Sería una medida tiránica? Más bien la segunda, aunque en silicon valley, con sus extraños vicios, más de uno apostaría por la primera y la defendería como la cultura de la empresa para crear equipos férreos y ultra motivados, dispuestos a cambiar el mundo a cualquier precio.

Es por ello, que por el bien de las personas, habría que buscar alguna medida de reajuste con los fines de semana para que no se fuese todo al carajo o que no generase un grupo extraño y hermético de inconformistas del horario.

En cualquier caso, seguiré dándole vueltas al asunto, ya que sacar más tiempo de donde no lo hay me interesa, y quien sabe, quizá algún día dé con la clave que haga de la teoría de la startup de 25 horas algo razonable.

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