Director: Héctor Olivera
Género: Historía, Drama
Guión: Daniel Kon, Héctor Olivera
Protagonistas: Alejo García Pintos, Pepe Monje, Vita Escardó, Pablo Novak, Leonardo Sbaraglia, Adriana Salonia, Tina Serrano
Música: José Luis Castiñeira de Dios
Fotografía: Leonardo Ródriguez Solis
Vestuario y Escenografía: María Julia Bertotto
País: Argentina
Año: 1986

La película, originalmente basada en el libro y la obra de teatro que lleva el mismo nombre comienza en septiembre de 1975 en una reunión de la Coordinación de Estudiantes Secundarios, en la que se discute acaloradamente un tema esencial para los estudiantes argentinos de La Plata, Argentina: la implementación del Boleto Estudiantil Secundario; por medio de una marcha, se dice hacer la petición del mismo; marcha que al final de cuentas termina siendo exitosa y se logra lo deseado, mientras esto sucede los muchachos siguen hiendo a clase de forma rutinaria, pero el país empieza a tener cambios significativos.

En un segundo momento nos encontramos en marzo de 1976 este es el momento de la Reorganización Nacional, después de un golpe de estado que sufre el gobierno argentino y que provoca un claro descontento a los protagonistas, teniendo en cuenta que se pretende sepultar por completo sus ideas revolucionarias, mediante un régimen absurdamente militar dentro de los colegios, por esta y muchas otras razones los muchachos, deciden hacer panfletos mostrando su inconformidad, que ponen en uno de los colegios en la noche y mientras celebran lo sucedido llegan las fuerzas armadas a golpearlos y detenerlos.

Este es el primer momento de incertidumbre para los muchachos, tanto sus amigos como sus padres empiezan a advertirles de lo peligroso que es el camino que están tomando pero ellos deciden continuar, hasta que una noche, para ser más precisos, la noche de los lapices, osea, aquella en la que “se llevaron a los de bellas artes”, las mismas fuerzas militares deciden irrumpir en sus hogares y tomarlos como rehenes, a excepción de uno de ellos, Pablo Novak, quien advertido de los hechos debe alejarse por un tiempo de su casa y de su colegio.

La Noche de Los Lápices

Pablo habla con su padre, y este lo persuade de volver a casa sin saber que eso llevaría a que también raptaran a su hijo y lo torturaran para sacarle información, que él decide nunca rebelar, lo que a su vez, hace que sea transferido a unos calabozos en los que casualmente se encuentra con varios de sus compañeros y unos cuantos revolucionarios más, que en su conjunto, duran allí mucho tiempo, pasando hambre y siendo torturados y en muchos momentos la película nos permite ver el dolor que pasaron los muchachos y algunas formas en las que sobrellevaban la penuria.

Y rasguñan las piedras, y rasguñas las piedras…

Ya para acabar, Pablo es enviado a detención oficial, sale del calabozo con la esperanza de que a todos los liberaran y es liberado cuatro años después, sin saber nunca en dónde estaban sus amigos, porque para su mala fortuna y la de todos los argentinos, nunca, nadie volvió a saber de ellos.

Cartel en Argentina con los rostro de los protagonistas de la llamada Noche de Los Lápices

Esta película lleva un contenido muy fuerte, totalmente real, documenta la forma en la que el gobierno argentino de la época desapareció sin dar razón alguna a muchos jóvenes de educación secundaria que simplemente tenían ideas diferentes; es una película capaz de erizar la piel y que nos muestra la realidad en la que vivimos, en la que, como diría Shakira, lo que no se quiere, se mata.

Julián Higuera, estudiante de Contaduría Publica, Universidad Nacional de Colombia

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