Reseña del texto “Sterling, R. R. (1967). Elements of pure Accounting Theory. The Accounting Review, 42(1), 62–73”

Dr. Robert Raymond Sterling

El doctor Robert Raymond Sterling, miembro del “ Accounting Hall of Fame” por su gran contribución a la teoría contable, fue estudiante de la Universidad de Denver y PhD de la Universidad de la Florida, logro coadyuvar como profesor, innovador y administrador durante su vida laboral, asistiendo de forma activa a la Universidad de New York, Universidad de Kansas e incluso en Yale.

En este apartado de su documento Elements of pure Accounting Theory el autor procura poner en colación los términos de costos expirables y costos no expirables en los que se ha cometido el error, durante muchos años y por muchos académicos, de asociar directamente el termino de costo al de la generación de beneficios dentro de las empresas, allí plantea que, definitivamente, habría que hacer una revisión rigurosa para notar de forma inmediata que lo que se revela directamente relacionado con la generación de beneficios es la producción de bienes y servicios, y que la definición de costos debe referirse precisamente a los costos expirables, que son aquellos de lo que no se puede esperar beneficio alguno, y los costos no expirables, que por su lado, son directamente relacionables con la generación de beneficios futuros, pero teniendo en cuenta que estos beneficios son generados realmente por bienes y servicios como actividad principal del ente (privado).

Una vez argumentado lo anterior el autor se preocupa por que la generación de beneficios está, precisamente, relacionada con la satisfacción que estos producen al mismo ser humano y es entonces cuando revela el concepto de caps, que para una traducción fácil, llamaremos unidades de capacidad, las cuales se encargan de medir directamente la capacidad que la generación de bienes y servicios tiene para generar beneficios directamente relacionados con la satisfacción.

Cuando se tiene definido el concepto de unidades de capacidad, se procede a hablar de cuentas, para hacer entender así, que la agrupación de las primeras, con características homogéneas produce a las segundas, que a su vez agrupadas y con la condición de producir un resultado igual a cero dentro de un balance crean el intercambio, concepto en el que se encuentran inmiscuidas las entidades consigo mismas y con agentes externos.

A esta generalización de conceptos contables se agrega el problema de la valoración al que se define como el coeficiente resultante de la operación de un valor con las unidades de capacidad.

Los antecedentes del autor, no solo le dan peso a sus palabras, sino que nos hacen pensar en el hecho de que desde los años cincuenta ya se venía hablando de problemas dentro de la terminología contable y que parecen haber sido ignorados todos aquellos académicos que procuraron aportar algo al respecto, el texto no solo genera la curiosidad por la forma en la que se lleva la contabilidad en el presente sino las ganas de preguntarse qué hubiera pasado con nuestra sociedad si nos hubiéramos tomado la tarea de tener en cuenta a estos académicos y teorizadores.

Julián Higuera, estudiante de Contaduría Publica, Universidad Nacional de Colombia

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