La copa menstrual, ¿una rareza? — CONCLUSIÓN

Marie Mélinon
Yendo al grano
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3 min readOct 23, 2020
Sangre menstrual, en verdad no es azul! ;)

Puntos principales detallados anteriormente

La copa es un receptáculo de silicona médica que se introduce en la vágina (como con un tampón) para retener el flujo menstrual. Sus antiguas versiones se remontan a la segunda mitad del siglo XIX.

Las dos razones principales de porque quisieron probar las mujeres encuestadas son medioambiental e higiénica/médica.

Después de usar la copa, las mujeres entrevistadas lograron confort, comodidad y practicidad, pero también encontraron que era una solución más higiénica, económica y ecológica. Destacan que les ha permitido alcanzar un mejor conocimiento de su propio cuerpo.

Muchas comentan que al principio la inserción y la extracción parecen complicadas. Pero, la gran mayoría coinciden en decir que después de un par de ciclos, una se acostumbra (tanto a nivel de inserción y extracción, como de limpieza y manipulación).

Ya que es un objeto relativamente íntimo, el tema de la higiene y la limpieza depende mucho de las instalaciones fuera de casa. Hay que ser creativa en casos de falta de lavamanos dentro del cuarto de baño.

La copa permite un ahorro a nivel de almacenaje y reaprovisionamiento, pero también a nivel económico.

Sin duda es también una decisión de consumo responsable para disminuir el impacto sobre el medioambiente y frenar la emergencia climática.

Finalmente, el 92% de las mujeres entrevistadas recomienda usar (o al menos probar) la copa.

Conclusión

Si se busca algo nuevo, si una no está contenta con las soluciones que utiliza de momento, si se quiere reducir residuos, si se quiere reducir los riesgos médicos, si una tiene un flujo abundante, si quiere una solución más económica, y muchísimas más razones, una de las soluciones puede ser la copa menstrual.

Evidentemente, cada cuerpo es único y cada mujer tiene circunstancias diferentes, tanto a nivel de sus preferencias, como respeto al contexto en el que vive. Afortunadamente, cada vez existen más soluciones en el mercado para responder a las necesidades de cada persona. En este sentido, está claro que la copa no es para todas.

Dicho esto, cuando una empieza a menstruar, suele probar las compresas menstruales desechables y/o los tampones desechables. Del mismo modo, me parece indispensable poder probar la copa para saber si conviene.

Quiero destacar la importancia de probar varias veces antes de hacerse una idea definitiva. Es porque, como con otras opciones (por ejemplo, con los tampones), el uso de la copa tiene una curva de aprendizaje. Una vez controlada el aspecto técnico, se puede valorar si conviene al contexto de vida o a la fisionomía (o cualquier otro criterio relacionado con la salud de la persona).

Estaría interesante repensar el diseño de los baños tanto públicos cómo en los lugares de trabajo o de ocio, para poder gestionar la limpieza cómodamente.

Finalmente, para mí es imprescindible:

  • difundir la información disponible sobre la copa (así que todas las demás opciones disponibles para la menstruación sostenible y sana), y
  • educar en los varios ámbitos relacionados con la salud de la mujer tanto a los profesionales (conocerlas, darlas a conocer y poder recomendar en función de cada mujer) como a las usuarias (conocer su existencia, aprender a inserir, extraerla y limpiarla).

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Marie Mélinon
Yendo al grano

Environmentally conscious, aiming for low-waste and low-impact way of life. Traveler, hiker, yogi, eager city cyclist.