La copa menstrual, ¿una rareza? — EXPERIENCIAS PRÁCTICAS

Marie Mélinon
Yendo al grano
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9 min readOct 23, 2020
Copa, 8 años de uso (sí, ¡es la mía!)

De cara al uso práctico y real de la copa menstrual, hice muchas preguntas a las mujeres entrevistadas y decidí ordenar las respuestas según los temas más frecuentes.

Practicidad y capacidad

Cinzia, Marta, Berta, Cat explican que la copa es muy práctica. Se puede llevar en distintos momentos del día. Con ella, no hay que preocuparse ni de la cantidad de flujo, ni de donde te encuentras, ni de la actividad que practicas.

De hecho, tanto Silvia como Cristina comentan que se puede usar la copa aunque no sepas si bajará la regla o no, por si acaso para evitar manchar.

En su caso, Caitlin le ha visto otra utilidad a la copa: le ha permitido medir el flujo diario usando las graduaciones en el lateral de la copa para poder seguir el estado de la hemorragia que padeció en un época de su vida.

Además de su practicidad, Caitlin, Hien, Cat, Karolina, Louise, Berta y R.G. mencionan todas que la copa tiene una capacidad más alta que otro tipo de protección que utilizaban antes de la copa.

Hien explica que agradece haber podido dejar de usar compresas gruesas para absorber su flujo abundante. Lo mismo le pasa a Cat, quien, en los últimos años, tuvo reglas largas y muy abundantes.

Karolina, Louise, Berta y R.G. reconocen que, por la alta capacidad de la copa, cambian de protección menos a menudo que lo harían con tampones o compresas. Incluso, Karolina experimentó días en los que la copa puede aguantar todo el día según la cantidad del flujo. [Ndlr: Los médicos recomiendan no llevar la copa más de 8 horas puesta para minimizar el riesgo de Síndrome del shock tóxico.]

Inserción y extracción

Algunas mujeres como Karolina mencionan que puede ser complicado insertar la copa en la vagina. Rita explica que la copa no siempre se abre y se coloca del todo bien [Ndlr: lo que puede ser la causa de pérdidas]. Y tanto Karolina como Natalia tienen o tuvieron a veces la sensación de que la copa no estaba bien posicionada.

Larraitz, Hien, Al3x y R.G. exponen que a veces han tenido pérdidas y terminan manchando su ropa interior sin que esté llena la copa. Esto puede estar relacionado con una inserción y/o una talla inadecuada, como lo piensa Hien que está suponiendo que con comprar otra talla se resolverá el problema.

Como para la inserción, la extracción parece complicada, para varias mujeres.

Caitlin tenía miedo de que la copa se caiga con todo el contenido y que tenga que fregar el suelo. Cosa que a Louise le pasó una vez y que resultó en un baño de peli de horror. En el caso de Karolina, la dificultad radicó más bien en la técnica de extracción. Su copa llevaba una “colita” de silicona de que tiró para extraer la copa, pero se rompió y tuvo que sacar la copa con los dedos con dificultad. Este incidente le pasó otra vez con otra copa idéntica. [Ndlr: Hay que recordar que en general la colita o el tubito no está diseñado para tirar de ella/ello y extraer la copa, pero sirve par ubicar la copa y poder llegar con el/los dedos a la base de la copa, hacer la presión necesaria para quitar el vacío y finalmente extraer la copa con los dedos más fácilmente.]

En su caso, a Maria José le da la sensación que sus dedos son demasiado cortos para alcanzar la copa y vuelve la extracción más difícil.

Eveline describe un caso un poco delicado para las mujeres que llevan el DIU [Ndlr: Dispositivo Intrauterino, es un método contraceptivo ubicado dentro del útero]. Explica que es más delicado extraer la copa cuando una lleva un DIU porque la extracción puede provocar una llamada de aire y mover el DIU de su sitio adecuado. Esto puede afectar la acción contraceptiva del DIU. Las mujeres que llevan el DIU tienen que tener un cuidado adicional durante la extracción para que esto no suceda y si tienen duda acudir a su ginecólogo para poder verificar que el DIU sigue en su sitio.

Comodidad

Natalia, Berta y Sandra aseguran que una vez acostumbrada y controlado el tema de la inserción y extracción, la copa es muy cómoda.

Diana, Louise, Marta, Rita, Ana, Irene, Sandra explican que no notan la copa una vez puesta (después de algo de práctica, of course) y que es un lujo poder olvidarse de que tienen la regla de todo el día, hasta a veces olvidar que la llevan puesta.

Carole y Silvia añaden que, incluso durante la fase en la que tienen menos sangrado (a principios o finales de la regla por ejemplo), y durante la que llevar un tampón puede ser molesto, la copa sigue siendo muy cómoda.

Eveline encuentra muy agradable la ausencia de sensación de humedad que puede sentir cuando usa compresas.
Por su parte, Karolina asegura que llevar la copa es muy cómodo también cuando hace deporte o actividades más físicas.

Higiene y limpieza

Sandra y Carmen opinan que con el uso de la copa se sienten más limpias, mientras Eveline agradece la sensación de no manchar. En el caso de Núria, dice que le parece un método más higiénico.

Estas opiniones se basan en las sensaciones percibidas por las personas y sus experiencias individuales. No recuerdo haber leído en ninguna documentación que es un método más “limpio” que otro. Sin embargo, las sensaciones de cada una tienen un rol muy importante porque les van a permitir tener una experiencia más abierta y relajada con la copa.

En cuanto a olores, Hien, Caitlin, Laure, Carole y Natalia apuntan que usar la copa menstrual no resulta en ningún olor o menos malos olores como puede ser el caso con las compresas.

Cómo la sangre se queda en la vagina, no entra en contacto con el aire/oxígeno y el material de las compresas. Por lo tanto, no hay proceso de oxidación y no se producen malos olores.

Entre el proceso de inserción/extracción y las condiciones que no siempre son adecuadas, el uso de la copa resulta poco higiénico o limpio para muchas mujeres. Dicho esto, varias de ellas admiten que es algo de que una se puede acostumbrar y organizar para que no sea un problema, como por ejemplo, llevando una botellita de agua consigo como sugiere Cinzia.

Sandra, Ana, Cristina, Anais, Eveline explican que al pasar el día fuera, es difícil encontrar sitios para poder quitar la copa y limpiarla.

Carmen, Carole, Véronique añaden que los sanitarios públicos o los baños de oficinas u otros baños de espacios compartidos no están diseñados adecuadamente. Suelen tener el lavamanos en la habitación principal, es decir, fuera de donde está el inodoro. Es un inconveniente a la hora de limpiar la copa y las manos. O se limpian delante los ojos de los demás (que puede ser muy incómodo para algunas).

Léa nos explica que cuando compartía piso, no le gustaba dejar la copa secar (después de haberla limpiado) en el baño compartido. No quería que los compañeros de piso pudieran ver la copa, que es algo bastante íntimo.

Recibí testimonios de casos más específicos que dificultaron el uso de la copa.

Silvia tiene una sensibilidad muy alta a las bacterias en la zona de la vagina y tiene que tener mucho cuidado con todo lo que se acerca a esta zona. En el caso de la copa, no vale sólo enjuagar con agua tibia y limpiar con jabón. La tendría que hervir antes y después de cada utilización. Con lo cual el tema de la limpieza es muy complicado para un uso fuera de casa.

Por su parte, Caitlin nos explicó que sufrió una hemorragia de varios meses seguidos (bajo seguimiento médico) y que tenía que vaciar la copa cada hora. Cuenta que su flujo era tan intenso que no tenía tiempo de limpiar la copa y volver a ponerla sin tener pérdidas durante este momento. Estos elementos hicieron del tema de la limpieza un reto importante para ella.

Salud

Hasta donde sé, no hay literatura médica que valore cada producto menstrual. Aun así, varias fuentes de información indican que los tampones y compresas convencionales pueden llevar trazas de químicos que pueden ser dañinos para la salud. Por esta razón, Al3x considera que la copa menstrual es una solución menos “peligrosa” que los tampones. Caitlin coincide en esta idea, ya que piensa que es un método más “sano”. Hasta ahora, no he encontrado avisos médicos oficiales desfavorables al uso de la copa menstrual. Es una valoración propia para cada mujer que puede pedir ayuda a los médicos que la suelen visitar.

Aprovisionamiento/Almacenamiento

La copa se compra una vez cada 10 años, lo que quiere decir que no hay que reaprovisionar a menudo ni almacenar.

A Jane, le hace muy feliz recordar estos momentos en que sentía llegar la regla y quedarse sin tampones. Como bien dice: “con la copa, eso no pasa!”

De la misma forma, Susanne, Carole, Ana, Cat y Larraitz, todas opinan que al usar la copa se han librado de ir a comprar el stock mensual de productos desechables. Representa un alivio no tener que preocuparse de llevar productos sanitarios con ellas para el tiempo fuera de casa. Sólo se preocupan de si llevan la copa en su bolso (o una de recambio para las que prefieren turnar en lugar de tener que limpiarla fuera de casa).

Con su mente muy práctica, Esther resalta que, en caso de viajes largos, no hace falta ir cargada, ni calcular cuánto se necesita. Y puede salir muy práctico en algunos lugares del mundo donde se hacen más difíciles de encontrar.

Sostenibilidad/Durabilidad

Como lo destacan Susanne, Diana y Marta, la copa es reutilizable (al revés de la mayoría de loas productos desechables en el mercado) y dura muchos años (los fabricantes dicen alrededor de 10 años).

Muchísimas de las mujeres entrevistadas apuntan que uno de los mayores beneficios es el carácter sostenible de la copa: se reducen drásticamente los residuos relacionados con la menstruación y permite evitar miles de compresas y tampones desechables que hubieran terminado en los vertederos (siendo materiales imposibles de reciclar por ser residuo sanitario).

Precio

Usar la copa representa un ahorro económico tremendo por no tener que comprar nuevas protecciones desechables cada ciclo, pero sólo una copa cada 10 años (de media).

Comparto abajo una tabla con precios aproximados y cálculos para poder estimar el gasto según las combinaciones de uso de protecciones menstruales:

Estimación del coste por tipo de producto

Libertad

Claire, Sara y Cat mencionan que llevar la copa les ha regalado libertad y tranquilidad.

Libertad de:

  • no tener que comprar productos desechables cada mes,
  • no tener que pagar un precio elevado cada mes (sólo por el hecho de ser mujeres, tenemos que asumir este gasto durante aproximadamente 40 años de nuestra vida),
  • no tener que pensar en cambiar los productos tan frecuentemente al día,
  • no arriesgar intoxicarse con unos productos que llevan químicos blanqueantes,
  • elegir un método que les gustan en el momento que les gustan,
  • no sentirse dependiente de una solución y
  • muchas más razones que son propias para cada mujer.

Empoderamiento sobre su propio cuerpo

Una ventaja muy llamativa que mencionaron un par de mujeres es aprender más sobre el cuerpo de una misma y sentirse más a gusto con ello. Laure explica que vaciar la copa le permite darse cuenta de cuánta sangre pierde y de como es y si hay variaciones. Con las compresas o los tampones no es tan fácil darse cuenta de la cantidad del flujo. Pero en realidad, en la mayoría de los casos no es más de una copa en todo un día. También aprendes que la sangre no huele a nada (igual puede tener un olor un poco metálico). Por su parte, Sara nos cuenta que usar la copa ha mejorado su conexión con “[su] propio cuerpo y [le] ha ayudado a entender más [su] anatomía y [su] ciclo menstrual, lo cual ha mejorado [su] visión de la regla. Conocer más [su] cuerpo también ha mejorado [su] vida sexual. Por último, [se siente] más empoderada tanto en la toma de decisiones sobre [su] cuerpo, como en [sus] decisiones como consumidora.”

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Marie Mélinon
Yendo al grano

Environmentally conscious, aiming for low-waste and low-impact way of life. Traveler, hiker, yogi, eager city cyclist.