La copa menstrual, ¿una rareza? — HISTORIA

Marie Mélinon
Yendo al grano
Published in
3 min readOct 23, 2020

¿Cómo es la copa?

La copa menstrual es un receptáculo en forma de copa (como las de vino) o una forma ovoide (como la de una bala de una pistola).

Algunos modelos tienen formas diferentes para adaptarse a la diversidad de morfología. Otros tienen un tubo o hilo para ayudar a localizar la copa dentro de la vagina y llegar a la base para poder romper el vacío y extraerla más fácilmente. A veces este tubo sirve para vaciar la copa sin tener que quitarla y volver a colocarla.

Está compuesta de silicona médica o también llamada silicona quirúrgica. La silicona quirúrgica se utiliza en muchos materiales quirúrgicos (sondas, catéteres, guantes, etc.). Este material es muy seguro y compatible con la flora vaginal. Además, es apto para las personas alérgicas al látex.

Se introduce en la vagina para retener el flujo sanguíneo de la menstruación.

Una de las primeras versiones de los “sacos” menstruales (H. W. Libbey)

¿No siempre ha sido así?

Os voy a contar un poco de la historia de la copa.

La copa menstrual no es una invención moderna. En realidad tenemos que volver atrás, no al principio del siglo XX, pero más atrás todavía, a los 1860. A lo largo de las décadas aparecieron varios modelos, más o menos acabados y realistas.

Empezaron con unos modelos de bolsas para retener el flujo colgadas de un cinturón entre las piernas (ver imagen a la izquierda). No parece muy cómodo, ¿verdad? ¡Seguro que no lo inventó una mujer! :)

Entre la versión de la bolsa atada al cinturón y las primeras versiones de la copa más parecidas a las de ahora, existieron numerosas variantes. Siempre con dos estilos: o el de la bolsa con cinturón, o el de la copa de ahora. Los materiales fueron cambiando con el paso de los años y los descubrimientos científicos.

La versión más parecida a la copa actual que fue comercializada fue la de Leona Chalmers en 1937. Leona era una actriz americana que patentó el diseño de la copa en látex de caucho. Su objetivo era que la copa fuera confortable y que no se notara en el cuerpo. Con este nuevo diseño las mujeres no tenían que vestir de manera a dejar sitio para los cinturones aguantadores de bolsas receptivas del flujo. Es decir, podían vestir con ropa más apretadas al cuerpo.

Después de la segunda guerra mundial, Leona Chalmers vendió los derechos de su diseño a Tassette que comercializaron varias versiones parecidas a la copa de Chalmers (Tass-ette, Tassette).

Desgraciadamente, en los años 1970 con la influencia del nuevo mercado de los productos de uso único, se propagó la idea según que no era muy higiénico tener que reutilizar el mismo objeto para la menstruación. Por lo tanto, una copa menstrual de uso único vio la luz (Tassaway).

Por cierto, ¡muy bueno el nombre! Es que a mí, me encantan los idiomas y los juegos de palabras. Tassaway se parece a toss away que quiere decir tirar, descartar, olvidarse de.

La copa como la conocemos volvió a comercializarse en 1987 con The Keeper hecha de látex de caucho cuya marca sigue existiendo todavía.

Con el nuevo siglo y el uso seguro más que confirmado y dominado, empezaron a entrar en el mercado copas menstruales hechas de silicona médica y con esto la copa empezó a ser una opción para todas las mujeres que tenían alergia al látex. A partir de este momento, muchas marcas inundaron el mercado (mooncup, lunette, ruby cup, ladycup, lily cup, organicup, ziggy cup, claricup, meluna, fleurcup, diva cup, pink copa, iris cup, enna cycle, sileu cup, be cup, magga cup, femme cup…) con sus ligeras diferencias de diseño (con o sin hilo o tubo, con bordes más o menos flexibles, con forma simétrica o asimétrica, de color o trasparente, con o sin aplicador, con o sin caja de esterilización…) para responder a las preferencias y morfologías de cada mujer.

Para los que quieren más detalles, os dejo un vídeo que me ha parecido muy interesante y divertido a la vez (en inglés): https://youtu.be/uNXJSEApokY

Y para los súper fans, podéis acercaros al museo de la menstruación en Nueva York o consultar su página. (Bueno en tiempos de Covid, creo que tendremos que contentarnos de la página web del museo.)

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Marie Mélinon
Yendo al grano

Environmentally conscious, aiming for low-waste and low-impact way of life. Traveler, hiker, yogi, eager city cyclist.