El Síndrome del Impostor en el mundo startup
En la presentación de un exitoso emprendedor textil Mexicano, hubo una frase que realmente me hizo pensar: “Somos el promedio de las 5 personas con las que más tiempo pasamos”. No recuerdo mucho más del contenido de dicha presentación.
Por otro lado, hay una charla TED realmente fantástica. Su contenido recuerdo casi de memoria. Amy Cuddy habla sobre el lenguaje corporal y como este afecta a otros, pero principalmente a uno mismo. Relata como ella creía que no lograría pertenecer a una universidad de Ivy Leage por un accidente cerebral que tuvo y le había bajado el IQ sustancialmente, pero lentamente fue avanzando en su carrera siempre pensando que no lo lograría hasta que terminó su grado summa cum laude y descubrió que lo había logrado, “fingiéndolo” todo el camino.
No es “Fake it till you make it”, sino “Fake it till you become it”
Uno de los problemas que más me afecta como emprendedor, es el Síndrome del Impostor:
Fenómeno psicológico que provoca que una persona no pueda internalizar sus logros. A pesar de la evidencia externa y tangible sobre su competitividad, aquellos que padecen este síndrome siguen convencidos que son fraudes y no lograron en realidad el éxito que la evidencia empírica demuestra.
Cuando leo las noticias en TechCrunch ó AngelList y observo la cantidad de ceros que hay en los fondos levantados por distintos startutps, siento que es un mundo distinto al cual mi emprendimiento pertenece.
A pesar de eso puedo hablar perfectamente sobre las etapas de levantar fondos Semilla, Series A, instrumentos de inversión, etc. Hemos levantado una ronda y hasta he escrito un artículo sobre inversión en Notas Convertibles.
Pero como dice JCDelau en su blog: “Raising money doesn’t prove shit. It just means that someone bought or believes in your story”.
No solamente el capital es lo que genera el sentimiento de impostor: A veces nos rodeamos de gente que le otorgamos un saber más que al propio sobre nuestro negocios y hasta puede tener insights más valiosos y una formación más idónea para la tarea que uno creía estar haciendo “bien”.
Formarse como emprendedor es un proceso de mejora continua. Es fundamental apalear esos momentos donde uno se siente impostor, con formación personal. Nunca hay que dejar de leer, de ver vídeos, de seguir aprendiendo y mejorando, para luego aportarlo al emprendimiento.
Hay que lograr ser la mejor versión de uno mismo. Forzarse a aprender, a rodearse de gente más inteligente y capaz que uno.
Hay que cambiar el sentimiento de sentirse un “impostor” por no haber logrado lo que otros parecen haber hecho fácilmente. No existe el fracaso, existe el éxito o el aprendizaje.
“Fake it until you make it”. No.“Fake it until you become it”.
Levantar capital no debería ser un punto de comparación de éxito. Cuantos startups podría nombrar que quebraron alevosamente rondas millonarias!
La aventura emprendedora no es fácil. Y si la Chutzpah es lo que marca la diferencia entre un emprendedor y un conformista, manejar la ansiedad, presión y estrés durante los primeros años es uno de los desafíos más grandes.
Entrepreneurship is living a few years of your life like most people won’t so you can spend the rest of your life like most people can’t
Hay que entender que la aventura emprendedora es una maratón y no un sprint.
Lograr superar el Síndrome del Impostor tal vez no es el verdadero problema, sino no sentirse intimidado en el camino por la gente que nos encontremos que aparentemente tenga mas éxito en lo mismo que nosotros hacemos, que haya levantado mas capital o parezca un know-how mucho mas competitivo que el mio.
No hay que dejarse intimidar por esta gente y verla como un enemigo, sino rodearse de ellos que nos ayuden a promediar nuestro desarrollo para arriba y darnos cuenta que no somos impostores, sino auténticos emprendedores.
