Amo escribir

¿Pero por qué a veces es tan difícil?

Regiane Folter
Yo, Regie
2 min readMar 4, 2024

--

No recuerdo cuándo me di cuenta de que me gustaba escribir. Ni siquiera sé si realmente viví ese momento. Tengo la impresión de que la escritura ha sido una constante a lo largo de mi vida. Desde que tengo uso de razón, recuerdo estar rodeada de libros y cuadernos. Inventando historias boludas, primero dibujadas, luego escritas con letra dudosa, y luego más elaboradas, aún con letra dudosa.

Siempre digo que para mí escribir es casi tan necesario como respirar. No se me ocurre otra acción que repita tanto a lo largo del tiempo, ni nada que me aporte tanta paz y plenitud.

Aun así, a veces escribir se me hace tan difícil… La idea de sentarme y poner por escrito lo que estoy pensando me parece imposible. No puedo concentrarme, no tengo fuerza de voluntad para persistir. Paso días enteros sin agarrar el lápiz ni acercarme a la compu. Escribir se convierte en lo contrario de respirar: pesado, complejo, antinatural.

No entiendo muy bien por qué ocurre esto. A veces pienso que es una consecuencia del viejo agotamiento, el cansancio generalizado que se deriva de mi manía de hacer, hacer y hacer. Así que cuando llego a mi límite, necesito desconectar de todo y centrarme sólo en lo que me proporciona un placer rápido y efímero.

Cuando se acaban estas vacaciones, suelo terminar aquí, sentada frente a la computadora, vomitando todo lo que he pasado en las teclas, explicando por qué he estado fuera. Casi pidiendo perdón a la escritura por haberla abandonado.

Pero a veces no puedo utilizar el agotamiento como excusa porque, al menos aparentemente, no me siento cansada. Simplemente no quiero escribir. Estoy bien, productiva, motivada. ¿Pero escribir? Nope.

Estos momentos me dan más miedo, porque señalan una existencia desconectada de la escritura. Me dicen “podés vivir sin contar historias. Podés hacer otras cosas y olvidarte de ese sueño infantil. Andá a vivir la vida real”.

Me seduce un poco la idea de dejar de escribir. Después de todo, tengo un trabajo, un sueldo, posibilidades que van más allá. No tendría que levantarme temprano para escribir, ni pasar horas y horas el fin de semana trabajando en proyectos literarios. No tendría que dedicarme a este hobbie/sueño que no me genera casi ningún beneficio económico. No me compararía con otros escritores ni pensaría que avanzo tan despacio que nunca llegaré a nada. No me cuestionaría si soy una persona completa por renunciar a algo que me gusta, si en mis 30 no debería dedicarme a trabajar y dejar atrás todas estas boludeces.

Podría sobrevivir sin escribir. Sé que podría.

¿Pero a qué precio?

--

--

Regiane Folter
Yo, Regie

Escrevi "AmoreZ", "Mulheres que não eram somente vítimas", e outras histórias aqui 💜 Compre meus livros: https://www.regianefolter.com/livros