Entre el caos y la paz
Como buena géminis que soy, florezco en la dualidad
Soy hija de los extremos. Cambio de voluntades y opiniones continuamente. No creo mucho en el ser, sino en el estar, ¡y estoy de tantas maneras diferentes que a veces me pierdo en las personajes! Parece confuso y contradictorio, pero toda esta variedad de “yoes” tiene sentido para mí; como un rompecabezas que parece imposible de armar, pero después de unir las aristas, las cosas fluyen.
Una de estas contradicciones es la fascinación que siento al mismo tiempo por el caos y por la ausencia de éste. Por un lado, me encanta estar en movimiento, saltar de un proyecto a otro, planificar y luego ejecutar, hacer y hacer. Organizo mi agenda por bloques de tareas y qué bonito es ver todo mi día dibujado y delimitado con colores, post-its y acciones que luego tacharé de la lista: check, check, check. Palabras en papel que se convierten en verdades. Un texto escrito, un mail enviado, un cajón ordenado, una llamada hecha.
Pero, por otro lado, también me encanta estar en un profundo estado de paz, donde reina la suavidad. ¿Sabes esa deliciosa tranquilidad del domingo por la tarde, cuando nada parece más importante que ver una serie, dormir la siesta, comer un postre, hablar con alguien especial? Cosas sencillas, que no producen más que una hermosa serenidad.
En estos momentos, todo a mi alrededor parece más brillante, más colorido. Me siento feliz sin ninguna razón en particular y satisfecha con la dirección de todos los aspectos de mi vida. Todo parece estar en su sitio y yo, loca de la organización que soy, entro en éxtasis: cuando todo está en orden, hay tiempo para relajarse y estar tranquila. Y qué maravilloso es estar tranquilita, haciendo mis cositas, leyendo mis libros, escribiendo, escribiendo, escribiendo…
Por supuesto, el camino de la tranquilidad no es eterno, y sé que en algún momento surgirá un giro que me sacará de esta calma y sacudirá las cosas. Normal, ¡la vida sigue! Lo bueno de crecer, compartir y reflexionar sobre mí misma es que estoy aprendiendo día a día a manejar mejor el caos que surge a mi alrededor. ¿El secreto? Haciendo todo lo posible para mantener la paz dentro de mí.
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