Fanática de gustar
Me gusta la gente que no espera a tener intimidad para llamarme Re. Me gustan las personas que acortan los nombres y las distancias. Me gustan las que abrazan con facilidad, sonríen con facilidad, miran a los ojos y se interesan por lo que dice la otra persona. Me gustan los que saludan con dos besitos. O un beso y un abrazote. Me gustan aquellas que no pierden el tiempo con formalidades y se lanzan a las situaciones, decididas a vivir aventuras, hacer amigos, estar totalmente presente. Me gusta quien tiene historia que contar.
Me gustan los que siempre ven el vaso medio lleno. Me gustan aquellos para los que no hay mal momento ni motivo para juzgar. Me gusta la gente que al “¿vamos?” contesta “¡vamos!” sin pensar dos veces. Me gustan los que creen que los amigos son familia, y que la familia siempre nos recibe de brazos abiertos, pase lo que pase. Me gustan los que aman a los animales y abrazan a sus gatitos y perritos sin dudarlo. Me gustan las que son poco ceremoniosas, que se sienten cómodas conociendo gente y lugares nuevos. Me gustan las que no cambian lo que son sólo para encajar. Me gustan los que se quieren a sí mismos antes de querer al resto del mundo.
Estas personas son mi estilo. Curiosamente, yo misma no siempre presento estas características. Soy una aspirante, digamos, y me encantaría parecerme más a esas personas que admiro. Por suerte tengo muchos modelos a seguir, personas que avanzan con una sensación de ligereza y seguridad de la que tantas veces he carecido. Pero intento no poner mi camino al lado de otros y medir lo lejos o lo cerca que estoy de la meta. Si hay algo imposible de comparar son las experiencias de personas diferentes; la única forma honesta de medir mi progreso es si me comparo con quien era hace años.
Así que hago ese ejercicio. Recuerdo lo que pasé, las veces que me caí, las veces que lloré, las veces que sonreí. Las veces que aprendí. Y en esta ola de nostalgia, me doy cuenta de que me gusta esta existencia imperfecta, estos errores, estos éxitos. Todo lo que me hizo ser quien soy y todo lo que hice y volvería a hacer, porque no me arrepiento de nada. Me gusta crecer, moverme, sentir los pasos que doy hacia esos sueños que también me apasionan inmensamente. Me gusta usar adverbios y adjetivos así, sin mucho cuidado. Me gusta perder el control de las cosas. Me gusta escribir.
¿Nuestros gustos nos hacen ser quienes somos, o es la gente que nos gusta la que nos forma? ¿O ambas cosas? Yo no lo sé. Sólo sé que me gusta hacerme preguntas, filosofar en Medium o en el bar, y sorprenderme con otras perspectivas. Porque si hay algo que me gusta es la gente a la que le gustan cosas diversas.
Y a ti, ¿qué te gusta? ¿O quién?
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