Frases y reflexiones sobre el amor y la pérdida
¿Has sufrido alguna vez por amor?
“I can survive it. I’d rather survive it than never feel it.”
Cuando leí esa frase del libro “Los siete maridos de Evelyn Hugo”, de Taylor Jenkins Reid, me impactó de una manera…..
No quiero hacer spoiler para los que no lo hayan leído, pero necesito explicar el contexto. En una parte de la historia, una persona está enferma y, cuando se lo cuenta a su gran amor, le pregunta si cree que será capaz de superar su muerte. Y la respuesta de la otra persona es exactamente esa:
“Puedo sobrevivir a eso. Prefiero sobrevivir a no haber nunca sentido”. (traducción propia)
Es tan sabio y tan real… Los que aman lo saben. La pérdida es inevitable en cualquier tipo de amor. Todo es de color de rosa hasta que algo sucede y los colores de la escena cambian. Alguien se va, algo ya no es lo mismo, alguien ha cambiado, algo duele. Y a través de la ventana sólo vemos oscuridad.
Pero incluso inmersos en el dolor, incluso en el peor momento de la pérdida, cuando nos abandonamos a la desesperación y la tristeza, seguimos sabiendo que valió la pena. Valió la pena cada segundo. Sólo hay duelo porque hubo felicidad. Y es necesario pasar por ese dolor para superar el final y encarar nuevos comienzos.
Otros versos que me hace pensar en eso son estos:
’Tis a fearful thing
to love what death can touch.
A fearful thing
to love, to hope, to dream, to be —
to be,
And oh, to lose”
O en mi traducción:
“Qué cosa tan temible
Amar lo que la muerte puede tocar.
Qué cosa tan temible
amar, esperar, soñar, ser…
ser,
y, oh, perder”.
Suelo asociar esta idea de perder a alguien con la muerte, la pérdida más extrema de todas. Pero todos conocemos otros tipo de pérdidas, quizá menos definitivas, pero igualmente impactantes. Las personas que amamos, o incluso partes nuestras, pueden irse de distintas maneras o por diferentes motivos. Y necesitamos aprender a lidiar con ello, para que el dolor sea más digerible, para aprender de él.
Es importante aclarar que hablo de amores sanos, en los que lo bueno siempre pesa más en la balanza. Amores que nos hacen crecer, que nos hacen felices, que nos iluminan. Pero que a la larga también llegan a su fin. Esas relaciones que se disfrazan de amor y hablan como amor, pero no se comportan como tal, no entran en esta discusión. Hay muchas relaciones por ahí basadas en el abuso y el terror, que no son amor en absoluto. Para estas relaciones no vale un solo segundo de dolor, ni siquiera un rasguño. Sentir sólo dolor no sirve de nada y deja cicatrices muy profundas. Lo sé muy bien.
Recomiendo el libro de Taylor y recomiendo el texto antiguo con los versos que he mencionado. Pero recomiendo, sobre todo, amar. Amar, mucho y con todo tu ser. Amar con locura. En algún momento dolerá, eso seguro. Pero después de secarte las lágrimas y levantar la cabeza, verás cómo ese sentimiento te inspira a seguir adelante.
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