He desaparecido… y no siento ninguna culpa! 🙈
Escribiendo y leyendo sobre rutina y sobre escaparse de ella también
Aquí todo va bien! Pero tengo una confesión que hacer.
En mayo no cumplí uno de mis objetivos para 2023: no envié mi newsletter en Substack a final de mes, como vengo haciendo desde enero. Y, para ser 100% sincera, me la olvidé por completo. No es que la tuviera preparada y no me acordara de pulsar el botón “Enviar”. No. Borré completamente la tarea de mi mente y no escribí el texto, ni hice la curaduría del resto de contenidos, ni diseñé el email, ni nada de nada. Me fui de vacaciones y dejé esa tarea completamente abandonada.
Lo siento gente, pero no puedo sentirme mal por ello. Necesitaba tanto estas vacaciones, necesitaba tanto desconectar del ordenador y de las interminables listas de cosas por hacer… Estaba desesperada por descansar de verdad y lo único que quería era tener tiempo para respirar y estar con la gente que quiero.
Y así lo hice.
Cerré la compu en mi último día oficial de trabajo y no volví a abrirla durante dos semanas que fueron puro placer. Viajé, charlé, comí cosas ricas, tomé buenas copas. Conocí nuevos lugares, abracé a gente querida, celebré mi cumpleaños, celebré la vida. Dormí, jugué, leí, sonreí. No dejé que el laburo y los proyectos formaran parte de este momento. No porque no sean importantes; lo son, y mucho. Pero sé que para seguir luchando por conseguirlos a veces necesito dejarlos decantar.
En este último tiempo, he estado aprendiendo mucho sobre la importancia de permitirme estos espacios de relajación. Hace unos años, entraría en una crisis de ansiedad al pensar en estar tanto tiempo sin escribir, sin seguir una rutina, sin hacer un freela o cualquier cosa work-related. Hoy, el malestar sigue existiendo, pero a menor escala. La terapia y la maduración me han demostrado que descansar forma parte del proceso. Y que también hay abundancia en el no hacer.
Igual que necesitaba unas vacaciones, también necesitaba volver y lo hice. Con más energía, con más serenidad, con más ganas. Feliz por lo vivido en esas vacaciones y feliz por la vuelta a los proyectos y sueños que tanto me motivan. Porque no hay nada mejor que el equilibrio!
Ya lo decía la musa Aline Valek en su propia news: “Hay consuelo en la estabilidad”. Pero la transformación también es necesaria porque nos inspira, porque nos permite construir una estabilidad que tenga sentido para nosotros en nuestros diferentes momentos.
Rutina, sí, para ordenar nuestros planes y acelerar nuestros éxitos. Pero también escapar de ella de vez en cuando, para reconectar con tu interior, con tus valores y con lo que te hace mejor.
