Hoy decidí no estresarme

Regiane Folter
Yo, Regie
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3 min readSep 30, 2022

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Foto de Jakub Dziubak en Unsplash

Llegué a esa conclusión sentada en un hermoso balcón, tomando un café con leche caliente y sintiendo el cálido abrazo de la mañana. Así, rodeada de plantas, de la luz del sol y del canto de los pájaros, no podía tomar otra decisión. Este entorno es tan propicio para que pensemos con más ligereza y nos movamos más despacio…

Es fácil estresarse en la ciudad, rodeada de edificios, sin poder ver el horizonte y a veces incluso sin poder ver el cielo por la niebla. Es más fácil estresarse en la prisa de los coches en movimiento, en la oficina sin ventanas, en el apartamento alto y frío. Es más fácil estresarse en invierno, cuando el alma se congela y parece que todo alrededor hiberna también.

En verano, en una casa de ensueño como ésta, llena de espacio y vida, es sencillo desprenderme de las cosas que me preocupan. Sonrío más, pienso menos, cargo menos, quiero más. En la pereza de mi café matutino, no mantengo la vista en mi celular ni pienso en todas las tareas que me esperan más tarde en el día. Me concentro en el aquí y ahora, en estar presente y disfrutar de esos segundos de paz y casi silencio. Recargo las pilas, agradezco la belleza de estar donde estoy y me sorprendo a mí misma al darme cuenta de que hay tiempo para tomar un café largo y reflexivo.

¿Y no es posible vivir así, me preguntas? Creo que sí. No para siempre en esta casita de los sueños, ya que al fin y al cabo la vida también sucede en otros lugares y es necesario pasar por ellos. Pero creo que podría absorber esta sensación de paz, empaparme en ella, llenarme de esta luz y esta suavidad, y llevar lo que siento aquí a los cuatro rincones del mundo. ¡Podría convertirme en mi propia fuente de serenidad, autosuficiente y plena! Quién sabe, algún día podría hasta contagiar a los demás, contarles la historia de este lugar en el que me siento tan liviana y hacerles levitar también.

Hoy en día, todavía no tengo esa capacidad. Todavía me resulta difícil mantener este calor dentro si paso mucho tiempo lejos de mi hogar. Acabo cayendo una y otra vez en las garras de la ansiedad, me estreso hasta por boludeces que deberían hacerme reír en lugar de llorar. A medida que pasa el tiempo, siento cómo la calma se me escapa hasta que vuelvo a sentirme hueca e infeliz. Atrapada por las horas y la sensación de que nada (ni siquiera yo) es suficiente.

Sin embargo, si hay otra cosa que me ha enseñado la calma que siento aquí en este balcón, es que tan importante como relajarse y disfrutar de los momentos de alegría, es ser paciente y cariñosa conmigo misma en los momentos de angustia. Así que me perdono y sigo yendo y viniendo, siempre aprendiendo en el proceso. Cada vez que estoy aquí recupero mi fuerza y la creencia de que puedo llegar más y más lejos, sin olvidar nunca las raíces que me mantienen en pie.

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Regiane Folter
Yo, Regie

Escrevi "AmoreZ", "Mulheres que não eram somente vítimas", e outras histórias aqui 💜 Compre meus livros: https://www.regianefolter.com/livros