La lluvia es demasiado buena
Escribiendo y leyendo sobre el clima y lo que nos hace bien
Escribo este texto con el agradable sonido de la lluvia de fondo. Por fin está lloviendo mucho más en Montevideo y todes agradecemos! Este año hemos tenido una emergencia hídrica muy complicada, la principal fuente de agua de la ciudad ha llegado a su límite extremo, el caos. Así que ahora escucho el agua caer del cielo y respiro aliviada.
Siempre me han gustado los días de lluvia. Por supuesto, nadie quiere que llueva un día en el que necesita moverse mucho o estar al aire libre. Pero si el plan es quedarse entre cuatro paredes, es re placentero.
La lluvia trae un rico olor a limpio. La sensación de que el agua fluye y purifica. A veces también huele a tierra o a asfalto mojado, dependiendo de dónde vivís. Pero siempre es reconfortante.
La lluvia tiene ritmo, es música. Puede ser una suave canción de cuna cuando sólo está lloviznando o un pesado rock-and-roll cuando es una tormenta llena de relámpagos y truenos.
La lluvia es buena para dormir, para escribir, para dar unos besos, para ver una película, para beber un vinito. También es buena para nadar. Recuerdo innumerables veces ver llover estando debajo del agua, mirando hacia arriba desde el fondo y contemplando la obra de arte que forman las gotas cuando caen al mar.
La lluvia es buena en el frío, cuando crea el ambiente perfecto para tirarse bajo las sábanas, y es buena en el calor, cuando calma la intensidad del verano.
Qué paz siento cuando me siento aquí y escribo con el sonido de la lluvia dictando mis palabras, acompañando perfectamente el ruido de mis dedos deslizándose por el teclado.
Ayer descubrí que la lluvia también es buena para el yoga. Justo cuando empezó mi clase, ¡empezó a caerse el mundo! Entre los estiramientos, las respiraciones profundas y el namaste, sentí que entraba en el estado paz y amor de la clase más fácilmente cuando empecé a prestar atención al ruido de la lluvia. Me concentré en el sonido rítmico de las gotas sobre el techo y me resultó más fácil soltar el torbellino de pensamientos que siempre me acompaña.
La lluvia es demasiado buena.
¿Qué te gusta hacer cuando llueve?
