Principios, finales y lo que hay en el medio
He cerrado ciclos y abierto puertas
En los últimos tiempos, viví varios comienzos y finales. He cerrado ciclos y abierto puertas. No hay nada como dejar la luz del sol entrar en casa, sentir el viento fresco que viene de fuera y despeja el aire pesado que a veces se acumula en el interior.
Empezando por los finales, qué difícil es decir adiós, ¿no? Para las personas, los hábitos, las ideas, las cosas, las partes de nosotras mismas… Muy duro, pero creo que es mejor aprender a decir adiós, sí, Leonardo, porque si no nos vamos (o se van) de repente, vapt vupt, y cuando nos damos cuenta, ya es tarde. No hay más tiempo. Así que mi consejo para ti es: sepas vivir tus fines. Celebrá, brindá por lo que ha sido, llorá si es necesario, recordá. Así es más fácil aprender a seguir adelante sin esa pérdida. Closure, como se dice en inglés. ¿Existe una buena palabra en español para nombrar este verbo/momento de despedida de lo que fue y de lo que ya no será? Si conoces alguno, por favor, decime.
Sobre los comienzos, me reconfortan varios proyectos hermosos en los que estoy trabajando en 2022 que, por supuesto, implican libros y personas. No puedo quedarme quieta mucho tiempo, así que siempre estoy inventando nuevas locuras. Me encanta planificar, investigar, hacer listas, calendarios y definir los próximos pasos. El objetivo puede ser desde organizar el armario hasta escribir mi próximo libro, o sea, no importa el nivel de complejidad de la tarea. Lo importante es sentir que avanzo, que crezco, que logro.
Entre estos dos puntos, principio y fin, reina la rutina. La continuidad, el día a día, el hacer que transforma la idea en realidad. El paso del tiempo que transforma el duelo en añoranza. El hacer que invariablemente en algún momento nos llevará al punto final.
No sé vos, pero yo estoy cansada. Después de más de dos años de vida pandémica, sentir que aún nos queda un largo camino por recorrer antes de volver a una vida normal es agotador. Aun así, seguimos adelante. Cuidar nuestra salud mental, ejercitar la paciencia y encontrar la paz en los comienzos, medios y finales que son, al final, la historia más maravillosa: la nuestra.
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