Movimiento — Medicina del futuro

Adriana Cabañas
Yoga Para Mi
Published in
6 min readOct 20, 2017

La medicina del futuro tendrá que enfocarse en sanar la epidemia de las enfermedades relacionadas al estilo de vida, modificando patrones de comportamiento. Los maestros de yoga y terapeutas corporales serán los que incorporen el poder transformativo de la red miofascial que posee un rol importantísimo en este proceso.” Tom Myers

Cómo toda una yogageek cuando algo me interesa me gusta saber más y más (además de ser escorpio total y querer ir a las profundidades de cualquier tema) por lo tanto el tema el movimiento, fascia, bienestar llevan poco más de tenerme en estudio y exploración profunda.

Algo que me ha sorprendido en esta búsqueda es que no había tomado conciencia de lo poco que como seres humanos nos movemos. Hemos caído en el comfort y además pasamos de una postura de inmovilidad a otra — ejemplo imaginario — un ser humano en alguna parte del mundo duerme 8 horas (si bien le va porque además el ritmo acelerado quizá no permita más de 6) pasa ese tiempo en la cama, se levanta para ir al trabajo, se alista, desayuna algo rápido y se sube al auto para pasar por lo menos 45 min sentado de nuevo en un tráfico que fluye como sin ganas de avanzar, llega a la oficina donde sabe que pasará al menos 8 horas (de nuevo esto quizá sea utópico, porque suele extenderse) sentado frente a una computadora — hasta los músculos de sus ojos están fijos y el pobre diafragma en esa postura apenas tiene espacio para respirar. Regresa a casa, cansado, se sienta frente al televisor, una hora, dos horas quizá (de nuevo sentado o semi acostado) existe la idea de hacer ejercicio pero se dice a si mismo que mejor otro día que no esté tan cansado — se para después para ver que va a cenar, algo rápido de nuevo y se va a acostar.

¿Que te parece el día de nuestro ser humano imaginario?

Si midiéramos su cantidad de actividad física — caminar, subir escaleras, pararse, agacharse — quizá no sea ni el mínimo indispensable. Además de que no hay un momento en el que haya un goce de movimiento — que permita que su cuerpo se mueva y divierta.

“Sentarse es la enfermedad de nuestro tiempo.” James A. Levine especialista en obesidad de la Clínica Mayo

Recientemente leí un par de cifras que me “movieron” a enfatizar más la importancia de hacer ejercicio y de disfrutar el movimiento cotidiano — Actualmente hay 2 millones de muertes al año relacionadas con el sedentarismo de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Se considera que un 17% de la población es inactiva y el 60% no cumple con el mínimo de realizar 30 minutos de actividad física. (1)

Dentro del tema de dolor crónico tenemos a las neuronas de amplio rango (wide range neurons), parte de lo que aprendí de mi maestro del Método Feldenkrais — Roberto Liaskowsky — (http://robertoliaskowsky.blogspot.mx) — neuronas especializadas en propiocepción (la información de como está el cuerpo en el espacio -posición, presión, temperatura) pero cuando no nos movemos, comienzan a transmitir nocicepción (dolor). Se estima que hay un 10% de la población que sufre de dolor crónico (2). Agregando con el tema de fatiga crónica, un cuerpo que no se mueve el tejido conectivo se desorganiza y se “enreda” lo que hace que sintamos que movernos es difícil, se vuelve poco eficiente ya que necesitamos más energía para vencer la resistencia de “desenredar” los nudos de colágeno que se van formando tras ser un “couch potato” o pasar 8 horas frente a la computadora en postura de gárgola. Por lo tanto al no moverse el sistema nervioso pierde la información propioceptiva — el coeficiente kinestésico — perdiendo la habilidad de coordinar el movimiento — haciendo más propenso a sobrecargas articulares, lesiones, caídas, accidentes.

A esto hay que agregarle que existen varias enfermedades asociadas a la falta de actividad física:

  • Obesidad
  • Enfermedades coronarias
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Hipertensión
  • Diabetes
  • Fatiga crónica
  • Dolor crónico
  • Algunos tipos de cáncer
  • Ansiedad/depresión

Apenas hace 2 generaciones que entramos a la revolución electrónica — la cual nos llevo a aumentar el índice de sedentarismo. Si consideramos la evolución del ser humano — hace apenas 10,000 años dejamos de ser nómadas — lo cual fuimos por 2.5 millones de años — (4) cuando se inicio la revolución agrícola. Fuimos diseñados hacia el movimiento y cada vez nos movemos menos. Sin duda fisiológicamente es nuevo para nuestro sistema la ausencia de movimiento. Solíamos desplazarnos a pie, quizá a caballo (lo cual quien quiera que haya montado a caballo, sabe que implica agilidad), la comida implicaba desde agacharse a recoger frutos a trepar árboles y correr o nadar para cazar algún animal.

Como puedes ver, hay un gran impacto en nuestro cuerpo y emociones al adoptar un estilo de vida que se le olvida el movimiento. La buena noticia es que es esencialmente moverse lo que puede ayudar a mejorar todo esto y no es necesario ser atleta de alto rendimiento para obtener los beneficios.

De acuerdo a Frank Booth al menos 30 minutos de actividad física moderada tiene un efecto beneficioso, además de tratar de mantenerse en movimiento durante las actividades cotidianas para sumar efectos(3). Estos 30 minutos se hacen mejores si los distribuimos durante el día para evitar pasar sentados o inactivos durante largos períodos. Por lo tanto si tienes poco tiempo — es mejor hace 15 min en la mañana o 15 minutos en la noche que una sola sesión e incluso quizá sea mucho más accesible de esta manera — claro lo ideal sería que hagas del ejercicio no solo una prioridad sino un regalo que te das y dejarlo de ver como una “tarea” que hay que realizar — es un momento de diversión y relajación. Y si puedes ir prolongado a que sea más de 30 minutos que mejor. Como todo es buscar el punto medio, los extremos no son lo mejor y tampoco se trata de hacer ejercicio extremo que genere fatiga, inflamación y exceso de ácido láctico.

Para los que somos instructores de yoga o de otras disciplinas de movimiento ya sea que acompañemos a alguien en un proceso terapéutico, apoyemos durante una enfermedad o demos clases de grupo — el poder transformador del movimiento es increíble. Creo que puedo hablar por muchos de los que nos dedicamos a compartir temas de movimiento — lo hacemos porque nos transformó por completo. En mi experiencia — en una sola clase de Yoga me enamoré y me dije esta práctica tiene un potencial terapéutico que va más allá de lo que haya probado antes — quiero seguir, quiero aprender y quiero compartirlo — quiero que la medicina occidental integre esto que se nos ha olvidado.

“El ejercicio es el estímulo más fuerte conocido para crear nuevas células nerviosas.” Henriette van Praag, Experta en neurogénesis y neuroplasticidad del National Institute of Aging en Baltimore

Poco a poco vamos rompiendo paradigmas y creencias, ya no se indica reposo absoluto en enfermedades como cáncer pues se ha comprobado que incluso hacer ejercicio durante el tratamiento puede mejorar el pronóstico, disminuir los efectos secundarios y mantener su resistencia cardiovascular. La medicina se va dando cuenta que moverse es parte del bienestar. Si el yoga es unión — me alegra saber que se le este permitiendo integrarse a tratar pacientes dentro de hospitales, que cada vez haya más centros de yoga en más lugares y que sea accesible a todas las personas.

Cuando nos transformamos hacia el movimiento lo empezamos a hacer más consciente en otras áreas de la vida — caminamos en vez de tomar el auto, jugamos con hijos/sobrinos, disfrutamos de hobbies que nos hacen movernos, incluso lavar y tender ropa se vuelven parte normal del día pues son invitaciones ser curiosos de como nos movemos, como está disponible nuestro cuerpo para actuar. Nos damos cuenta cuando llevamos un rato sentados que necesitamos estirarnos un poco, el cuerpo pide ir al mat y pasar un buen rato, disfrutamos bailar, nos permitimos expresar, nos permitimos conectar. Todo se nutre cuando nos movemos — no hay nada estático en este vasto universo.

Así que sigamos en movimiento, compartiendo y uniendo, cuerpos felices, fascias felices — cada una de tus células, cada uno de tus órganos se nutre cuando nos movemos.

¿Y tu ya te moviste hoy?

Todo el shine on para ti, que goces cada respiración y cada movimiento ❤

Tienes todo en ti para tu bienestar, cuéntame tu experiencia de estar en movimiento — quiero saber cómo te sientes.

Adriana

Bibliografía:

  1. Blech, J. (2009). Healing through exercise: Scientifically proven ways to prevent and overcome illness and lengthen your life. Philadelphia, PA: Lifelong Books/Da Capo Press
  2. Goldberg DS, McGee SJ. Pain as a global public health priority. BMC Public Health. 2011;11:770.
  3. Booth, F. W., Chakravarthy, M. V., Gordon, S. E., & Spangenburg, E. E. (2002). Waging war on physical inactivity: Using modern molecular ammunition against an ancient enemy. Journal of Applied Physiology J Appl Physiol, 93(1), 3–30. doi:10.1152/japplphysiol.00073.2002
  4. Harari, Y. N. (n.d.). Sapiens: A brief history of humankind.

--

--