¿Qué camino seguirías para convertirte en desarrollador web?

Un buen programador tiene que cumplir con las mismas condiciones que cualquier otro trabajador: tener iniciativa e interés en lo que está haciendo y reciclarse constantemente.

Richard Rueda
Z1 Digital Studio
5 min readJun 12, 2018

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Vengo del mundo del comercio internacional. A punto de finalizar mis estudios en la Universidad de Rouen, he tenido la oportunidad de realizar mis prácticas en el estudio de creación de productos digitales Commite Inc., dónde estoy pasando unos meses rodeado de desarrolladores y diseñadores de aplicaciones web que trabajan mayoritariamente con emprendedores de startups en Estados Unidos.

Commite Inc. está formado por un equipo de 20 personas. Sin embargo, a pesar de que su principal actividad es ayudar a emprendedores en la creación digital de sus productos o servicios, si preguntas a tu alrededor cuántos Ingenieros de Software están trabajando en la compañía la respuesta más común es un intrigante “no lo sé”. Esto se debe a que en el ecosistema startup para el que trabajan lo que se necesita es personas que consigan resolver problemas, lo cual no se traduce necesariamente en tener un título de ingeniero bajo el brazo.

Si bien la universidad ayuda, sobre todo a tener un pensamiento analítico, lo cierto es que para ser desarrollador web no tienes por qué tener una carrera sobre software o informática mientras le pongas ganas al aprendizaje en tu día a día, te preocupes por reinventarte y te actualices a medida que el mundo lo va haciendo también.

Así, este sector, que en principio parece ajeno a mi experiencia, ha conseguido despertar mi interés. A fin de cuentas todos estamos inmersos en el mundo digital y, aunque existan matices, los perfiles de desarrollador son los más deseados y los mejor pagados, según un informe de Developer Economics al que hacia referencia El Confidencial el año pasado.

¿Pero qué es necesario para ser un buen desarrollador?

Si como yo has estudiado una carrera alejada de la tecnología pura y dura, no puedes evitar preguntarte si es posible entrar a formar parte de este prometedor ecosistema o ya es demasiado tarde para ti. Es por esto que consulté a dos perfiles muy diferentes dentro de la empresa para que arrojaran un poco de luz sobre el asunto: Ana Martínez, una joven desarrolladora front-end que acaba de incorporarse al estudio hace unos meses, y Héctor Giner, CEO de Commite Inc. que acumula 10 años de experiencia en el sector.

Ana, que publicó recientemente sus opiniones al respecto en el blog de Skillcrush, una plataforma que invita a la reinvención y reciclaje profesional en tecnología, comenta que cuando empezó a trabajar lo primero que le pidieron fue conocer javascript, css y html.“Para mi esos son los tres lenguajes principales, a partir de ahí vienen todos los demás”, argumenta. Sin embargo, ella no estudió Ingeniería Informática en la universidad, sino Matemáticas: “Donde realmente aprendí a desenvolverme fue en el día a día con mis compañeros de trabajo” confiesa.

En la sociedad actual, es muy ingenuo pensar que ya está todo hecho con tener una carrera universitaria en un área específica. Al terminar los estudios mucha gente se da cuenta de que ha adquirido mucha teoría, pero no tiene casi nada de práctica.

Y he aquí la pescadilla que se muerde la cola: ¿Cómo conseguir experiencia si acabas de salir de la carrera y aun no te han dado la oportunidad de trabajar? Héctor cree en que la importancia de involucrarnos en proyectos paralelos con nuestros compañeros durante la carrera. Él asegura que si bien “tener una carrera universitaria suma”, cuando está buscando contratar un desarrollador se fija en qué proyectos paralelos ha participado el candidato, más allá del título.

Iniciativa, entusiasmo y reciclaje constante

Lo cierto es que la tecnología cambia tan rápido que no importa si has estudiado Desarrollo Software en la universidad si no estás continuamente actualizando tus competencias. Héctor me comentaba que a veces necesitas disponer de un conocimiento en un lenguaje tan actual que de hecho es casi imposible haberlo estudiado durante la carrera. React, Angular o Django por citar algunos ejemplos, son tecnologías tan modernas y específicas que es raro haberlas aprendido años atrás y en Commite las utilizan cada día.

Además, algo en lo que tanto Héctor como Ana insisten es en que lo realmente relevante es que te apasione el mundo del desarrollo y le pongas interés, porque si no, por muy pujante que sea el sector te resultará muy complicado encontrar tu sitio. Así, ambos inciden en la importancia de ser autodidacta y dejar que tu motivación te impulse.

Hoy día es posible encontrar muchos recursos de aprendizaje gratuitos o muy accesibles en internet como los nano degrees de Udacity o los cursos de Udemy o Domestika, lo que te permite avanzar en tus conocimientos al mismo tiempo que te involucras en proyectos ya sea online o físicamente en tu comunidad. Existen numerosos grupos de meetup que facilitan encontrar perfiles afines a tus intereses en tu misma ciudad. La cuestión es tener iniciativa y demostrar que tienes ganas de aprender.

De hecho, desde su punto de vista, un buen desarrollador web tiene que cumplir con las mismas condiciones que cualquier otro trabajador: tener iniciativa e interés en lo que se está haciendo. Ambas fuerzas funcionan como impulsoras que motivan e incitan a la auto-mejora.

Cuando te gusta lo que haces, por muy difícil que sea, encuentras placer al realizar la actividad.

Ana además piensa que a parte de esos dos pilares (iniciativa e interés) hace falta tener una cierta afinidad por la tecnología. Algo esencial porque por mucho que estudies, si no existe esa simpatía, el camino será mucho más difícil.

Cada uno tiene sus habilidades, pero a veces estas no corresponden con la pasión que la persona cree tener. Eso no significa que si tu habilidad no corresponde con tu pasión sea el fin del mundo. Hay ejemplos de personas que perseveran y alcanzan más por la motivación que aquellos a los que les resulta fácil. ¡Todo depende de la persona, su nivel de perseverancia y su ritmo de aprendizaje!

En definitiva si algo he aprendido estas semanas es que no hay que tener miedo a diseñar tu propia carrera, a moldear tu futuro a tu gusto en base a un aprendizaje constante. No creas que lo sabes todo y no deseches algo porque no sea como tú normalmente lo haces. Si piensas A y alguien te enseña B, usa esa información para crear C. Perseverancia proviene del coraje, y es lo que nos permite avanzar.

Como conclusión me quedo con el último consejo de Héctor: “No llores pensando que ni Facebook ni Apple van a contratarte por tu falta de experiencia. Sé valiente, rodéate de gente que esté haciendo grandes cosas y ofrécete para colaborar. ¡Las startups siempre necesitan gente que esté deseando aprender!”

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Richard Rueda
Z1 Digital Studio

Student in his last year of Foreign Applied Languages in International Business. Native Spanish speaker, fluent in French and English.