El propósito social: más allá de la responsabilidad social corporativa
Independientemente de los objetivos que definamos para nuestro proyecto, es vital no olvidar nunca que las empresas son un motor de cambio y es el propósito lo que les hará seguir caminando.
Marty Neumeier decía que el propósito de una empresa es la razón por la que existe, más allá de ganar dinero. Sitúa así al propósito siempre en un nivel superior a la misión y la visión de la empresa. Esto lo hace con una finalidad: hacernos entender que cuando la misión parece no funcionar y la visión es difusa, el propósito es lo que nos empuja a seguir luchando.
Aunque 2017 puede ser definido probablemente como el mejor año de la humanidad en cifras absolutas, acontecimientos como la reciente crisis del agua en Ciudad del Cabo o la brecha salarial entre hombres y mujeres en España, por nombrar sólo un par de ejemplos, nos indican que todavía nos quedan muchísimos retos por resolver como sociedad. Por eso creo que es muy importante que las empresas, como motor de progreso, tomemos parte en el proceso de desarrollo del entorno en el que nos desenvolvemos, sea este el que sea: tecnológico, medioambiental, político, o un híbrido entre diferentes sectores.
Ya empezamos a observar casos en los que organizaciones privadas promueven un cambio que parecía imposible: Tesla y SolarCity haciendo realidad una alternativa energética para transporte y consumo, Ustwo e IDEO, entre otros, promoviendo un plan excepcional de conciliación familiar para sus trabajadores, Salesforce y su extenso programa de filantropía o Facebook y su proyecto de internet.org.
E incluso no hace falta irse tan lejos. Esta semana por ejemplo hemos conocido a los promotores de Exponential Solidarity y Rockbotic Sevilla, dos proyectos de innovación social nacidos en nuestra propia ciudad, que fomentan la inclusión tecnológica de colectivos en riesgo de exclusión para conseguir su plena inserción en la sociedad. O espacios como RES, incubadora social impulsada desde el ámbito privado.
El caso es que independientemente de los objetivos que definamos para nuestro proyecto, es vital no olvidar nunca que las empresas son un motor de cambio y su propósito les hará seguir caminando. Un propósito social que deberá estar relacionado con nuestra actividad y que deberíamos perfilar desde el principio. Con él podremos generar un impacto real en nuestro entorno mientras hacemos progresar nuestra sociedad económica y socialmente.
Un espacio en sí mismo puede proveer herramientas, mostrar una forma de trabajar y formar una mentalidad más abierta.
En Commite Inc. hace poco nos mudamos de oficina a un espacio de más de 700 metros cuadrados. El equipo ha crecido bastante en los dos últimos años y junto a Sensa Design y Upwelling estamos creando un colectivo llamado Magma, con la única idea de sumar fuerzas y alinearnos con proyectos que compartan nuestra visión: crear un capitalismo más justo, generar un ecosistema sostenible con empleos de verdad y con empresas con propósito. Conseguir conquistar en definitiva una isla dentro del capitalismo, una isla que acabe siendo tan paradisiaca que todos quieran sumarse.
Pero es importante que desde un sector tan en boga como el del emprendimiento y las startups empecemos a impulsar ya la definición de un propósito social que haga a nuestros proyectos y startups caminar en la dirección correcta y no perder el foco que nos une como sociedad. No podemos permitir que el ritmo de vida que llevamos arrase con el medioambiente o deje a gente atrás. Al revés, debemos utilizar todas las posibilidades que la tecnología nos ofrece para ser más sostenibles, más inclusivos y más respetuosos.
Personalmente creo que todo el mundo está de acuerdo en que tener la oportunidad de trabajar en productos tecnológicos más sociales y en definitiva más humanos resulta altamente gratificante. El problema es que no siempre es fácil encontrar un modelo de negocio que no esté basado en subvenciones públicas que funcione. Pero hay otros caminos.
Es muy importante tener una motivación a nivel personal que te ayude a luchar en los momentos malos.
Jose Miguel Carmona Ampuero, uno de los miembros fundadores de Exponential Solidarity, nos contaba esta semana cómo a través de los cursos formativos en tecnología que ofrecen en distintos centros educativos tanto a alumnos como a profesores con su empresa Rockbotic Sevilla, han sido capaces de financiar proyectos sociales como Videojuegos para la diversidad, en el que niños de primaria aprendieron a programar videojuegos especialmente diseñados para personas con parálisis cerebral. Nos contaba cómo no sólo consiguieron enseñar tecnología a los niños, sino despertar su solidaridad, y lo motivacional que resultó el proyecto para todos los implicados.
Y lo cierto es que si alguien me pidiera un consejo sobre emprendimiento, lo único que podría decirle es que es sumamente importante tener una motivación a nivel personal que te ayude a luchar en los momentos malos. Este mismo consejo es aplicable a la empresa como entidad puesto que, al fin y al cabo, estas se comportan como las personas que las crean.
Durante el proceso de crecimiento de un proyecto es muy común ir modificando progresivamente la visión y misión para ajustarla a la situación real, pero disponer de un propósito firme hará que el camino sea más fácil de recorrer y que el objetivo a alcanzar esté siempre en el horizonte.
