¿Cómo cruzar el valle de la muerte del emprendimiento y no morir en el intento?

Zuñiga, Mario (Zenta Group)
<Código Zenta>
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5 min readApr 16, 2019

Hablando de números duros; El 90% de las empresas que emprenden no logra sobrevivir los primeros tres años y termina fracasando. Las razones pueden ser muchas, pero la realidad es que el valle de la muerte está ahí, esperando. O lo cruzas, o mueres en el.

Ya son más de 12 años en los que me he sumergido en el viaje del emprendimiento, y algo que he aprendido en este camino, es que el soñar y el esfuerzo son términos claves para sobrepasar el valle de la muerte. Para nosotros al interior de Zenta, la experiencia y cicatrices de este viaje han sido pilares vitales para formar la empresa que somos hoy.

Hemos sobrepasado dos valles de la muerte y son las experiencias que quiero compartir. No son recetas de éxito, sino solo nuestra propia experiencia de como resolvimos estos desafíos y como salimos adelante:

El primero sucedió cuando estábamos recién iniciando.

¿Por qué?

Porque se nos hizo complejo, ya que solo hacíamos desarrollo de software y teníamos muy pocos clientes. Esto nos forzó a hacer las cosas de manera inteligente y siempre con ese toque de distinción que tenemos.

Aquí la clave siempre ha sido la Estrategia.

Y en esta instancia, la estrategia fue la de “vender” en todas las áreas a pesar de que no teníamos ninguna: no contábamos con unidad de Talento Humano, Recruiting, Staffing ni Evolución Digital, entre otras…en cierto aspecto nuestra manera de hacer las cosas fue la de vendernos y empatizar con nuestros clientes a partir de distintas aristas, las cuales en el hoy están plenamente desarrolladas sus propias estructuras.

Empezamos todos haciendo de todo -incluyéndome- y este período duró mientras nos acoplábamos y crecíamos como empresa, tanto en ventas como experiencia y madurez.

Otra estrategia que nos planteamos para seguir cruzando el valle de la muerte, fue la de buscar un gran cliente, que nos permitiera llegar a un nivel de facturación que nos convirtiera en una empresa solvente y que para nosotros significara algo especial y único.

Lo fundamental en este punto de crecimiento, fue trabajar constantemente bajo estrategias en todo ámbito, desde el prepararnos para una reunión con un cliente hasta la presentación de una propuesta de negocio. Aunque si bien en ese momento teníamos poca experiencia, luego eso fue cambiando y nos dimos cuenta que debíamos trabajar un plan de negocio solido, independientemente que este mismo cambiara en el futuro. Nuestra idea fue siempre tener nuestro norte y foco claro, y trazar un camino par cruzar el valle a salvo.

Dejando atrás ese arduo inicio pero que pudimos sortear, llegamos al segundo enfrentamiento con el valle de la muerte.

Esto nos sucedió cuando ya nos encontrábamos más consolidados en términos de ventas y de crecimiento como empresa IT. Íbamos muy bien, pero tomamos algunas decisiones de novatos que nos jugaron en contra.

¿Por qué sucedió esto?

Nos relajamos, bajamos la guardia y dimos por sentado que la estrategia no requería renovación, y fue justamente lo que nos faltó. La estrategia no es algo que definas y nunca más vuelves a ver. Por el contrario, tiene que estar en constante cuestionamiento. Esto nos llevó a gatillar malas inversiones, caminar junto a personas equivocadas, no reinvertir capital en nuestro core de negocio -las personas- y embarcarnos en proyectos que si bien eran bien grandes, no tenían un futuro cierto…razón por la cual los costos se fueron al infinito y mas allá.

Este creo que fue uno de nuestros mayores aprendizajes, el de entender y vivenciar en carne propia el impacto de no tener una estrategia y objetivos claros.

¿Qué hicimos?

Nuevamente nuestra táctica fue la de incorporar talentos claves en nuestros distintos clientes, de manera de focalizar los esfuerzos en los clientes más estratégicos y por ende, los más rentables.

Es esta hermosa mezcla entre la estrategia y la pasión con la que llevamos a cabo, la que nos ha ayudado muchas veces. Creemos constante y majaderamente en nuestro sueño y diseñamos planes de negocios que nos ayudan a realizarlos. Siempre hemos soñado en grande, queremos ir por más y créanme que lo estamos logrando…

Consejos y recomendaciones para aquellos que quieren sumergirse en el mundo del emprendimiento:

  1. Compromiso: Si quieres emprender, tienes dedicarle el 1.000% a lo que deseas hacer, menos de eso no sirve. No puedes dedicarte a medias, tienes que estar dispuesto a ser y hacer de todo desde un comienzo. Por ejemplo, yo cuando inicie el camino del emprendimiento, tuve que cumplir distintos roles necesarios para que una compañía funcione, pero hoy con un Zenta consolidado, tenemos áreas estructuradas que se dedican a distintos ámbitos (cada de una de las 290 personas que forman parte de nuestra familia). Si quieres que tu emprendimiento cruce el valle de la muerte, tienes que estar dedicado con todo tu tiempo, ganas y esfuerzo. Sangre, sudor y lagrimas.
  2. Soporte: Tu familia es tu principal apoyo. Hay que comprender que uno se debe sumergir un 1.000% en esto, y a veces cuesta hacer entender que esto es un sueño, y si bien la familia siempre debe ser prioridad, es importante que comprendan lo importante que es esto para ti y que se requiere full su apoyo.
  3. Soñadores: Rodearte de personas que crean en tus sueños y hazlos participe. Claramente es complejo sobrellevar algo tan grande como un emprendimiento uno solo, y sobre todo cuando uno quiere seguir creciendo. Por eso apóyate y acompáñate de personas que tengan esa misma aspiración o que por lo menos crean en ella.
  4. Eficiencia: Siempre monitorea tus gastos. Todo lo que implica gastos cuando uno comienza en este viaje, tienen que bajar a lo mínimo posible. Cualquier reserva de agua al inicio, te ayudará a cruzar el árido valle de la muerte que te espera más adelante. No es cuestión si llegará o no…el tema es cuando, y cuantos valles tendrás que cruzar.
  5. Partners: Busca socios que se integren y crean en tu compañía. No hay que basarse únicamente en socios que inyecten capital, sino que comprendan la esencia de tu emprendimiento. Creemos en la esencia de que tanto nosotros en Zenta como nuestros clientes, estén felices trabajando colaborativamente. No sacamos nada con solo rentabilizar proyectos si tenemos personas a nuestro lado que no creen en nuestra filosofía.
  6. Customer Care: Cuida lo que vas cosechando. Siempre hemos cuidado a cada uno de nuestros clientes como si fuesen los primeros, y funciona igual para nuestros talentos en Zenta. No se puede ir descuidando ningún lado, porque si bien son los clientes quienes nos permiten crecer, también son las personas que conforman la compañía las que hacen posible que los clientes confíen en nosotros.
  7. Resiliencia: Maximiza tu capacidad de afrontar la adversidad. El camino no es fácil y muchas veces se sufre…y harto. Así como hay momentos de alegría, también los hay de problemas. Son sensaciones extremas, pero ninguna dura para siempre.

Cuando uno quiere emprender, tiene que planificar bien el viaje y definir las metas concretas; donde estoy y hacia donde quiero ir. Por eso menciono tanto la palabra estrategia y plan de negocio, y aunque estos vayan mutando en el tiempo, siempre será fundamental tener el norte claro y tener esa carta de navegación que te permitirá seguir el trayecto del emprendimiento con éxito.

Nos vemos….

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