Estamos en marzo aquí en Jaén, Andalucía, sin embargo, ya si quieres montar en bicicleta hay que salir temprano por la mañana o por la tarde alrededor de la hora de la puesta del sol. Así puedes no solo disfrutar el cielo de colores rosos y morados, sino también tener unas horas de frescura y el sol suave.
Al decidir que el sábado libre es la razón buena para probar una ruta nueva en los campos de olivos, salgo de la residencia universitaria a las 7:20, a la hora de la madrugada. Obviamente, hay pocos coches y las calles están vacías, puedo oir a los aves cantar todo el tiempo. El plan es salir de Jaén por la Rotonda Pavos Reales y seguir por la carretera hasta que encuentre el camino para volver a la parte industrial de Jaén, haciendo un círculo de 25 km.
La carretera pasa por un pueblo pequeño que se llamaba Puente Tablas y cruza el río Guadalbullón.
Al principio el camino baja hasta el rio y Puente Tablas, pero luego empieza a subir y desde arriba de los cerros se ve el pueblo y la ciudad de Jaén que está en 5 km de él. Incluso desde los cerror más altos se ven las montañas detrás de Jaen, el Castillo de Santa Catolina y el Refugio de la Mella.
Al pasar el pueblo llego a la parte la más representativa de la provincia de Jaén: campos de olivos. A la derecha, a la izquierda: por todas partes, campos, campos y campos… La mayoría del camino consiste en subir y bajar por los cerros, cruzar unos ríos chiquitos y ver como el sol se levanta y empieza a calentar.
Al llegar al punto donde tengo que girar para volver a Jaén, bajo de la carretera y sigo por una más pequeña que al final se cinvierte en el camino de tierra más o menos hasta que se cruce con las autopistas y vaya por encima de ellas. Mientras sigo por los campos tengo que pasar por el río Guadalbullón otra vez, ahora se parece más grande y aquí están algunos edificios industriales.
Al final, llego a Jaén y subo a la residencia por la zona industrial de la ciudad: los Olivares. 9:20, ya siento el sol sureño pegándome en las mejillas, todo el mundo está despierto, mucha gente está montando en bicicletas, corriendo y paseando. Por la noche voy a verlos ir de tapas a los bares al aire libre. Así es la vida aquí y dicen que hay que vivirla.
A las 9:40 entro al campus de la universidad.