¿QUÉ ES EL LENGUAJE INCLUSIVO?
Los puristas del lenguaje académico, se atienen a la RAE para defender el correcto uso de la lengua española y atacan al lenguaje inclusivo ppor considerarlo una aberración. En este artículo, algunas reflexiones y ejemplos sobre lenguaje inclusivo. Y su relación con la obra de Camila Sosa Villada y Las Primas, de Aurora Venturini
El lenguaje es una construcción cultural en permanente mutación, transformación. No se trata de un conjunto de reglas y normas rígidas impuestas desde el poder (la elite) hacia el vulgo. Llegar a conclusiones sesgadas en una posmodernidad marcada por la crisis de la representación que se traduce necesariamente al lenguaje, puede resultar no solo anacrónico sino también, obtuso.
En la antigüedad se diferenciaba el lenguaje y el saber académico de lo de lo popular. Razón por la cual se habla de “artículos de divulgación”. En donde la etimología de la palabra divulgación del latín divulgatio, divulgationis, derivada a su vez del verbo latino divulgare, que vendría a significar: propagar o expandir algo entre el vulgo.
Quienes atacan al lenguaje inclusivo parecieran erigirse en académicos de la edad media, y más que mantenerse en la inquietud, o comprender al lenguaje como acto perfomático y a la vez, expresivo de lo mutante; se apropian del saber para constituir una verdad única: la del lenguaje hegemónico que no debe confrontarse, juzgarse, ni resignificarse…. Cuan poco hubiesen echo poetas ultraístas, dadaístas y tantos otrEs si se hubiesen dejado subyugar por la hoguera del buen decir.
Pero entonces, ¿Qué es el lenguaje inclusivo? El lenguaje inclusivo es expresarse oralmente y por escrito, buscando incluir a la diversidad personas más allá de sus pronombres personales, buscando integrarlas a un colectivo, sin discriminar a estas por sexo, género social o identidad de género en particular, a fin de no perpetuar estereotipos de género, que vienen aparejados de la asociación cultural, biológica que a dichos pronombres se relaciona.
Es decir, nada tiene que ver con aquella objeción que se le suele hacer al lenguaje inclusivo cuando se argumenta: “Si tan inclusivos son, porqué no hablan lenguajes de señas”. Claramente en ese caso, la persona que esto pregona, está confundiendo dos campos semánticos y lingüísticos como así también conceptos diversos.
No se trata de preguntarse: ¿Cómo se dice alumnos en lenguaje inclusivo? Para llegar a que la respuesta es “alumnes”.
Sino, comprender que al ya preguntarnos sobre el lenguaje, estamos operando sobre las verdades establecidas. Verdades que por otro lado, nos llevarán quizás, (si la inquietud, la curiosidad y la disponibilidad nos lo permiten) a cuestionarnos lo pre establecido, inducido o impuesto en tanto a norma, normatividad del significado asociado a la identidad. Desde donde podríamos derivar entonces a ¿Qué es una mujer? ¿Qué es un hombre? ¿Qué es una madre? etc, etc.
Por eso, tanto como cuando Camila Sosa Villada, toma el discurso que otres construyen sobre la identidad trans, y se apropia de este para decir: “El lenguaje es mío, y con él, hago lo que quiero”. Como cuando Aurora Venturini, al recibir el premio que legitima su labor enuncia en la entrega de premios: “Al fin un jurado honesto”.
Lo que están manifestando, es la expresión de una identidad (Y un ser/hacer) que es por si mismo y que se define más allá de la etiqueta de esos otros y otras (Que ocupan el lugar del poder) para entender a los sistemas de legitimación, no como un fin, sino, como una herramienta que empodera, como decíamos la identidad, al visibilizar la singularidad para desde ése lugar (Ahora de privilegio) para poder así, discutir los estandartes que conforman ése canon.
Otra artista que recomiendo tanto por su pensamiento como por su obra, es la dramaturga y directora Angélica Lidell. Quien al respecto menciona en una entrevista, que ser marginado por el mercado, es ser excluido del poder; que entrega la visibilidad, lo cual se traducirá, de alguna manera a la imposibilidad de que el labor (O la vida) del artista sea sustentable, y “digna”.
Esto lo hace también lo hace, siento; Yuna; la protagonista de Las Primas, quien a través de su progresiva “consagración como artista”, irá a la vez, adquiriendo más libertad (Y con ésta, también mayor responsabilidad político — social) y más poder para transformar lo intimo (La casa- lo familiar) pero también, los funcionamientos del campo en el que produce, y a la vez, conquistando y reclamando derechos que le son propios. Y aquí, siento hay entonces, una correspondencia o coherencia entre su militancia dentro de un partido político y propia obra.
Algo de ésto también hacía mención Cortázar en ésta video entrevista en relación al compromiso del escritor
Eso es todo por hoy.
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