Un año después. Vivir para superar la adversidad: una historia de recuperación y aprendizaje.

Cultura Binaria
7 min readApr 20, 2023
Foto de Brett Jordan en Unsplash

El 30 de Marzo me diagnosticaron un tumor cancerígeno en la lengua, ese día comenzó un viaje diferente para mí. Todo cambió y desde ese momento hasta el 20 de Abril, que fue la primera intervención, sentí muchas cosas.

En este primer aniversario me gustaría comentar algunos hábitos que adopté previo a la intervención, cómo ha sido el primer año, qué he pensado, cómo asumo cada control y las diferentes cosas que hago para manejar la ansiedad y el miedo.

Debo confesar que escribir sobre esto es muy personal e íntimo, sin embargo, me interesa compartir la experiencia sobre cómo me siento y sobre todo te escribo a ti si estás pasando algo similar, como un amigo que ha vivido algo complejo y puede compartir lo aprendido.

  • 20 días hasta la intervención, donde fui desgranando qué sentía cada día. Lo escribía todo, sin filtros.
  • El periodo de recuperación.
  • Retomar de nuevo mi vida. Normalizar todo.
  • Cada tres meses un control. Miedo y ansiedad de la mano.

20 días antes de la intervención.

Cero internet. Quiero comenzar mencionando que una de las primeras cosas que hice fue prohibir (me) cualquier búsqueda en Internet sobre tumores alojados en la lengua y sus posibles consecuencias. Cero, quedó cancelado en mi vida hacer cualquier interacción en la web. Y también fue una recomendación específica del cirujano.

¿Por qué a mí? La otra cosa que hice fue llorar y preguntarme “por qué a mí”. El pensamiento que tenía pasaba porque genéticamente no soy compatible, no hay historia en mi familia con cáncer. El doctor me explicó que no existe una explicación científica, solo pasa y hay que aceptarlo. Eso hice, lo acepté.

La familia y los amigos. Fue muy fuerte transmitir a mi familia y amigos cercanos la situación. Lo hice de manera transparente, con la información que disponía y haciendo llegar con sinceridad las consecuencias difíciles que se venían a continuación para mí.

Por ejemplo, la posibilidad de quimioterapia o posterior a la operación estar un tiempo (como estuve) con una sonda nasal para alimentarme.

Como no hacer una mención a las personas que estuvieron cerca, brindando apoyo y haciendo que cada día hasta el 20 de Abril fuese menos pesado y difícil para mí. Lo único que lamento es el sufrimiento que causé a las personas que quiero y amo.

Porque soy consciente de que sufrieron conmigo y seguirán estando preocupadas hasta que mi viaje de 5 años de control finalice (o me lleve a donde deba llevarme).

Una bitácora, mi diario. En mi diario hice un registro de cada día, titulándolo con una cuenta sucesiva hasta el día de la intervención y colocando en él cada pensamiento, pregunta (para el doctor), en especial cómo me sentía.

Desde siempre uso mi diario para exponer lo que siento, esta vez lo llevé al siguiente nivel porque la situación lo requería. Y desde aquí recomiendo a cualquier persona tener un diario. Es una forma conveniente de seguir adelante en cualquier situación de la vida.

El periodo de recuperación.

En este sentido, quiero hacer un pequeño resumen de cómo fue recuperarme después de la operación. Fue difícil. Quedé apaleado, incluso mi hombro derecho y la zona del trapecio sufrieron una lesión que tuve que tratar con fisioterapia.

Luego de la operación, las dos cosas más complejas fueron:

  • No poder comer. Me alimenté vía una sonda.
  • Cero comunicación, no podía hablar. Para comunicarme lo hacía mediante un cuaderno, escribiendo.

Sin embargo, con “periodo de recuperación” me refiero a estar cada día dando pequeños pasos para retomar la normalidad, mi normalidad. Me gusta definir de alguna forma que esto fue un aprendizaje de cero en muchos sentidos, con experiencias absolutamente desconocidas para mí.

Un ejemplo, cuando recibí el alta, iba por la vida con una manguera colgando de mi cara y sujeta a mi oreja derecha para que molestara menos. Era dolorosa la sonda, y además estaba cosida con un punto a mi nariz. Eso, sumado al dolor de la misma, causaba un dolor en mi garganta y cuello.

Cero comunicación, muy fuerte también. Todo por escrito y a través de gestos. No comer. Nada de agua. Y mi comida era un suplemento que pasaba a través de la sonda. El periodo postoperación fue un verdadero reto.

Retomar de nuevo mi vida. Normalizar todo.

Hacer una recuperación activa de mi vida fue una travesía, especialmente por varios temas que estaban presentes.

  • Las consecuencias directas de la operación.
  • Luego, los efectos secundarios, como una segunda intervención para ampliar los márgenes debido a que después del análisis del tumor y de la zona que se retiró, se encontró que las raíces eran un poco más grandes. Esto fue muy duro porque ya me estaba recuperando de la primera intervención, era volver a empezar.
  • Tercero, mi mente, repleta de miedo e inseguridad. No puedo decir que sentí depresión, pero sí miedo, miedo a lo desconocido y, en especial, miedo a verme envuelto en la posibilidad de perder la vida.

Cada tres meses un control. Miedo y ansiedad de la mano.

Una vez superada parte de la tormenta y con la recuperación ya a pleno rendimiento, me quedan 5 años de control, ya he cumplido con el primer año. Los primeros dos años, ese control tiene una frecuencia de 3 meses.

Y debo reconocer que cuando se acerca la fecha del control:

  • Duermo mal.
  • Tengo miedo.
  • Siento un poco de ansiedad.

Lo asumo como inevitable, creo que es aceptable asumir como normal tener miedo a la aparición de cualquier cosa, a tener que evaluar otras opciones y la siempre posibilidad de verme afectado. Vamos, es mi lengua y mi cuello.

Cualquier afectación podría tener consecuencias que no quiero ni imaginar. Es cierto que todo debería marchar bien, para eso hubo una segunda operación que ha ampliado el margen y a nivel de procedimiento científico el doctor me ha explicado los detalles, diferentes técnicas que hay y la razón por la que él usa esta en particular. Básicamente consiste en retirar el tumor (lado derecho) y quitar el tejido graso así como los ganglios de la parte derecha de la cara.

Además, el cirujano me explica que, al ser localizado el tumor, todo debería ir bien. Aspecto importante.

En este apartado me gusta ser cauto, positivo y centrar la atención en el hoy. Es un pasaje de la vida que siento una espiral de cosas, de sentimientos y emociones.

Mi sugerencia, para aquellas personas que atraviesen situaciones como esta, consiste en cumplir con el control y expresar con alguien de confianza cómo te sientes. Al final, los controles van a estar presentes e integrarlos (aunque exista miedo y ansiedad) forma parte del curso normal de este camino.”

Conclusiones.

Me siento afortunado de estar vivo y bien, de sentirme bien. Estoy feliz de compartir mi experiencia y los aprendizajes obtenidos a lo largo de este viaje lleno de emociones y sentimientos.

Forma parte de un viaje como este sentir de todas las formas posibles. Experimentar momentos de todo tipo, repletos de emociones y sentimientos que colisionan.

En mi opinión, si te sientes mal, está bien. Si estás bien, también. Si estás en una situación similar a la mía, te aconsejo que vivas de la mejor manera posible, que luches y que sigas adelante. Si necesitas hablar, estoy aquí para leerte y acompañarte en lo que sientas, querido/a lector.

Siempre digo que la vida es finita, un suspiro… pero vale la pena hacer que cuente. Para terminar te dejo (como curiosidad) el titulo de cada una de mis entradas en el diario previo al 20 de Abril, día de la primera intervención.

  1. Día 1: Cuando todo cambia.
  2. Día 2: Un viaje que inicia hacia lo desconocido.
  3. Día 3: Nada es igual, lo sé, pero me siento mejor y eso marca una diferencia.
  4. Día 4. Ya nada es igual, aunque eso no tiene porque ser malo.
  5. Día 5: En calma (mentira) y apoyado en ocupaciones (la vía de escape).
  6. Día 6: Cuando algo cambia, es para siempre o no.
  7. Día 7: El camino se va achicando. se me hacen cortos los días.
  8. Día 8: Armonía Vs. Caos. Una vorágine de sentimientos. Cada vez menos… ¿cuerdo? Para nada, voy a enloquecer.😵‍💫
  9. Día 9: Resonancia lista. Tiempos de cambio. Más cerca de la operación y todas sus implicaciones.
  10. Día 10: Un descanso. Me siento estable, tranquilo.
  11. Día 11: Encontrar a la familia/amigos apoyándome… es de agradecer.
  12. Día 12: Tres cosas sin las que no podría vivir.
  13. Día 13: Ya tengo la ruta completa. Mi última semana previo a la operación está definida.😞
  14. Día 14: Elige ser amable contigo mismo, David.
  15. Día 15: En la recta final.
  16. Día 16: La marea comienza a subir, mis sentimientos y emociones están desbocadas.
  17. Día 17: Siempre es bueno comenzar el día siendo agradecido.
  18. Día 18: Me toca aceptar que mi operación está muy cerca… me respira en la nuca.
  19. Día 19: Lo inevitable. Ya no falta nada.
  20. Día 20: Último día antes de la operación.
Que la sonrisa nunca falte.

El último día que escribí fue el 19 de Abril. El día 20 no tuve el valor de escribir, ese día que casi no dormí salí de la cama e hice una de las cosas que más disfruto en la vida: jugar. Me senté a jugar Elden Ring y estuve con un jefe, un jefe duro. Cuando lo vencí ya tenía que irme al hospital. Salí de casa con una sensación de triunfo.

Gracias por leer. Aquí te dejo mi historia, mi primera historia Hola Mundo. Y si te ha gustado comparte el texto.

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