10 Consejos Para Ingresar a la Industria Peruana de Videojuegos (Parte 1)
Para no hacer esta publicación demasiado larga, he separado los consejos en dos partes. Pueden encontrar los primeros 5 aquí y los 5 restantes en este link: https://medium.com/@dirole2099/10-consejos-para-ingresar-a-la-industria-peruana-de-videojuegos-parte-2-174cc85434e3
Uno de mis hobbies más recientes es armar charlas sobre temas específicos sin haber sido invitado a darlas en evento alguno. Me ayuda a ordenar mis ideas y, de paso, me permite tener un documento ya preparado para cuando se dé la oportunidad de compartir mi opinión. Esta publicación es algo muy cercano a eso, un tema que tengo bajo la manga desde hace buen tiempo y que si bien lo he presentado antes, nunca he ahondado en él. Así que, sin invitación alguna, me decidí a compartirlo con la esperanza de que una o más personas puedan encontrarle provecho.
Debo mencionar que no son consejos infalibles y que nacen de mi experiencia y de lo que he observado y aprendido durante nueve años haciendo juegos. También vale decir que se aplican principalmente a las disciplinas con las que estoy más familiarizado (Game Design, Programación, Diseño Narrativo y Arte en general), pero estoy seguro de que a varias otras también, a pesar de que no las mencione directamente. Y hay dos puntos importantes sobre los que quiero dejar constancia: hay muchísimas otras maneras de ingresar a la industria y no todos ingresan de la misma manera.
Así que, sin más que agregar, estos son los primeros 5 consejos, en ningún orden particular.
1. Aprendan a hacer juegos
Hay dos maneras fundamentales de lograr esto: por medio de una educación formal o independientemente. Sí, tal y como funciona para todas o casi todas las demás industrias.
Con educación formal me refiero a llevar cursos en una universidad o instituto de educación superior. Sobre esto hay mucho que decir y analizar, tanto como para hacer una publicación aparte, por lo que no me detendré demasiado en este punto. Es cierto que a la educación en juegos le falta mucho por madurar y tiene incontables aspectos por mejorar, particularmente en Perú, pero es válido reconocer que se están dando los pasos necesarios para conseguir aquello. Tomando esto en cuenta, si deciden optar por este camino, recomiendo altamente complementar sus estudios con cursos en línea o aprendiendo temas adicionales por su cuenta.
El beneficio principal de estudiar en estos lugares es generar contactos. Es muy probable que los docentes que enseñan cursos de videojuegos trabajen profesionalmente en la industria o que conozcan lo suficiente sobre ella como para que ustedes se nutran con su conocimiento y ayuda. Más allá de lo que puedan aprender en clase, puede ser muy valioso establecer un vínculo profesional con ellos y tenerlos como contacto a futuro, ya sea para mostrarles los juegos que están haciendo, pedirles apoyo o consejo sobre algún tema en específico o incluso para buscar trabajo. Y creánme que si son alumnos destacados, sus profesores van a ser los primeros en recomendarlos para diferentes puestos laborales.
Otro punto importante es que sus compañeros y compañeras de clase también querrán hacer juegos y serán, potencialmente, sus futuros colegas. Las amistades y grupos de trabajo que formen durante sus estudios pueden resultar siendo quienes los busquen o a quienes ustedes buscarán para trabajar en un juego o incluso para formar una empresa. En última instancia, serán una red de contactos a los que podrán acudir para pedir u ofrecer ayuda.
De manera secundaria, estudiar en una universidad o instituto los empujará a tener un horario fijo, a ceñirse a una estructura que los impulsará a ser constantes y responsables, lo cual ayudará en su aprendizaje. Es un compromiso grande, pero al final del día puede resultar muy provechoso.
Ahora, hay un “pero” grande.
Solo recomiendo estudiar en estos lugares si entrarán a carreras más técnicas, como Programación, Composición musical y quizás Animación y Modelado en 3D. Aprenderán sobres las diferentes herramientas que pueden usar y las mejores prácticas, lo cual es muy útil y hasta necesario. Pero no lo recomiendo para Game Design. Tengo la convicción de que no es necesaria una educación formal en esta disciplina para poder desempeñarse eficazmente en ella, sino tener intereses, conocimientos y experiencias variadas. Casi todas las personas que conozco que trabajan como Game Designers, nacional e internacionalmente, estudiaron algo diferente o empezaron en una industria distinta. Y me incluyo. Además, muchísimas empresas que contratan personas para este rol no piden estudios en Game Design y sí experiencia previa.
Si esta via no los satisface, siempre es posible aprender a hacer juegos por su cuenta. Es mucho más barato, ustedes manejan sus propios tiempos y pueden buscar información más específica o de acuerdo a sus necesidades. Hay incontables recursos al alcance de sus manos, como libros académicos, cursos en línea, videos en Youtube, mentorías, talleres, charlas, etc. La mayoría gratuitos o de bajo costo.
Sobre los cursos en línea, hay varios que pueden encontrar en diferentes plataformas, pero recomiendo los que ofrecen universidades internacionales, ya que sus certificados cargan consigo mucho peso. Coursera, Doméstika y otras plataformas similares pueden ser de gran ayuda por los contenidos que ofrecen, pero su calidad y prestigio son mucho menores. Sobre el resto de cosas no entraré en detalle por ahora.
Lo negativo de aprender por cuenta propia es que uno mismo debe evaluar qué será de utilidad y qué no. Vale decir que para alguien que conoce poco sobre la creación de juegos, hacer esta evaluación puede resultar muy complicado, si no imposible. Además, la información de mayor calidad suele estar en inglés, así que quienes no manejan el idioma tienen un gran obstáculo por sobrepasar si no quieren recortar buena parte de sus recursos.
Otro punto negativo es que el aprendizaje es desestructurado, no hay un orden correcto por seguir, la información llega de distintas fuentes y no hay una progresión que tome en cuenta lo que la persona ya ha ido aprendiendo de juegos. Además, salvo que se cuente con un mentor o que se pertenezca a una comunidad, no hay una persona que pueda dar mayor contexto o retroalimentación al contenido que se está aprendiendo. Pueden quedar muchas dudas específicas sin resolver.
Cada camino tiene sus ventajas y desventajas, por lo que depende de cada persona evaluar qué le conviene más.
2. Hagan juegos
Suena simple y en buena medida lo es. En definitiva, la manera más eficaz de ingresar a la industria es haciendo juegos.
Hay mucho conocimiento teórico de valor, mucha información que les será útil, pero nada se compara con la experiencia práctica, en este o cualquier otro campo. Además, aprender sobre el desarrollo de juegos, ya sea a través de una educación formal o de manera independiente, inevitablemente los forzará a ensuciarse las manos y a aprender haciendo. Y dondequiera que postulen por trabajo, es casi asegurado que presentarse con uno o más juegos bajo el brazo les sumará puntos. Y vale decir que en la mayoría de casos es la única manera de presentarse.
Ahora, más allá de conseguir un trabajo, hacer juegos los pondrá directamente frente a lo que la industria involucra. Si buscan dedicarse a esto, qué mejor manera de saber de qué va la cosa que probándolo ustedes mismos. Es cierto que si recién empiezan quizás no conozcan las mejores metodologías, las mejores herramientas o las mejores prácticas, pero todo eso lo podrán ir aprendiendo en el camino, por medio de la teoría, de la prueba y error, de quienes ofrezcan retroalimentación, etc., y eventualmente refinarán la forma como hacen juegos. El punto es poner manos a la obra, y si el juego resulta ser malo, aburrido e incompleto, pues habrán aprendido algo y el siguiente saldrá mejor.
Sobre las herramientas para crear juegos, hay muchísimas allá afuera (Unity, Unreal, Game Maker, Construct, Twine, Inkle, etc.), en su mayoría gratuitas, y montones de tutoriales que enseñan cómo usarlas. El nivel de conocimiento en Programación que necesitarán para usarlas varía entre cada una, así que pueden elegir por cuál empezar. Y si no les interesa la programación, una buena opción es buscar a una persona a la que sí le interese y hacer un juego con ella.
Eso sí, no se sientan presionados a hacer juegos extensos, pulidos, con arte maravilloso, con una historia profunda o incluso completos. Si tienen los recursos para hacerlo, que nadie los detenga, pero lo importante es que en esta etapa practiquen y experimenten. Guarden las ideas más ambiciosas para el futuro, cuando tengan más experiencia. Un solo nivel puede ser suficiente para hacer las pruebas de concepto necesarias y determinar si una mecánica funciona o no, si la dirección de arte es coherente, si el código implementado no rompe el juego. Es en este momento donde equivocarse no tiene mayores consecuencias negativas. Así que hagan juegos.
3. Participen en game jams
Si solo se quedan con uno de los diez consejos, quédense con este. De por sí engloba casi todos los que he dado y que daré, pero a un nivel intensivo.
Un game jam es un evento donde desarrolladores y personas interesadas con diferentes niveles de experiencia se reúnen por un lapso de tiempo limitado y crean juegos, normalmente alrededor de un tema en común. Hoy en día pueden encontrar decenas de game jams con formatos y objetivos diferentes, pero todos se sostienen de la misma premisa: hacer juegos lo más rápido posible y bajo condiciones muy específicas. Social y creativamente, es uno de los eventos más influyentes a los que pueden asistir. Los dos en los que sugiero participar son el Lima Game Jam y el Women Game Jam.
No necesitan tener experiencia haciendo juegos para inscribirse en estos eventos. La mayoría de participantes suele estar muy abierto a ayudar a quienes recién se inician en este mundo, además de que normalmente hay charlas y talleres previos al evento que enseñan lo básico. Más allá de eso, pueden formar parte de un equipo y poner en práctica cualquier otro conocimiento que tengan, no necesariamente de juegos. Pueden aportar dando ideas sobre diferentes campos (sobre medicina, si son médicos, por ejemplo), determinando la metodología de trabajo que usarán, usando herramientas con las que están familiarizados, probando y reportando errores en los avances del juego, etc. Siempre hay lugar para todos.
En segundo lugar, cada uno plantea sus propios objetivos, lo que desea obtener participando en el evento. Hay quienes lo ven como un reto y se fuerzan a tener un juego funcional y tan pulido como puedan; hay quienes lo toman como oportunidad para reunirse con personas que comparten sus intereses; para divertirse; para formar parte de la comunidad; para tener una experiencia única; etc. Mientras los objetivos del equipo estén alineados, todo es válido. La excusa es hacer juegos.
Y, en ese sentido, se puede conseguir muchísimo. Conocer gente, hacer amigos, generar contactos; aprender y compartir conocimiento; experimentar; colaborar y trabajar en equipo; tener una mirada de lo que es el desarrollo de juegos; armar un portafolio; enterarse de los proyectos en los que se están trabajando fuera del evento; y un largo etc. A partir de los game jams se han formado comunidades, asociaciones e inclusive empresas. Yo entré a la industria en gran parte gracias a estos eventos, así que no puedo dejar de recomendárselos.
Dada la situación mundial actual, muchos game jams presenciales se están llevando a cabo virtualmente, así que aprovechen y participen en todos los que puedan.
4. Compartan sus juegos
Parte del atractivo de hacer juegos es que otras personas puedan jugarlos y disfrutarlos, pero hay beneficios adicionales por los que también vale la pena hacer esto.
Una vez que hayan experimentado lo suficiente durante su etapa de aprendizaje y tengan ahora un prototipo que consideren decente, lo recomendable es empezar a compartirlo con otras personas y pedirles su opinión. Así recibirán información que los ayudará a mejorar el funcionamiento del juego, básicamente obtendrán una mirada más objetiva que quizás los ayude a notar cosas que no habían percibido antes. Y especialmente si es divertido o no.
Pidan la opinión de sus amigos, pero en especial la de profesionales y de personas que ya tienen experiencia creando juegos, de modo que la retroalimentación que reciban les dé una mejor noción de lo que funciona y lo que no, y en especial por qué. Para llegar a ellos, lo mejor es compartir sus juegos en las comunidades de desarrolladores, donde además podrán ir conociendo a otras personas con los mismos intereses que ustedes.
Por otro lado, si los juegos que muestran destacan positivamente, no es inusual que profesionales de la industria vean su trabajo y los recomienden en sus empresas o que obtengan alguna otra oportunidad gracias a ello. La mayoría de veces no sucede, así que tampoco dependan por completo de esta estrategia; el trabajo lo deben buscar ustedes, no al revés.
Pueden tener sus juegos en un repositorio o web personal para facilitar la manera como los comparten, pero también pueden ir pensando en publicarlos si sienten que son lo suficientemente buenos y si han recibido bastante atención de parte de otras personas. Itch.io y Game Jolt son las plataformas perfectas para esto. Eventualmente pueden acceder a otras más grandes, como GOG, Kongregate e incluso Steam, pero tengan en cuenta que hay un costo y una serie de filtros de entrada por los que tal vez no valga la pena pasar sin tener primero mayor experiencia.
5. Analicen lo que juegan
Suele pasar que conforme se gana conocimiento y experiencia en la elaboración de un producto, se comienza a tratar de entender cómo funcionan otros productos similares.
En lo que respecta a juegos, además de divertirse, se puede pasar a jugar para analizar. Y eso es precisamente lo que sugiero, no dejar por completo el primer aspecto, pero sí incorporar lo segundo tanto como sea posible. Pensar de manera crítica sobre cómo funciona un juego y por qué funciona de esa manera es otro modo de poner en práctica lo que han aprendido desde la teoría. Eso los ayudará a hacer mejores juegos y, en consecuencia, a destacar.
Pregúntense por qué los creadores tomaron ciertas decisiones desde la perspectiva de la disciplina que les interesa. ¿Por qué las mecánicas son de esta manera? ¿Cómo benefician al juego? ¿Cuál pudo ser el pensamiento detrás de ello? Traten de replicar algún sistema o mecánica, el funcionamiento general de algún aspecto del juego, texturas, etc. Evalúen por qué se tomó determinada dirección de arte, qué herramientas o prácticas les permiten conseguir determinada animación, por qué se eligió un diseño visual particular para los personajes. Analicen cómo se está transmitiendo la historia, cómo están aprendiendo sobre el contexto del mundo en el que juegan, en qué momentos hay diálogos o de qué manera se transmite información sin ellos. Y así. Puede que nunca lleguen a la respuesta, pero lo que más vale es que se hicieron la pregunta.
Y anímense a pensar en cómo ustedes habrían hecho cada cosa. Quizás lo habrían hecho diferente o mejor. Y, en ese sentido, un buen ejercicio es elegir un elemento del juego y lanzar ideas sobre cómo podría mejorarse. El siguiente paso, en la medida de lo posible, es ponerlo en práctica.
Como desarrolladores van a tener que hacer esto eventualmente, jugar para analizar. Es parte importante del proceso y si tienen experiencia previa, les será más fácil cuando lo hagan profesionalmente. Además, pueden hacer estos análisis con los juegos que otras personas de la comunidad comparten y dar críticas constructivas. Ambos resultarán beneficiados. Y, finalmente, hay empresas que piden a los postulantes hacer un examen escrito, el cual puede incluir analizar uno o más juegos. Si siguen este consejo, llegarán mejor preparados.
Aquí termina la primera parte. Pueden encontrar los 5 consejos restantes en el siguiente link: https://medium.com/@dirole2099/10-consejos-para-ingresar-a-la-industria-peruana-de-videojuegos-parte-2-174cc85434e3
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