ENTREVISTA| Gritos y silencios en la dictadura: el diario Río Negro (parte IV)

Un grito desesperado por la verdad: “Yo creo que la nota de Miller es parte de la política del diario”

Ema Gimenez
5 min readOct 14, 2017

En los años 70 la ciudad de General Roca-Fiske Menuco vivía, como en todo el país, la efervescencia política de los jóvenes, Oscar Alberto Paillalef, fue uno de ellos, militó en la Juventud Peronista de la ciudad y como otros tantos, luego del golpe fue secuestrado y llevado a “La Escuelita”, sitio en donde permaneció unos 12 días soportando las mas terribles torturas.

Oscar Paillalef, foto extraída de una cobertura de los juicios por el Sindicato de Prensa de Neuquen

A Oscar lo detuvieron el 16 de septiembre del 1976, hasta que pasó a ser preso legal a disposición del Poder Ejecutivo, sin causa ni condena. A fines de septiembre del 76 lo trasladaron a Neuquén, estando hasta febrero del 77, luego lo llevarón al frío Penal de Rawson hasta octubre del mismo año.

Si bien participó únicamente en del 1er juicio, donde se enjuiciaron a todos los militares que participaron de la Escuelita, su opinión es una fuente fidedigna de un militante que atravesó todas las etapas. La más fuerte, la de la memoria, al contar que la mayoría de los detenidos y secuestrados pasaron por La Escuelita y que algunos fueron a la de Bahía Blanca.

“después nos enteramos que alguno de los presos que estuvieron más adelante estuvo en la comisaría de Cipolletti, inclusive compañeros que conocía por acercamiento de la militancia, pero creo que los del 76 no fueron enviados a Cipolletti”.

La militancia en aquellos años era fundamentalmente barrial con un fuerte apoyo a las cuestiones sindicales

“políticamente luchábamos por el retorno de Perón, con el famoso luche y vuelve. Llego haber una organización muy fuerte aquí y en toda la zona, en Cipolletti y en Cinco Saltos”.

Esto es destacable porque más de una vez se ha escuchado decir que el accionar del Ejercito Argentino contra las organizaciones revolucionarias, político militares y territoriales, sucedía únicamente en las grandes ciudades del país, Oscar refresca la memoria y repasa,

“en el valle hay hechos políticos importantes, el “Rocazo” por ejemplo, que se produce en el año 72', por más que lo hayan querido disfrazar como una pelea entre roca y Cipolletti porque se trasladaban tres juzgados hacia Cipolletti, (incluso el diario Río Negro lo tomó así). El “Rocazo” no es más que un hecho político en contra de la dictadura, en contra del gobernador Roberto Requeijo. Una gran pueblada donde fue necesario que el gobierno envié 3000 efectivos entre Gendarmería, Policía y Ejército para frenarla”.

foto del reclamo popular conocido como Rocazo

Esa insurrección tuvo un buen grado de organización por más que haya habido un tanto de espontaneidad:

“Popularmente era la pelea contra la dictadura, eso demuestra que había una actividad fuerte. También en el 73' hubo una movilización muy fuerte para ir a Ezeiza a ver el regreso de Perón”.

En aquella época el diario Rio Negro “se manifestaba a favor de los hechos que se estaban produciendo, pero lo pintaba un poco como la pelea de Roca con Cipolletti por el tema de los juzgados”. Para el hombre de 54 años, el medio se mantiene al margen a través del silencio con los graves crímenes que se estaban cometiendo contra la libertad humana, “alguna vez apareció algún comentario aislado, pero como noticia y como denuncia nunca”.

En su voz, el diario del doctor Julio Rajnerino tuvo una política editorial en contra de las organizaciones que luchaban en el momento, hasta dio un espacio en algún momento. Sí estaba en contra del gobierno de María Estela Martínez, aparecen grandes titulares luego del golpe, pero no sé si hay un acompañamiento”.

“Pasaba lo que en la mayoría de los medios nacionales, algunos directamente como Clarín apoyaban el golpe, y otro solo acompañaban con el silencio. De algún modo Río Negro es un hijo de Clarín”.

El abogado Rajneri era director del diario durante el golpe, él y su familia fueron alternándose en el poder del medio más importante de la Patagonia en términos de circulación e influencia política. Luego con el regreso de la democracia formó parte de la Comisión de Derechos Humanos de Río Negro;

“fue importante porque comenzó a movilizar hablar lo que sucedió acá en la provincia junto a la APDH”. Sin embargo Paillalef cree que “en esa época hacían faltan nombres que estuvieran en los medios, en la cultura, en la política, pero hasta ahí llego su compromiso, hacia lo simbólico. Era el comienzo de la democracia y no se podía estar al margen de lo que pasaba. Nunca se acercó a nosotros, yo creo que fue una posición oportunista”.

El artículo titulado¿Existió o no un centro clandestino ilegal en la comisaría de Cipolletti?” de Alicia Miller para Paillalef

“deja bastante que desear- Yo leí muchas veces sus notas, niega totalmente que haya existido en Cipolletti un centro clandestino de detención” y ratifica, “la policía de Río Negro fue cómplice o hizo la vista gorda respecto de la represión. Por ejemplo la policía de la provincia participa en el allanamiento de la casa de Patricio Dillon (estudiante y militante roquense secuestrado y desaparecido el 20 de enero de 1977), que fue una de las primeras cosas que hizo la dictadura en la ciudad. De algún modo declaró una especie de zona liberada para que actúe, participó citando a personal al comando, por instrucciones del comando. Yo no estuve en Cipolletti, pero sé que allí hubieron detenciones ilegales. Sé que la policía tuvo una participación”.

Finalmente opina con convicción que…

“la nota de Miller es parte de la política del diario, no creo que alguien pueda hacer una nota de ese impacto sin el apoyo del diario” y dispara contra el Doctor Ponce de León –abogado defensor de los policías absueltos-, que en los años 70 fue su compañero de militancia, “el estuvo en nuestro espacio, y yo con esa circunstancia soy bastante duro, lo califico como lo peor, porque quien ha sido compañero no pude borrar de un plumazo su historia”.

La gran definición histórica y que acudo al interés periodístico es saber que para Paillalef:

“La contradicción más tajante de Rajneri es haber apoyado siempre al liberalismo, en tiempos de dictadura estaba a favor de las políticas que se estaban desarrollándose a nivel económico y participar cuando se identifica el lugar de “La Escuelita”.

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Ema Gimenez

Estudiante de Comunicación Social- periodismo popular- amante de la música (@emagim886 )