El Horizonte de Expectativas
Las obras siempre se remiten a obras anteriores. Eso ya lo comenté en mi entrada sobre la creatividad. No existe una obra 0.
El famoso filólogo Hans Robert Jauss fue el padre de la teoría sobre la Estética de la Percepción. Jauss, que además era un gran crítico de la escuela del formalismo ruso (pobres formalistas rusos que no paran de recibir), reflexionó la relación entre la recepción original de un texto literario y cómo se percibe a lo largo de diferentes etapas históricas hasta el presente y más allá.
Cualquier lector se acerca a un texto con sus propias ideas sobre lo que espera encontrar en éste; dichas ideas dependerán del marco social y cultural en que se encuentre el lector, y se denomina ‘horizonte de expectativas’.
El horizonte de expectativas seguramente sea el motivo por el que siempre sospechas del mismo perfil de personajes en una novela de misterio. O por el motivo en el que sales de ver una película clónica de La Jungla de Cristal y sientes que son intercambiables entre ellas.
Jauss también distingue el ‘horizonte de experiencias’ del lector, que es el conjunto de experiencias vividas por éste, y del cual dependerá el grado de identificación que pueda lograr con el texto.
Uno no puede esperar que un lector de novelas románticas perciba una novela de ciencia-ficción de la forma deseada.
Volviendo al tema: La diferencia. El antónimo. El contraste. Son esenciales en el concepto del horizonte de expectativas. Para reconocer experiencias buenas, debes haber pasado por experiencias malas, y viceversa. Esto nos lo descubrió el Formalismo Ruso con su proceso científico hace más de ochenta años.
Y luego está la subversión de esas expectativas que tantos callos ha levantado últimamente:
Para los más curiosos de la casa, os presento la página All The Tropes. Una página web dedicada a la recopilación de todos los tropos que existen en el mundo de la ficción. Perfecto para los escritores de ficción que deseen inspiración o para los gamberros que deseen subvertirlos.
Pero esto no acaba ahí porqué gracias a la introducción de los tráilers de película se añade un nuevo nivel a la conversación.
Los tráilers suelen ser lo que son, una promoción de una película. En el mejor de los casos te convencerá para ir a ver una película, esa es su función. Pero en el peor de los casos pueden prometerte unas características que no se acaben cumpliendo en el producto final.
O aún mejor, que tus expectativas se vean superadas. Pero eso vuelve al tema de antes de comparar experiencias pasadas, así que no me alargaré.
Para terminar, lo dejaré con las sabias palabras de William Turner:
