El sesgo de disponibilidad: la influencia de lo primero que nos viene a la cabeza. (I)

Hugo Sáez
5 min readAug 23, 2018

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Este artículo continúa explorando el trabajo de los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky, como ya hice cuando hable del sesgo de confirmación. Estos dos israelíes se centraron en demostrar que, en entornos de incertidumbre, las personas tomamos decisiones que se alejan de los principios de la probabilidad. Nos comportamos así debido a que utilizamos heurísticas (atajos de la mente) para simplificar problemas complejos y éstas, a veces, nos conducen a errores. Hoy hablaré de otro de estos atajos, la “heurística de la disponibilidad”. Pero antes de seguir leyendo intenta responder a esta pregunta:

¿Cuáles son los tres trabajos más peligrosos de España?

Cuando hablo de peligrosidad, me refiero a mayor índice de mortalidad (número de accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores). Piensa unos minutos y cuando tengas tu respuesta, apunta tus tres opciones en orden de peligrosidad en un papel. ¿Ya? Sigamos.

A no ser que formes parte del Ministerio de trabajo o de un sindicato de trabajadores, es posible que tu información para responder a esta pregunta sea escasa. Habrás buscado en tu memoria trabajos que parezcan peligrosos y has escrito la lista en consonancia. A falta de información fiable y contrastada, nuestra mente está muy influida por la “heurística de la disponibilidad”: evaluamos las posibilidades de algo preguntándonos con que facilidad nos vienen a la mente ejemplos sobre ello.

Puede que hayas pensado en entornos peligrosos y en tu mente hayan aparecido minas, obras, maquinaria pesada o electricidad. Quizá tengas muy presente el goteo constante de noticias sobre accidentes de tráfico, por lo que transportista está el primero en tu lista. Quizá tu experiencia personal o que algún familiar o amigo trabaje en un sector peligroso, te hayan hecho decantarte por otra opción.

La “heurística de la disponibilidad” es un atajo mental que, ante decisiones complejas, sustituye una respuesta por otra: en vez de responder a la pregunta analizando cada profesión y evaluando su peligrosidad, respondemos con los trabajos peligrosos con los que, al pensar en ellos, más ejemplos acuden a nuestra mente.

En muchos casos la heurística de la disponibilidad nos ayuda. Si entre tus respuestas estaba transportista y minero, has acertado. Son la primera y la tercera profesión más peligrosa. Si una de tus opciones era obrero de la construcción también has estado cerca, porque es la cuarta.

¿Cuál es la segunda? Aquí es donde vemos como este atajo mental nos puede llevar a un sesgo, por el que reducimos la probabilidad de lo que no nos viene a la mente. La segunda profesión es una que poca gente suele decir, trabajadores del campo. ¿Por qué no se nos ocurre?

Informe de CCOO sobre la siniestralidad laboral

Cómo funciona el sesgo de la disponibilidad

Hay fundamentalmente tres factores que influyen en este sesgo. El primero son los medios de comunicación, ya que las estimaciones de causa de muerte laboral están distorsionadas por su cobertura mediática. El mundo que imaginamos no es una réplica precisa de la realidad: nuestras expectativas sobre la frecuencia de los acontecimientos están deformadas por la predominancia y la intensidad emocional de los mensajes que nos llegan. En nuestro caso los accidentes en carretera son una constante en las noticias y en cambio los accidentes en el campo no tienen prácticamente presencia en ellas.

Además los sucesos poco habituales atraen una atracción desproporcionada de los medios, lo que ocasiona que la población los acaba percibiendo como más frecuentes de lo que en realidad son. Esto sucede a menudo con la presencia de tiburones en las playas o con los accidentes aéreos, hechos poco frecuentes que al salir en las noticias generan una enorme alarma social. A raíz de esta alarma se generan “cascadas de disponibilidad”: cadenas de acontecimientos que aparecen en los medios en cascada y que acaban provocando un efecto bola de nieve.

Lo sucedido en el último año con Bitcoin y el resto de criptomonedas es un buen ejemplo: una noticia en medios especializados en tecnología hace que más gente se interese por ellas. Este interés deriva en compra de bitcoins y en una subida del precio, lo que ocasiona que los medios especializados en economía comiencen a interesarse por el tema. El efecto de compra y subida se repite y magnifica, lo que deriva en que los medios generalistas recogen la noticia. La cascada de disponibilidad alcanza su punto álgido y la fiebre de bitcoin llega a todas partes.

El segundo factor que influye en el sesgo de disponibilidad son las experiencias recientes: cuanto más cerca en el tiempo ha sucedido algo, más probable es que nos venga a la mente. Con el paso del tiempo el recuerdo se debilita y el efecto es menos pronunciado. Este es el motivo por el que las contrataciones de seguros y las donaciones a ONGs aumentan significativamente después de una catástrofe natural y después vuelven a su nivel normal. En nuestro caso, si la pregunta acerca de los trabajos más peligrosos la hubiera hecho en 2010, tras el derrumbe de la mina chilena en la que 33 trabajadores quedaron atrapados durante 70 días, probablemente la profesión de minero habría aparecido en tu respuesta.

El tercer factor son las experiencias personales. La accesibilidad y la visibilidad están muy relacionadas con la disponibilidad: experimentar algo hace que lo recuerdes más. Este factor es muy importante y ser consciente de él puede ayudarnos mucho, incluso en nuestra vida cotidiana.

Un estudio llevado a cabo por M.Ross y F.Sicoly nos da una muestra de ello. En él le hicieron esta pregunta a varias parejas “¿cuál ha sido tu contribución personal, expresada en porcentajes, a mantener las cosas ordenadas en casa?”. Como cada persona recuerda más lo que ha hecho personalmente, cada parte de la pareja sobreestimó su contribución a la convivencia. En 27 de 37 parejas el total era mayor de 100%.

El sesgo de disponibilidad nos lleva a pensar que contribuimos más de lo que realmente sucede, porque recordamos más lo que hacemos nosotros que lo que hace el resto. Este mismo sesgo suele causar la impresión que solemos tener cuando somos miembros de un equipo de trabajo y sentimos que hemos hecho más que el resto. Nunca está de más tener presente el sesgo de disponibilidad al evaluar nuestra contribución y dictaminar si realmente hemos aportado tanto como pensamos, ya sea a nuestra pareja o a nuestro equipo de trabajo.

Ahora ya podemos responder a la pregunta acerca de por qué no se nos han ocurrido los trabajos del campo como oficio peligroso. Hay básicamente tres razones, todas derivadas del sesgo de disponibilidad: porque sus accidentes aparecen rara vez en las noticias, porque es complicado que hayamos tenido una experiencia reciente con el campo si vivimos en una ciudad (el 40% de los europeos y el 48.5% de los españoles vive en una) y porque es difícil que a nivel personal tengamos alguna relación con la agricultura o la ganadería, básicamente por el mismo motivo que el anterior.

Hasta aquí el artículo de hoy. En el siguiente hablaré sobre como se puede aplicar el sesgo de disponibilidad al marketing y la publicidad.

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Fuentes:

Kahneman, D. Thinking, Fast and Slow

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Hugo Sáez

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