Goliat miente. Las grandes organizaciones dejaron de ser creíbles

lisandrobregant
3 min readNov 6, 2018

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“Davide e Golia”, Tiziano (1542)

La actividad agropecuaria miente y mata. Las multinacionales persiguen, sesgan y hacen lobby. Acusaciones y posverdades en una sociedad que retiró su confiabilidad y creencia de las grandes instituciones y las cadenas productivas. Si es grande, miente. Si es pequeño y verosimil: le creo.

por Lisandro Bregant / @lisandrobregant

Mundo VICA

Diversos autores que analizan las problemáticas de comunicación e interacción en el mundo actual aseguran que estamos en un mundo Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo. Dónde las variables cambian día a día (volatilidad), no hay construcción de certidumbre — lo que funcionó ayer no necesariamente funciona ahora — donde hay un gran caudal de información que necesita ser procesada (complejidad) y dónde ante un mismo hecho hay múltiples interpretaciones técnicas (ambiguo).

Esta composición VICA trae un resultado esperable: desconfianza. Un recalcular de los vínculos sociales, comerciales, afectivos.

Mosaico

Lo que leemos en Facebook, un artículo en diario papel que leemos en un bar, una nota en el noticiero que está de fondo en nuestra casa, un audio de WhatsApp que se viraliza. Nuestra manera de entender la realidad hoy es fragmentaria. Como si se tratara de un mosaico que de manera orgánica vamos armando en función de nuestra interacción social durante el día.

Goliat Miente

Aquello que no puedo mirar a los ojos, puede ocultarme cosas. Los grandes diarios, las grandes industrias, los grandes partidos y cuadros políticos tienen una manera de relacionarse que quedó obsoleta. Toda editorial, toda bajada de línea, comunicado de prensa, papel membretado es visto con desconfianza por la ciudanía. La verdad única y centralizada, por más que esté fundamentada científicamente, genera desconfianza y lejanía. Se construye la credibilidad y la confianza en el mundo actual a través de la escala persona. Mediante una comunicación que sea capaz de conversar, no de declarar o realizar monólogos, o detentar el conocimiento científico como la única solución a los problemas.

David dice la verdad

Es el fenómeno del influencer. Una persona armada con un celular, una cuenta en alguna red social y entendiendo las lógicas de la narración en la era de la superabundacia de información puede construir legitimidad territorial. La contracara de las instituciones que pregonan verdades centralizadas son los testimonios descentralizados en primera persona de los influencers territoriales

Los “David” ocupan ese rol de “vigilador”, de ciudadano atento ante las injusticias. Encarna esa lucha mítica contra el gigante, y como es sabido, genera adeptos. Por afinidad o por el sólo espectáculo que brinda una lucha aparentemente desigual. Lo cierto es que la construcción de legitimidad hoy se decide por fuera de las oficinas centrales y los calendarios de las organizaciones.

Un influenciador territorial es capaz de movilizar más efectivamente la opinión pública que un gerente de comunicación a cientos de kilómetros de la zona de conflicto. Se trata de una comunicación táctica. Que no es otra cosa que la construcción de credibilidad para generar una licencia social — que implica el 75% del core del negocio — y no de una bajada corporativa para la foto y el balance interno de fin de año.

Licencia Social para operar

Esta es la terminología y el desafío actual para corporaciones, micropymes, candidatos políticos, emprendedores y todo sistema que tenga que vivir y hacer negocios. La licencia social para operar es un concepto que nos advierte que en el mundo actual para realizar una actividad comercial o social, si o si, necesitás generar aprobación social. Que no es otra cosa que el pulgar arriba de una comunidad local.

Sin licencia social: activismo, reputación y descalces financieros

Si no contamos a la comunidad de manera clara la manera en que nuestro negocio genera riqueza y afecta a la localidad, no se construyen licencias sociales, no hay aprobación ciudadana, ocurren manifestaciones, vandalismos de máquinas, legislaciones que restringen la actividad comercial; y en definitiva un descalce financiero que llega a afectar el 75% del precio de la operación según confirman los investigadores Boutillier y Thomson.

Tres cuartas partes de una actividad comercial se ve afectada por cómo explicamos regionalmente nuestro negocio.

Este artículo es de mi autoría y es de libre divulgación. Fue pensado y desarrollado a partir de la experiencia directa de asesorar diferentes instituciones del sector agroalimentario y su desafío de comunicar en medio de posverdades. También es utilizado como material de consulta para equipos técnicos de comunicación en campañas políticas, organizaciones y empresas. Ver todos los artículos de esta secuencia

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lisandrobregant

Consultor de Storytelling y Creatividad. Articulista y Profesor de la Universidad Abierta Interamericana