Gustar vs Gozar 2/4

Reflexiones sobre el tiempo, el valor y el trabajo

Miguel Melgarejo
4 min readSep 26, 2019

Antes que nada… ¿qué es esto?

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La primer serie de artículos tiene que ver con la relación del tiempo, el valor y el trabajo. Esta es la primer entrega de la serie.

En el artículo anterior de la serie describí dos grandes maneras de ponerle valor al tiempo. La primera siendo el valor del mismo en el mercado y la segunda como el valor que tu le pones a tu tiempo siendo este un recurso limitado. Me gustaría explorar una de las maneras que creo que pueden abordarse para evaluar y juzgar mejor la utilización del tiempo bajo una lógica no monetaria.

Solía pensar que la productividad era un factor clave en la utilización de mi tiempo, es decir, que mientras más cosas pudiera resolver en una hora, mejor estaba utilizando mi tiempo. La verdad es que soy bastante bueno haciendo esto, tengo la capacidad de generar flujos de trabajo muy eficientes y lógicos. Llevé esto a un extremo, cada hora de mi día estaba medida, cada día tenía una relación clave con la semana y así sucesivamente.

Esto ocasionó en mi varias cosas: la positiva es que me volví estúpidamente eficiente, la negativa que me perdí a mí mismo en el intento y perdí perspectiva sobre lo que hacía y porqué lo hacía. Dejé de gozar.

Ahora me gustaría hacer una distinción particular. La gente normalmente suele preguntar y preguntarse más ¿te gusta tu trabajo? a ¿gozas tu trabajo? — Yo creo que son cosas muy diferentes que esconden un secreto fundamental sobre la utilización eficiente del tiempo.

Gustar suele usarse para referirse a algo que te parece atractivo, es decir, un elemento externo que tiene atributos que reflejan algo que quieres y deseas. Y con esto hay que tener mucho cuidado, ya que aquello que te gusta no es necesariamente algo que es bueno para ti o inclusive algo que decidiste por ti mismo. Te puede gustar el dinero por los atributos que se asocian con él (poder, dinero, fama, etc), pero no es necesariamente algo que te puede traer un beneficio mayor o inclusive un disfrute verdadero.

El goce tiene que ver más con la relación directa que tiene una persona con una cosa o actividad. Tu puedes saber si estás gozando algo o no, te lo dicen tus sentidos, tu cerebro y tu cuerpo. El goce no necesariamente tiene que ver con algo agradable, puedes estar sufriendo mientras ves un juego de futbol con tus amigos pero gozando la actividad y el encuentro como tal.

El goce no es algo fijo ni predestinado, uno puede gozar algo que antes no podía, pero solo es posible hacerlo si se transforma de manera genuina la relación entre tu persona y lo que haces.

Lo chistoso del goce es que es algo que suele desaparecer cuando se reflexiona al respecto. Es algo que se siente en flujo y que está profundamente relacionado con nuestra capacidad de estar.

En mi caso, hablando del trabajo, he descubierto que estaba pasando mucho tiempo gustándome la idea del mismo, pero no lo estaba gozando. Cree una estructura de tiempos y necesidad de eficiencia extrema que causó que dejara de saborear lo que hacía, dejé el goce de lado.

Me gustaba más la idea de hacer y ser quien era profesionalmente que realmente ser esa persona, el día a día se volvió en un pesar del cual acepto toda responsabilidad.

Ahora, utilicemos algo de lógica: En cierto sentido la productividad eficiente es necesariamente aquella que se puede gozar, ya que se puede hacer durante un plazo de tiempo mucho mayor que una que no lo es, también es más resiliente y duradera.

Siempre habrá alguien que puede hacer algo más rápido que tú, las computadoras y la industria ya nos han ganado y nos ganarán en muchos de estos terrenos. Pero no siempre habrá alguien o algo que goce hacerlo tanto como lo gozas tú.

Solo si gozas algo puedes dedicar genuinamente tiempo a pensar cómo hacerlo mejor, no porque debes, sino porque amas el trabajo o el problema a resolver. En otras palabras y regresando un poco a nuestro mundano día a día… el que goza de verdad puede innovar de manera trascendente.

A pesar de todo esto pareciera que “lo normal” en el mundo es estructurar sistemas que hacen del tiempo algo rígido y poco adaptable a las necesidades particulares que puede tener cada individuo para gozar lo que hace.

He estado pensando en esto, no es nada definitivo, pero creo que para mi los elementos fundamentales que hacen que pueda gozar de mi día a día son los siguientes:

  • Producción: mi capacidad de hacer
  • Reflexión: mi capacidad de analizar lo que hago
  • Socialización: mi capacidad de conectar y compartir con personas (amigos, pareja, familia) y entorno
  • Construcción: mi capacidad de cuidar de mi ser y cuerpo y de desarrollarlo
  • Conexión: mi capacidad de estar y ser consciente de todo lo anterior

Es en el encontrar el balance entre estos diferentes tipos de actividad que al menos en mi persona pueden generar una buena experiencia de vida.

Solo ideas. Lo que más me interesa es preguntarte:

¿Y tú gozas lo que haces? ¿O solo te gusta la idea?

mm.

Originally published at https://miguelmelgarejo.substack.com.

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