¿Cómo identificar una depresión y gestionarla?

Nubia Morales
6 min readAug 23, 2023

La depresión es un trastorno mental que cada día se acentúa más. Se estima que el 3.8% de la población mundial experimenta depresión, enfermedad que representa la cuarta causa de discapacidad en pérdida de años de vida saludable. Podríamos aseverar que es una enfermedad que avanza silenciosamente e incapacita al individuo a vivir saludable y pleno.

Debemos ser conscientes que somos una trinidad indivisible: Cuerpo, mente y alma; la medicina tradicional hasta hoy trata la enfermedad sólo desde lo físico, el cuerpo, debido que desde siglos atrás arrastramos la creencia de que la enfermedad surge por factores externos, cuando en sí, la enfermedad es producto de un desequilibrio interno en la persona, donde el alma que es la voz del cuerpo se pronuncia en él a través de síntomas y luego en enfermedades a fin de que se tome conciencia y se encuentre la resolución del conflicto.

La evolución misma del universo nos está llevando de regreso al conocimiento de los primeros tiempos, Hipócrates (Médico y filósofo de la antigua Grecia) llamado el Padre de la medicina tenía por lema: “No intentes curar el cuerpo sin antes curar el alma”. En la actualidad, las leyes biológicas del Dr. Hammer a quien no se le ha reconocido su extraordinario aporte a la humanidad, nos concluye que “los eventos desestabilizantes, inesperados, vividos en soledad y para los que se piensa que no hay solución producen un impacto psique-cerebro-órgano que luego se manifiesta en forma de enfermedad, a manera de buscar resolución al conflicto”.

Puede que aún no lo tengas claro, sigamos.

Somos seres emocionales nos guste o no. Las emociones son reacciones psicofisiológicas que se desencadenan ante estímulos internos y externos. Las emociones no son buenas ni malas, son naturales a nuestra existencia; sin embargo, nos han programado para reprimirlas: No llores, no te rías fuerte, no seas miedoso, etc. Al reprimir algo que es biológico esto genera bloqueos internos –conflictos — que desencadena en enfermedades.

La palabra depresión etimológicamente se traduce en DE (Hacia abajo) PRESION ( hundir ), por lo que hablaríamos que una persona depresiva “está hundida” sin fuerza, sin ánimos, sin deseo alguno, lo que conlleva a decir que su vida la ve gris, sin esperanzas. ¿Qué ha perdido? Detrás de toda depresión hay una pérdida sin aceptar, sin resolver, sin soltar.

La persona que está en depresión, está anclada al pasado, a algo que le duele haber perdido.

Para ponerlo más claro, cito el siguiente ejemplo:

Una niña de 8 años pierde a su padre en un accidente, por su tierna edad no sabe gestionar lo que siente, puede llorar poco o mucho pero no será suficiente, en su mente quedará la huella imborrable de la ausencia del padre. Esta niña vivirá con esa tristeza profunda, de adolescente y adulta ése recuerdo aparentemente pasó a un segundo plano, sin embargo, en el momento del evento ese trauma se guardó nítidamente en su inconsciente — funcionamos como el disco duro de un computador que todo lo almacena.

Esa niña crece, a los 24 años ya comprometida el novio la abandona por otra mujer. Ella queda desconsolada, sumergida en una tristeza profunda por ese abandono. ¿Qué ha pasado? muchos piensan: Ni es para tanto, mejor ahora que la abandonara y no después. Hay algo irracional en su estado anímico: Depresión profunda por ruptura de pareja. ¿No había tenido otras parejas? ¿Porqué con esta persona si llega a ese extremo de ánimo? A través del abandono de su pareja, ella activó inconscientemente en su psique el abandono por muerte de su padre, y la pasa muy mal, cae en depresión profunda. A través de la pérdida del novio se activa el duelo no resuelto de padre. Puede parecerte locura, pero así funcionamos.

Todo evento vivido de forma dolorosa, sin gestionarlo, lo vamos a replicar cíclicamente en nuestra vida, en el ejemplo anterior, la muerte del padre fue cuando la niña tenía ocho años, a los 16 años tuvo que haber experimentado otra pérdida, a los 24 lo vuelve a experimentar y acá lo siente más intenso; si no toma conciencia mediante un acompañamiento terapéutico y lo gestiona volverá a los 32 años a experimentar otra gran pérdida con un estado más profundo de tristeza, de depresión. La depresión es el cúmulo de pérdidas no aceptadas, no liberadas. Esto es lo que da cabida a las depresiones cíclicas o por temporadas; es decir, cada tanto tiempo o fecha sientes esa tristeza profunda y puede que acudas al médico quien te recetará unos antidepresivos que te funcionarán por unos días, el mal es interno tu alma desea liberarlo.

Cabe aclarar que la depresión también puede ser heredada ya que estando en el vientre materno sentimos y experimentamos como nuestro lo que la madre vive. Todo lo acontecido en nuestra vida intrauterina nos afecta en nuestra vida adulta. De forma que, si estando en el vientre materno, la madre pierde a uno de sus progenitores, a su pareja o una casa, viviéndolo con mucho dolor y tristeza, el bebé nacerá con esa huella profunda de tristeza la que le acompañará durante toda su vida hasta que lo haga consciente; es decir, hasta que trabaje en su historia, conozca ese acontecimiento y se libere de ese duelo no resuelto por la madre.

Las pérdidas no resueltas o no aceptadas están desde la pérdida de los progenitores, una pareja, un hijo, un trabajo, un proyecto, una amistad. Puedes creerlo absurdo, pero así es. Todo depende del valor, arraigo y/o pertenencia que la persona siente hacia esa persona o proyecto. Un ejemplo claro lo vemos en las personas jubiladas, mayormente pasan a ser depresivos por no tener qué hacer, por no sentirse “útil”, por la pérdida del trabajo que les hacía sentirse vivos, sin embargo si trabajan en su historia podrán encontrar una primer PERDIDA que es la que se encuentra trasfondo y necesita ser vista y sanada.

En este día que escribo pude darme cuenta que estaba en sintonía con la tristeza, sin ánimos, con deseos de irme a acostar, gracias a mi formación y trabajo interior pude observarme y conectar que estoy en días difíciles — ayer aniversario de la muerte de mi padre y mañana fecha de cumpleaños de mi madre fallecida hace nueve meses. ¿Cómo no estar presentando estos síntomas? Lo importante es darse cuenta, porque con conciencia puedes cambiar “esa realidad”, me propuse escribir este artículo y ni te imaginas que tan animada me siento. ¿Cómo así?

Si persisto en ese pensamiento inconsciente — La ausencia de mis padres — me generará un estado de ánimo bajo, decaído, depresivo, por ende, mi actuar será postrarme, no hacer nada porque no siento deseos de nada. Esto no implica aturdirme en tareas para “no pensar y no sentir”, al contrario, significa darme cuenta que ellos ya no estarán más conmigo y que debo ACEPTAR CON AMOR su partida, su destino, ellos ya cumplieron su misión en la tierra. Todo duelo lleva y requiere su proceso.

Cuando te sientas en estado profundo de tristeza puedes gestionarlo de la siguiente manera:

1.- Observa — como desde afuera de ti — cómo te sientes, qué haces o no haces

2.- Reflexiona desde cuándo sientes esa tristeza y/o depresión

3.- ¿Si determinas desde cuándo estás así, reflexiona que ha pasado que te generó ese estado de ánimo?

4.- Eso que aparentemente te generó la tristeza o depresión (tristeza profunda) a qué evento pasado está relacionado?, simplemente cerrando los ojos puedes conectar con ese momento. El primer pensamiento que llegue a ti, aunque no lo creas, tiene que ver con lo que estás viviendo actualmente.

5.- O simplemente con los ojos cerrados, pregúntate: ¿De dónde viene esta depresión? ¿De quién es este dolor? Verás cómo tu mente trae recuerdos a ti que tienen que ver con eso que no has podido SOLTAR, LIBERAR, ENTREGAR.

“Todos tenemos una fuerza interior que nos muestra el camino a sanar”

--

--

Nubia Morales

Psicóloga Clínica enfocada en temas de crecimiento y desarrollo personal, sanación y espiritualidad. Formación en Bioneuroemoción y Transgeneracional.