10 años y un día después: La nueva Bandera de los desaparecidos FADU

O de como hacer memoria sin ejercerla en el intento

Andres Snitcofsky
6 min readMar 25, 2016

De los sucesos narrados en mi Breve racconto que tardé 10 años en escribir (ver nota) pasaron ya 10 años.

En esa década en la FADU, me recibí de DG, dí clases varios años y finalmente como muchos otros docentes Ad’Honorems me pudrí de ser ignorado por la propia institución y me fuí.

En nuestro país pasaron 3 presidencias democráticas completas consecutivas, algo que no había sucedido nunca. Se debatió largamente sobre aquellos temas de Derechos Humanos, y tímidamente sobre algunos más actuales: Igualdad de derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT, urbanización de villas, acceso y manipulación de la información, soberanía. También creció notablemente la participación ciudadana en muchas áreas e instituciones.

En el mundo, La brecha digital se redujo como nunca antes, e incluso en nuestro país, incluso contagiando costumbres informáticas al mundo analógico, como el Código Libre, el crowdsourcing y la financiación colectiva. Hasta parece que la guerra fría se entibió en Cuba.

Sin embargo, en la FADU, parece que en muchas cosas, el tiempo no pasó.

En marzo de 2006, Jaime Sorín asumía el decanato de la FADU, rompiendo con dos décadas donde casi no hubo alternancia en el cargo. Su primer acto de gobierno fue justamente, desplegar la nueva bandera recordatoria, resultado del concurso llamado por el decano saliente, Berardo Dujovne.

Similitudes y diferencias en los actos:

Diferente: En el acto del 20 de marzo 2006, además de desplegarse aquella bandera, se dio inicio al ciclo lectivo, por lo que la comunidad entera de la FADU (osea, los estudiantes) estaban presentes. Por el contrario, esta vez el acto se hizo de espaldas a los fundamentales habitantes del pabellón 3. El alumnado regresará a sus actividades habituales el lunes, con una bandera nueva, sin saber que sucedió ni haber sido invitados a dicho suceso. La excusa calendaria, no tiene mucho sentido, sabiendo que en todas las instituciones educativas del país las actividades por el Dia de la Memoria se ajustan a conveniencia.

Similar: Muchos de los integrantes del Consejo Directivo hoy, presentes en el acto, son los mismos que en 2006. Otros simplemente intercambiaron lugares en otras posiciones de la institución. Si esto es bueno o no, es completamente opinable, pero hay algo innegable: La representatividad es insostenible. Del claustro de Profesores y graduados, el 80% son Arquitectos. De todo el consejo directivo, sólo el 30% son mujeres, principalmente del Claustro de Estudiantes.

Igual: En ninguno de los dos actos se aclaró quién/es ni cómo se realizó la bandera inaugurada. Esto podría ser un detalle mínimo en otros contextos, pero en el nuestro es vergonzoso: Somos una Facultad donde gran parte sus estudiantes se abocan a la comunicación visual y espacial, y el total de las carreras dictadas se basan principalmente en el Proceso Proyectual como la base de su disciplina.

Repetitivo: Si no fuera por lo antes mencionado, podría decirse que fue un deja vu. Miembros del consejo directivo entregaron legajos a familiares de desaparecidos, se escucharon discursos de familiares y dirigentes institucionales de DDHH y de la facultad, y se pasó un documental con testimonios de familiares y amigos de víctimas del terrorismo de estado. En una Facultad que se vanagloria de la creatividad y la innovación, es triste ver que en 10 años no se nos ocurrió nada superador. No se habló de las actividades que la comunidad FADU ejerció en ésta década concernientes a los Derechos Humanos, como el Taller Libre de Proyecto Social, el SIUS, actividades de extensión universitaria, cientos de proyectos de las diversas cátedras promoviendo la reinserción de nuestras disciplinas en la sociedad, y montones de otras actividades que seguro desconozco.

Los descargos:

Pese a no haber sido invitado (no porque me sienta especial, sino porque estoy en la lista de correo de Graduados, usurpada por la mayoría de turno para spam electoral), me hice presente en el acto. Finalizado éste, le expresé a las autoridades correspondientes mi decepción. Fuí esperanzado de que la situación en la que se hizo la bandera anterior, donde todos actuamos co la mejor de las voluntades, hubiera mejorado sustancialmente dentro de la institución.

El propio decano me confesó que no sabía que la bandera anterior se había realizado en un concurso, ni por estudiantes. No le pido que recuerde de memoria la resolución correspondiente, pero asumo que, tanto como yo, él o alguno de sus asesores puede googlear.

También, en sus años de haber pasado frente a la bandera (el actual decano estuvo presente en el acto de 2006, como Vicedecano) podría haber leído el texto que en ella dejamos, como mensaje en una botella, para que futuras generaciones reclamen participación y concursos libres en actividades similares.

O simplemente podría haberse dejado llevar por las corrientes institucionales, participativas y democráticas que el mundo hoy valora, y que él mismo reivindicó al asumir.

La nueva bandera:

Esta imagen es recien de 2023, releyendo este posteo 7años despues de haberlo escrito (2016) encontre que deje este mensaje: “(cuando tenga una imagen decente, la agrego aquí)” y nunca lo hice. Gracias Mariano por la foto.

Pese a que aún hoy me cuesta hacer un análisis diseñistico de nuestro propio proyecto anterior, hay cosas que me parecen erradas en el nuevo diseño, y aquí las expongo, siendo mi humilde opinión, y totalmente abiertas al debate:

  • La nueva bandera es muy similar a la anterior. En el mundillo de los diseños, algo muy parecido es plagio u homenaje. En este caso no me queda claro cual quiere ser. Claramente homenajear a la bandera anterior no tiene sentido, ya que aquella a su vez remitía a la original, intentando diferenciarse explícitamente. Plagio tampoco es, ya que difícilmente se pueda “patentar” un fondo blanco con fotos y nombres. Pero hacerla tan similar, no solo ostenta pasar por alto la cantidad de avances, tendencias, tecnologías, materiales y sucesos acaecidos en el Diseño en la última década, sino que también roza con querer confundir al espectador: ¿Cuántos de los estudiantes que regresen a clases quizás nunca noten el cambio? Este recurso no es inocente, es una herramienta de las que se vale la disciplina para introducir cambios en marcas y simbolos, de forma gradual e imperceptible.
  • La nueva bandera modifica el orden en que aparecen las figuras. Elige el orden cronológico de los años de las desapariciones, algo que representa más a los que las decidieron que a los que las padecieron.
  • La nueva bandera incluye nuevos datos: Algunos muy poco interesantes para el espectador, como el nro de legajo, y otros de gran importancia comunicacional, como evidenciar aquellos de los que se han encontrado sus restos, o restituido sus hijos. Lamentablemente, la legibilidad de tanta información es casi imposible a la distancia. Quizás no se hicieron pruebas de impresión como inexperta y rudimentariamente hicimos 10 años ha.
  • La nueva bandera incluye Nombres de Guerra y pertenencia Política, lo cual abre un interesantísimo (y que ya viene de largo) debate, pero genera también baches: Algunos nombres no poseen esta información. ¿No la poseen porque no se sabe? ¿No la poseen porque no militaban en ninguna agrupación? Ante esta disyuntiva, y la posibilidad de que un lector haga la diferencia entre los “algo habrán hecho” y las “víctimas inocentes” fue que en aquella vez decidimos omitir esta data. Ansío leer sobre el debate interno que habrán tenido los que esta vez la incluyeron.
  • La nueva bandera omite el color. Es completamente blanco y negro. Recuerdo haber negociado personalmente con el imprentero para que nos permita imprimir unas palabras en color sin salirnos del presupuesto. Espero esta no haya sido la limitación esta vez.
  • La tipografía usada en los títulos de la anterior bandera, fue la única que pudimos conseguir -gratis- diseñada por un tipógrafo argentino. En esta última década, nuestro país y la región están en la mesa chica del diseño tipográfico mundial. Espero se haya tenido en cuenta como un detalle, solo importante para el nerd tipográfico, pero que abunda en el público del pabellón 3.
  • La nueva bandera tiene claros errores de impresión. Le faltan algunos de los años, hay unas líneas de más. Espero que esto pueda corregirse y que no replique el endémico mal que azota el estudiantado fadu: terminar las entregas a último momento sin posibilidad de corregir errores graves.
  • La nueva bandera no hace mención alguna a la original, ni a las que la sucedieron.

La nueva bandera, con su grilla ortogonal y líneas oscuras, pasa por alto cualquier esfuerzo de no parecer un legajo militarizado de rostros, nombres, datos y fechas.

En los 10 años que pasaron me moví con frecuencia dentro del espectro ideológico posible e imposible. Encontré nuevas maneras de expresar mi sentir con respecto a este u otros temas. Ejercí la docencia en otras facultades, con la lucha contra la precarización laboral docente incluida. Y hoy me encuentro realizando este mínimo aporte para que, mucho más temprano que tarde, nuevos estudiantes superen nuestras limitaciones y caminen por un patio central que les pertenezca, para construir una facultad mejor.

Difícilmente una sola pieza de diseño pueda condensar lo que todos pensamos o sentimos pero sin duda, los procesos ocultos y cerrados no son nunca un buen homenaje a la Memoria, la Verdad y la Justicia.

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Andres Snitcofsky

Diseñador gráfico. Visualización de datos. @cargografias (no soy @ams)