Emprendiendo en Latam: Miguel Morkin, CEO de Sirena. (Parte 1)

Startupear
7 min readMar 14, 2017

--

Nos encontramos con Miguel Ángel Morkin, CEO de Sirena, para que nos compartiera su experiencia emprendiendo en latinoamérica con un producto que está mejorando radicalmente un proceso que aún en la actualidad no incorporaba tecnología, volviéndose doloroso e ineficiente: la comunicación entre compradores y vendedores en la era digital.

Miguel Ángel Morkin, CEO en Sirena

Miguel tiene 29 años, es argentino y posee un título en Ingeniería Industrial en el ITBA.

Repasamos con él su historia hasta llegar a Sirena, cómo es el día a día de su startup, cómo es emprender en latinoamérica y también nos deja recomendaciones a partir de su experiencia como emprendedor, de las cuales podemos aprender muchísimo.

La historia

Startupear: ¿Cómo te decidiste a ser emprendedor?

Miguel Ángel Morkin: Hice algunas pasantías laborales durante mi carrera. Cuando terminé la facultad tenía muy en claro que tenía ganas de emprender pero no estaba convencido de empezar en ese momento o quizás, también, tenía algo de miedo. Fue entonces que decidí entrar a trabajar en un lugar donde aprendiera a emprender de alguna manera. Teniendo varias opciones de trabajo decidí priorizar por sobre todo mi aprendizaje en un emprendimiento, e ingresé en Continente Siete, una consultora que recién estaba empezando. Trabajé en ella durante 2 años, lo cual me sirvió muchísimo para viajar, aprender portugués y entender cómo es un emprendimiento por dentro. Fue mi mejor experiencia de trabajo porque me enseñaron que el impacto que puede tener el trabajo bien hecho no tiene límites.

Lanzarme a emprender fue una decisión que venía madurando durante mi estadía en la consultora. Durante el último año había estado participando de muchos eventos para emprendedores. Principalmente de aquellos que invitaban a hacer algo real o participar de actividades que en un corto tiempo pudieras tener algo en funcionamiento. Ahí conocí gente entre los cuales hoy uno de ellos, Ezequiel Sculli, es socio mío en Sirena. También me sirvió para conocer a quien luego sería mi socio/inversor, Pablo Casarino.

Fue durante unas vacaciones que me tomé junto a mi novia que decidí firmemente iniciar mi carrera como emprendedor.

S: ¿En ese momento ya tenías una idea en la cabeza?

MAM: En ese momento tenía ganas de emprender pero no estaba seguro en qué. Sí sabía que tenía ganas de empezarlo con Quasar, una company builder de Buenos Aires que invierte en proyectos de alto potencial. Principalmente fue una decisión basada en la velocidad que le quería dar a emprender. Usualmente un startup se toma 5 años en llegar a ser uno maduro. Yo no quería tardar tanto. Tenía toda mi experiencia de haber trabajado dentro de otro emprendimiento y ya conocía cómo funcionan por dentro.

Fue a través de la company builder que conocí a Julián, uno de mis socios. Allí empezamos a ver algunas ideas que tenían él o Quasar. Las analizamos y fuimos descartando las primeras por cuestiones de tamaños de mercado, competidores establecidos o aquellas que intuimos que no fueran a funcionar. Con otras fuimos haciendo MVPs, productos mínimos viables, lo que también nos sirvió para llegar rápido a descartarlas. Fue un proceso de ir encontrando la idea, cada vez arriesgando más.

Fue en ese momento que, a través de uno de estos MVPs, comenzamos con lo que fue Rodati, un sitio para venta de vehículos 0Kms que conectaba oferta y demanda. Este proyecto fue lo que le terminó dando nacimiento a lo que es hoy Sirena.

Llegamos a Sirena viendo que existía un problema más grande, y anterior, que estaban teniendo nuestros clientes que el problema buscaba resolver Rodati en sí.

En cierto punto este último se había convertido en algo muy grande que intentaba solucionar varios problemas sin llegar a un “10”, si tuviéramos que calificarlas. Eran muchas soluciones de “6” o “7” puntos. A mi personalmente me parece conveniente siempre hacer una sola cosa, pero con un “10”. Entonces en un momento decidimos enfocarnos 100% en esta herramienta, que hoy es Sirena, descartando todo lo demás.

S: ¿Cuánto duró todo este proceso desde que iniciaron a probar ideas hasta que llegar al Sirena de hoy?

MAM: 2 años.

S: ¿Cómo fue que pudieron sostenerse económicamente?

MAM: Al principio de todo pudimos sostenernos en base a ahorros. Posteriormente fue mediante la inversión que recibimos a través de Quasar. Pudimos darnos un salario no muy grande pero que nos alcanzara para vivir, priorizando el uso de esa inversión en la el desarrollo del startup.

S: ¿Tienen cuantificado cuánto les costó llegar a Sirena?

MAM: El número duro es la inversión que recibimos a lo largo de la vida de Rodati, $2M. Ese fue el costo de nuestro aprendizaje. Rodati, al ser un marketplace, buscaba unir oferta y demanda resolviendo muchos desafíos a la vez con lo cual requería excesivo dinero para cubrir todas las áreas.

¡Sirena transforma tu equipo de ventas en superhéroes!

S: ¿Cómo fue que se decidieron a hacer el “pivot” de Rodati a Sirena?

MAM: No me había tomado vacaciones durante toda la historia de Rodati, que venía de un año complicado: problemas económicos en Brasil, necesitábamos levantar inversión nuevamente porque éramos una máquina de quemar plata. Sentía que estábamos haciendo muchas cosas y que resolver el problema se había vuelto demasiado complejo. Me tomé unos días. Fui junto a mi novia de viaje en casa rodante por California. Fue leyendo un libro que percibí la necesidad de simplificar todo lo que veníamos haciendo y enfocarnos en una sola cosa. A mi regreso hablamos con el equipo y estuvimos de acuerdo en que tenía sentido el planteo.

En ese momento ya habíamos validado que, lo que hoy resuelve Sirena, era un problema de nuestros clientes. El problema de cómo se comunicaban ellos con sus clientes. Teníamos muchos ingresos al sitio para buscar autos, y lo que pasaba era que esos interesados después se perdían por problemas o demoras en la comunicación entre ellos y la concesionaria.

Nosotros previo a ese momento lo percibimos como una frustración muy grande, no como una oportunidad. Invertimos mucho tiempo y dinero en hacer funcionar el marketplace, conectando las partes para que luego la operación no se concretara. En algunos casos llegaban a demorar 2 días en que se contactara la concesionaria con el interesado.

Al ver eso comenzamos a hacer cosas para intentar resolver esa parte del problema. Probamos de todo. Llegamos a tener un Call Center propio, de 20 personas, para reducir los tiempos de comunicación, de 2 días a 7 minutos, y favorecer a la concreción de la operación. El escenario se volvió más complejo cuando habiendo logrado bajar el tiempo de respuesta, con una solución que tenía la complejidad por sí sola de una startup en sí misma, ahora fallaba el siguiente paso. El vendedor podía no estar en la concesionaria o no le confirmaba el test-drive, u otras cosa. Le estábamos tirando personas al problema para resolverlo, en vez de hacerlo con tecnología.

Al estar tanto tiempo en las concesionarias, vimos que todos los vendedores estaban con el celular. Pensamos en utilizar un flujo similar al que utiliza UBER con sus choferes. Enviar una notificación a todos los vendedores con el “lead” del potencial comprador y el primero que tomara el pedido continuaría con el proceso de comunicación. Construimos un producto mínimo viable. La aplicación era vergonzosa, pero funcionó. De esta manera logramos mejorar drásticamente la velocidad de respuesta a los clientes. No teníamos que seguir usando el Call Center gigante. El cliente estaba contento. El vendedor estaba contento. La experiencia era mucho más rápida. En ese momento nos dimos cuenta que sólo esta solución podía duplicar la conversión y reducir diez veces el tiempo de respuesta.

A pesar de haber llegado a eso, en ese momento nos habíamos convertido en un sitio, un call center, una aplicación, un blog y más. Fue lo anti-startup. Rodati se había convertido en un startup con 5 startups dentro. Fue ahí que nos enfocamos en resolver un único problema, la comunicación del cliente online y el vendedor, descartando todo lo demás.

Sirena en la actualidad

S: Contanos cómo está compuesto el equipo en la actualidad.

MAM: Hoy nuestro equipo está distribuido entre Argentina, Brasil y México, aunque la mayoría está en el primero, donde se encuentra nuestro “Headquarter”. Principalmente tenemos ahí a nuestro equipo de desarrollo y el Customer Success. Internamente nos organizamos bajo una estructura en la cual yo soy el Director; Ezequiel Sculli, mi socio, es VP de Producto y encabeza al equipo de desarrollo; Julián Bender es VP Comercial; y Lautaro Schiaffino quien cumple el rol de VP de Operaciones maneja al equipo de ventas en distintos países y de Customer Success.

Parte del gran equipo de Sirena.

S: ¿Cómo trabajan con la cultura de la empresa?

MAM: No estamos trabajando activamente en eso. Al ser un equipo chico dejamos que se dé de forma natural. Hay mucho que quedó del trabajo que hicimos durante Rodati. Tenemos ciertos valores que se fueron propagando orgánicamente. Uno muy importante es el compromiso que tiene cada persona del equipo como dueña y responsable de su parte del producto, trascendiendo lo que puede ser el horario de oficina. Buscamos que el ambiente de trabajo sea acogedor y distendido, dando libertades y permitiendo un uso del espacio para que el equipo pueda hacer actividades “extra laborales”.

¡No te pierdas la segunda parte!

¿Querés leer más sobre cómo construyen el producto, los desafíos de la actualidad y las recomendaciones? Este es el link a la parte 2.

Seguinos en nuestras redes sociales para enterarte primero:

Instagram: http://www.instagram.com/startupear_
Twitter:
http://www.twitter.com/startupear
Facebook:
http://www.facebook.com/startupear

¿Querés escribirnos para contarnos tu experiencia emprendiendo? Escribinos por redes sociales, por acá o a nuestro mail: hola@startupear.com

--

--

Startupear

Emprendé profesionalmente. 90% de las startups mueren por causas en su mayoría evitables. Capacitate y emprendé seguro. +info en: http://www.startupear.com