Menos ficción y más brevedad
Las tendencias narrativas que se nos vienen encima
Estaba el otro día comentando por aquí la narrativa del futuro se parecerá mucho más a una experiencia interactiva global que a una mera lectura cuando un par de nuevas tendencias se han venido a materializar en el radar de periodistas y críticos.
Por un lado: brevedad. Y es que igual que la novela fue hija de la era de la imprenta, la narrativa de la era digital se ha venido asociando una y otra vez a las historias cortas o, como mucho, de la longitud máxima de una novella (en otras palabras, textos que pueden ser leídos de una sentada). La brevedad aparece como un rasgo de la narrativa inminente en un mundo de lucha intensa por la atención del lector/usuario y donde los dispositivos de lectura son multifuncionales pero están siempre a mano. Por ejemplo, proyectos comerciales como BookShots pretenden atraer con sus textos breves a los muchos lectores que declaran ya sentirse incapaces de comprometerse con novelas largas.
Por otro lado: crónica real. Como ya está anunciando la renovada popularidad en ventas del ensayo político-histórico-filosófico, el reciente premio Nobel a una periodista por su obra de no ficción y el agotamiento literario de recursos tan decimonónicos como el narrador omnisciente hacen que la no ficción se presenta como la nueva frontera literaria para muchos autores. En un reciente artículo en el El Cultural, numerosos autores españoles comentaban que por más que la novela de entretenimiento o género siga a la cabeza en ventas, la narrativa más vanguardista o experimental (que llevaba años bebiendo de la autobiografía) se está moviendo hacia la crónica de corte social como un nuevo horizonte literario. De hecho, Bret Easton Ellis y David Shields también comentaban en un reciente podcast cómo la novela literaria está mutando hacia la no ficción y cómo ellos mismos, en cuanto autores y lectores, cada vez sienten los mundos imaginarios como construcciones artificiales en las que es difícil creer.
Inmersión + brevedad + no ficción. Recuerden esta receta y veamos qué platos se pueden producir con semejantes ingredientes.
