Estrategia digital and the City

Carolina Alvarez Borrell
BroadcasterMedia
Published in
10 min readSep 19, 2022

Este verano he estado viendo “Sex and the City”. ¿Los 94 episodios? Los 94 episodios. Ha sido un agosto muy interesante, y cargado de emociones fuertes, así que he encontrado un bálsamo en forma de serie.

Debo admitir que lo que más me ha llamado la atención no ha sido la ingente cantidad de dinero que Carrie gasta en zapatos (que también), sino que pueda mantenerse económicamente durante tanto tiempo con sólo escribir una columna a la semana.

He leído en un artículo de The New Yorker que Candace Bushnell, la escritora de Sexo en Nueva York (Sex and The City), era columnista en los 90 y explica lo bien que se pagaban las piezas escritas por entonces, intentando justificar cómo Carrie podía permitirse una vida cargada de tantos lujos. Sin embargo, la misma Bushnell explicaba cómo y por qué la situación ha cambiado tanto en los últimos treinta años:

“People valued writing; it wasn’t considered something everyone can do. Now, because of the computer, everyone has to do it, so we think everyone can do it.”

Es decir, hoy en día, Carrie Bradshaw estaría en un grave aprieto. No sólo porque muy probablemente su sueldo no le permitiría gastarse 40.000 dólares en zapatos; sino porque a diferencia de lo que vemos en la serie, su audiencia sería prácticamente nula.

Bradshaw escribe sobre su vida y sus experiencias amorosas, dándole voz a un grupo muy concreto de personas: mujeres de entre 30 y 50 años que buscan el amor en Manhattan. Pero, ¿cómo hacer que su columna llegue a toda esa gente en 2022?

El gran problema de Carrie: el alcance

Vamos a hacer unos cálculos muy rápidos. Según Statista, el New York Times vende aproximadamente 343.000 ejemplares cada día. Esta cifra no se centra únicamente en la ciudad de Nueva York, sino que estamos hablando de un número global. Según El País, un 82% de esta cifra (281.260) se corresponde con ejemplares vendidos en Estados Unidos. Imaginémonos que, de esa cifra de periódicos que circulan en EEUU, el 80% se vende en NY. Estaríamos hablando de 225.008 ejemplares comprados cada día.

Carrie no escribe para “The New York Times”, sino para el tabloide ficticio “New York Star”, que tal como dan a entender en la serie, no está en el “top3” de periódicos vendidos en la Gran Manzana, así que imaginemos que las cifras de “New York Star” son un 25% inferiores que las del TNYT. Estaríamos hablando de 56.252 personas.

De este total, todavía debemos tener en cuenta que el público objetivo de Carrie sólo representa un 21% de la ciudad de Nueva York y ese porcentaje seguramente no se corresponde con el porcentaje de compras del periódico. De todos modos, si queremos echarle un cable, imaginaremos que las dos cifras sí que se corresponden, de forma que (siendo muy muy muy muy optimistas), 11.813 personas leerían la columna en cuestión.

El público objetivo de Carrie (mujeres de entre 30 y 50 años que viven en NY) es de 1.800.000, pero sólo la leerían un 0,066%. No pinta nada bien.

Objetivo: ganar followers y convertirlas en lectoras

Después de haber visto la serie y las dos películas (evitemos hablar del Spin-off), puedo pensar en varias ideas que podrían funcionarles a Carrie y a su columna. Sin duda, deberíamos poder sentarnos un día y tratarlo más a fondo, pero de momento no he descubierto cómo contactar con un personaje de ficción.

Sin embargo, me he adelantado un poco y he preparado alguna propuesta que creo que podría encajarle y llamar su atención. Las he dividido en varias plataformas que podría utilizar:

Twitter

Lo primero que debería hacer Carrie es abrirse una cuenta de Twitter. Por desgracia, el usuario @carriebradshaw ya existe y @carriebradshawrites es demasiado largo. ¡Pero que no cunda el pánico! porque todavía hay muchas alternativas disponibles: @bradshawrites, @carrieandnewyork, @cbinthecity, @writingbycarrie…

Twitter es una de las mejores plataformas para compartir artículos, ya que lee y adapta perfectamente los links a nuestros tweets, creando una previsualización sencilla y más llamativa que un único enlace (además de mejorar la usabilidad). Con un destacado del artículo o una frase que capte rápidamente la atención de nuestros lectores, será fácil no sólo lograr que la gente lea el artículo, sino que también lo compartan.

Estos son dos ejemplos publicados por Maureen Dowd, columnista de The New York Times:

Medium no funciona muy bien últimamente y no dejaba mostrar los tweets enteros, así que dejo las capturas de pantalla y el link a su perfil.

Otra funcionalidad importante de Twitter, es la facilidad de conectar con la gente. Es muy sencillo responder a cualquier usuario o incluso reaccionar ante su contenido mediante un “like” o un “retweet”. De esta forma, Carrie podría interactuar con su comunidad y darse a conocer todavía más, conectando con nuevas personas y descubriendo nuevas experiencias o temáticas para explorar en su columna.

TikTok

Sabemos que el target de Carrie no son las adolescentes, pero es que TikTok tampoco es una red social exclusiva de adolescentes, aunque muchos se empeñen en seguir creyéndolo. Tampoco es una red social donde sólo se baile o se haga el tonto. Tiene tantas opciones como gustos tienen las personas. Por eso, cada feed es completamente distinto para cada persona. Porque, si una cosa funciona bien en esta plataforma, son los algoritmos.

De hecho, aunque parezca contradictorio, TikTok puede ser una plataforma de contenido lento y que invite a pensar. Un poco como las columnas que escribe Carrie, que aunque traten temas “mundanos”, siempre buscan que sus lectoras piensen y reflexionen. No en vano siempre añade en sus columnas su ya manida “I couldn’t help but wonder…”.

Una propuesta de vídeos que creo que podrían ser perfectos para Carrie y que no requerirían ni que se pusiera delante de la cámara, serían el estilo de vídeos que hace la gente de Thought Catalog. Vídeos con mucho texto pero con un loop eterno para que la gente pueda leerlos y un fondo lento que acompañe a la lectura.

He intentado añadir un vídeo de TikTok a Medium, pero el formato es horrible. Carrie, si quieres ver el vídeo, míralo aquí.

Antes que alguien diga “eso es mucho texto para TikTok”, os aviso que este vídeo que he puesto de ejemplo tiene 69,4k visualizaciones, y la cuenta que lo ha compartido llega al millón de seguidores publicando vídeos del estilo. Por lo tanto, sigo pensando que este formato de vídeos podría adaptarse bien a Carrie, ya que no le robaría mucho tiempo y podría ayudarla a popularizar sus textos. Además, es posible que llegara también a un nuevo público más joven.

Otra forma más “real” de utilizar TikTok y que también encajaría con su perfil, sería con vídeos de este estilo:

Link al vídeo original aquí.

En este formato, se ve directamente a la columnista (de aquí lo de “real”) en la que explica en qué se ha basado para escribir su artículo y qué pretendía con él. Ahora bien, en lugar de grabarse estos clips en un espacio como el que se ve en la imagen, yo le sugeriría a Carrie que lo hiciera en algún lugar de su apartamento, ya que es un espacio que la representa, en el que se siente cómoda y que puede ayudar a que el resto la identifique. De esta forma, los usuarios de Tiktok le pondrán cara y comenzarán a conocerla más allá de sus textos, humanizando así su contenido.

Instagram

A pesar de lo que escribí en mi anterior post, sigo creyendo que Instagram es una buena herramienta para comunicar, y no me imagino que Carrie no estuviera en esta plataforma. Actualmente es una de las redes sociales con más versatilidad y que ofrece más posibilidades para compartir y generar contenido (aunque a veces sea un batiburrillo).

Partiendo de la base de que Carrie escribe sobre su vida, me imagino su perfil de Instagram siendo un poco mezcla de ambas cosas: vida privada y vida profesional. De hecho, esto es lo que buscarán sus followers, principalmente encontrar a la escritora de su columna y, después, ponerle cara a los personajes de sus historias y nombre a los espacios que describe. A lo largo de toda la serie vemos cómo la mayoría de lectoras de Carrie se sienten identificadas con ella. Es normal que les interese su perfil y parte de su vida privada.

Un buen equilibrio de ambas se puede conseguir con publicaciones en las que mezcle fotografías y párrafos de texto de su columna, tal como hace Alena Kharchanka en su cuenta. De hecho, si el escrito formara parte de la próxima columna a publicarse, podría utilizarse como anzuelo para que la gente se interesara por el tema de la semana y se animara a comprar el periódico el día que saliera el texto completo.

Carrusel publicado por la escritoria Alena Kharchanka en su perfil de Instagram (@alenakh)

Otra de las acciones que podría realizar, sería iniciar una colaboración con alguna ilustradora que encajara con su estilo. Mi propuesta sería contar con Sara Herranz, ya que sus ilustraciones són muy finas y adultas, y a menudo se centran en las relaciones románticas. De esta manera, Carrie contaría con un imágenes que ilustraran de forma única sus historias.

Ilustraciones de la artista Sara Herranz publicadas en su cuenta de Instagram (de izquierda a derecha: “pero no nos pillemos ¿vale?”, “el mensaje”, “secuencia”)

También sería interesante que el periódico fuera un objeto recurrente en su feed. Podría probar con publicar imágenes de gente (que ella conozca o que encuentre por la calle) leyendo su columna:

O podría probar de enseñar lugares desde donde lee el periódico, y convertirlo en una publicación semanal cada día que se publique su columna, creando una especie de juego con sus lectoras, pidiéndoles que compartan a través de un hashtag desde dónde leen la columna:

Todo esto sin olvidar, por supuesto, las interacciones que Carrie podría provocar a través de sus stories y que, eventualmente, podrían formar parte de su propia columna.

Podcast

Lo último que le propondría así a bote pronto, sería que se abriera un Podcast. Ya sé que en “And just like that” participa en uno (o al menos en el primer capítulo lo hace, que es el único episodio que he visto y planeo ver), pero no creo que se ajuste a lo que ella busca o necesita. Carrie Bradshaw tiene voz y estilo propios, y creo que su contenido merecería un podcast para ella sola.

Sin embargo, aunque sea su podcast, no siempre tiene que hacerlo en solitaria, sino que podría contar con personas invitadas. Desde amigos o conocidos que hayan vivido experiencias que quiere tratar en el podcast o que tienen perspectivas o puntos de vista distintos sobre un tema; a expertos que puedan encontrarle una explicación más racional a algunas de las dudas que Carrie plantea en sus columnas.

Por supuesto, el podcast se entendería como otra plataforma donde darle una segunda vida a sus columnas, que le permitiría adentrarse un poco más en algunos de los temas tratados.

Evidentemente, el Podcast tendría que ir reforzado por las distintas plataformas que hemos explicado con anterioridad, adaptando el contenido en cada una de ellas. Por ejemplo en Instagram podría publicar alguno de los comentarios que sus seguidoras le hicieran llegar a través de las redes y que ella podría explorar en el programa.

Exemplos de publicaciones de la cuenta de The Sunday Times Style, en la que publican algunos de los testimonios que llegan para la columnista Dolly Alderton

También podría aprovechar para publicar algunas imágenes tomadas durante la grabación del Podcast, humanizando más el programa y su columna.

En cuanto a TikTok, podría utilizar el mismo tipo de vídeos propuesto anteriormente con alguna de las reflexiones hechas en el podcast. También podría publicar algún vídeo hecho durante la grabación del podcast, para que de forma fácil se pueda compartir contenido del programa que puede servir como anzuelo para atraer a más oyentes.

Las opciones son infinitas, y podríamos bajarlas mucho más. Pero tampoco quiero regalar ideas, así que, si alguna Carrie Bradshaw me lee y le interesa seguir charlando del tema… La espero en hola@broadcaster.media 😉

--

--

Carolina Alvarez Borrell
BroadcasterMedia

Siempre pegada al móvil, pero con millones de whats sin leer.