Comercio ambulante: El sustento económico de toda una familia
Algunos de los vendedores informales consideran el comercio ambulante como un trabajo común y corriente. Existen quienes desarrollan el oficio con honradez y dignidad. María Luisa Sanhueza, es un claro reflejo de ello, con 52 años de edad se dedica al comercio ambulante y asegura estar muy conforme con el oficio. Lleva 20 años vendiendo productos importados que trae desde Santiago a Concepción, sin mayores dificultades según sus propios dichos. Le debe mucho a este tipo de comercio, pues es la fuente de trabajo que le otorga una remuneración mensual, que si bien es inestable, le alcanza, por lo menos, para solventar los gastos básicos de su hogar, además de vestir, alimentar y educar a sus tres hijos. María Sanhueza es una mujer que desde temprano prepara su garganta para gritar sus productos, atraer a la gente y conseguir finalmente alguna venta.