Desde América Latina, mujeres que pintan la propia aldea
Las mujeres siempre han estado en la vanguardia de la labor humanitaria de nuestro Movimiento. Muchas de ellas vienen de América Latina, y realizan labores que van desde entregar víveres a quienes lo han perdido todo, hasta brindar asistencia de salud. “Pinta tu aldea y pintarás el mundo” dice el refrán, y es lo que ellas han elegido como estilo de vida: ayudar al otro aun en las pequeñas cosas, para cambiar la realidad global. Aunque alguna vez esta decisión las haya llevado a vivir situaciones muy difíciles, como bombardeos o detenciones.
En vísperas del Día Internacional de la Mujer 2016 (8 de marzo), conozca estas dos historias:
Marie Claire Feghali - Brasil
“Lo he visto todo”
Marie Claire ha trabajado como delegada del CICR en cuestiones relacionadas con detención, protección de civiles y comunicación en países como Túnez, Irak, Libia, Suiza, Afganistán, Filipinas y Yemen. Justamente de este último contexto guarda los recuerdos más intensos.
“Los ataques aéreos, durante dos meses… nunca se sabe cuándo arrojarán una bomba”, relata. El día que llegó el avión con el equipo quirúrgico, y que los pobladores estaban esperando con urgencia, Marie-Claire se sintió más feliz que el día de su boda, recuerda.
“Es genial cuando miramos televisión y vemos que todo el mundo habla de esa guerra, y entonces, vemos a una persona que ya logramos salvar una vez… es surrealista”, agrega.
Victoria Diéguez - Perú
Explicar al mundo el espíritu de la Cruz Roja
Frente a la situación de violencia armada que vivía el Perú entre los años 1980 y 2000, principalmente en Ayacucho, la Cruz Roja Peruana (CRP) cumplió un papel importante. Victoria Diéguez, técnica en enfermería, junto con otras voluntarias, atendían a las personas desplazadas y a los heridos producto de los enfrentamientos, remitiéndolos al hospital cuando eran casos muy graves.
Un 24 de junio de 1981, Victoria y otras cuatro voluntarias fueron detenidas e interrogadas durante tres días, acusadas de atender a miembros del grupo armado.
“Fueron tres días de mucho miedo, dolor y llanto, pero los golpes me volvieron más fuerte, tenían que entender que los voluntarios de la Cruz Roja aquí y en cualquier parte del mundo atienden a toda persona herida, sin importar su procedencia”, narra Victoria.
“Yo no había hecho nada, sólo quería ayudar. Logré curar mis heridas físicas y emocionales, y salí fortalecida.”
Lea la historia de lucha de Victoria y las voluntarias de la CRP
El Día Internacional de la Mujer 2016, del lado de las víctimas:
Perú: Mamá Angélica, símbolo de lucha y fortaleza
Honduras: Natalia, caminando de nuevo hacia una vida mejor
RD Congo: afrontar el miedo y el rechazo
Somalia: la familia de Fatuma escapa del hambre
Galería de fotos histórica: 150 años de acción humanitaria: las mujeres y la guerra
Para conocer más acerca de nuestra labor humanitaria, visita la página web del CICR
