Las Ciencias Sociales en la Informática en Salud: desafíos en la formación de equipos interdisciplinarios

El impacto de la inclusión de disciplinas sociales a partir de los roles, perfiles y competencias del campo.

Les dejo acá mi primer post donde les cuento mi recorrido como psicóloga hasta llegar a los Sistemas de Información de Salud, introduzco un poco la disciplina y la gestión de proyectos, como lo más destacado en nuestro trabajo diario.

Para empezar me gustaría hacer un breve recorrido sobre algunos de los conceptos que atravesarán este post. El primero es el de rol que refiere a las funciones y responsabilidades que una persona tiene que desempeñar en un área específica: qué tiene que hacer, para qué, con quiénes y cómo debe hacerlo. Luego tenemos los perfiles que son descripciones de un conjunto de características que una persona necesita para desempeñar de la forma más eficiente un rol. Esas características son las competencias, que son multidimensionales y dinámicas, ya que cambian con el tiempo, la experiencia y el entorno. Podemos pensarlas como:

• Un saber: un conjunto de conocimientos valorados
• Un saber hacer: habilidades y destrezas para aplicar los conocimientos en la solución de los problemas que se plantean
• Un saber estar: actitudes e intereses que se esperan en los comportamientos para que estén alineados a la estrategia, estructura y cultura del área
• Un querer hacer: nos habla de la motivación personal
• Un poder hacer: se trata de la disposición de los medios y recursos necesarios para llevar a cabo los comportamientos incluidos en la competencia.

¿Cuáles serán los roles, perfiles y competencias en Informática en Salud? ¡Comencemos!

Históricamente a la disciplina se la llamó “Informática Médica” ya que por muchos años sólo participaban profesionales de diferentes especialidades médicas y de enfermería. En sus inicios, no existía una capacitación formal, se trataba sobre todo de una actividad aficionada para muchos profesionales, lo que hacía que la formación fuera construida desde la práctica misma, siendo muy heterogénea la experiencia para todos aquellos que se desempeñaban en el área. Con el tiempo la tecnología fue avanzando a pasos agigantados y cada vez se hacía más evidente su potencialidad en el ámbito de la Salud: muchos países empezaron a tener proyectos de Salud Digital con planes de salud centrados en la implementación de Tecnologías de la Información y la Comunicación, con herramientas de registro electrónico que permitieran integrar, compartir y gestionar información históricamente segmentada. Así, la Informática Médica fue creciendo y se fue haciendo más evidente la necesidad de un capital humano capacitado para sostener todos los proyectos e implementaciones de Salud Digital. La disciplina fue yendo a su profesionalización: empezaron a crearse programas de posgrado con dos años de duración, como maestrías, fellowships que son programas basados en proyectos de investigación, y otros cursos más cortos.

Entonces, ¿Cuáles son los roles profesionales ? ¿Qué perfiles de competencias se valoran? Estas definiciones siempre fueron muy dinámicas, se iban construyendo sobre la marcha, sin una descripción muy clara, ya que el contexto era muy cambiante con el avance tecnológico acelerado y su posibilidad de aportar cada vez más soluciones a las problemáticas de los sistemas de salud. Más allá de eso, en general a lo largo del tiempo se pueden ir observando los siguientes roles (más info por acá):

• Los que intervienen en niveles de macro y meso gestión de políticas de Salud Digital
• Los más académicos, centrados en la investigación y la enseñanza
• Los que trabajan específicamente en proyectos de informatización
• La comunidad de personas usuarias finales, que utilizan las herramientas implementadas en su trabajo diario
• Integrantes de la comunidad de personas usuarias finales, que por una motivación personal, para los proyectos de informatización funcionan como facilitadores o nexo local con el resto de la comunidad

Para cumplir con los distintos roles eran convocados como mencionaba anteriormente profesionales de especialidades médicas y de enfermería, así como profesionales de áreas como infraestructura y sistemas informáticos: en esas profesiones radicaba la multidisciplina del campo. De esta manera, se puede observar como se valoraban estrictamente perfiles con conocimientos médicos y técnicos. Así es como desde sus inicios y hasta hace poquito tiempo, las concepciones, conocimientos y herramientas de la Informática Médica se fundaron en la intersección de estas tres áreas:

• El sistema de salud: su estructura, niveles, modelos de cuidado, sus procesos y funcionamiento
• Los cuidados clínicos: las prestaciones de salud existentes, sobre todo a nivel individual
• Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC): aplicación eficaz de herramientas técnicas que permiten la captura, entrega, transmisión y el uso de datos, información y conocimiento

Ahora bien, en el año 2003 se realizó una encuesta a 1100 miembros de la Asociación de Directores Médicos de Sistemas de Información (AMDIS) y ¡mirá cuáles fueron las habilidades consideradas como más importantes!

¡Woow! Se empieza a poner de manifiesto que los conocimientos específicos sobre la salud, sus prestaciones y las habilidades técnicas, son importantes pero sólo son un componente de un conjunto más grande. Cada vez más vamos a escuchar: los desafíos en Informática en Salud están más asociados a factores humanos, organizacionales y culturales, que a cuestiones técnicas. Así en 2017, la Asociación de Informática Médica Americana (AMIA) pública las competencias principales para la educación de posgrado en Informática en Salud y se realiza un cambio sustancial: las ciencias sociales y del comportamiento reemplazan al área de cuidados clínicos… ¡Mira cuales son las tres áreas que pasan a considerarse fundamentales en el campo son y que nos dicen de esta nueva que aparece!

“Las Ciencias Sociales y del Comportamiento: El conocimiento de los efectos de las teorías, métodos y modelos sociales, de comportamiento, legales, psicológicos, de gestión, cognitivos y económicos aplicables a la informática de la salud desde múltiples niveles, incluyendo individuos, grupos sociales y la sociedad”

Les invito a leer ese articulo en profundidad para chusmear que dicen de las 10 competencias que mencinan, ya que luego describe lo que surge de la intersección de estos dominios y por último, pero no menos importante, destacan el profesionalismo, la práctica colaborativa interprofesional y el liderazgo, como comportamiento que debe demostrar credibilidad, honestidad, capacidad para inspirar y comunicar una visión.

¡Ahora si… cuando hablamos de multidisciplina en Informática en Salud le podemos dar la bienvenida formalmente a profesionales de las Ciencias Sociales!

La Informática en Salud no fue y no es ajena a lo que conocemos como la hegemonía del modelo biomédico, que privilegia el cúmulo de conocimientos, saberes, perspectivas y metodologías de la medicina en el ámbito de la salud.

Así es como por mucho tiempo hablamos de “Informática Médica”. Si bien luego comenzamos a hablar de “Informática en Salud” o “Sistemas de Información en Salud”, aún hoy en escritos, congresos y conferencias se sostiene la nomenclatura original. Es importante remarcar que no se trata únicamente de una cuestión semántica o del lenguaje, ya que como se mencionó antes quienes participaban en el campo eran únicamente profesionales de medicina y enfermería. En Argentina recién hace 3 años, con la creación de la Residencia Interdisciplinaria de Sistemas de Información en Salud (RISIS) en la Ciudad de Buenos Aires, se admitieron profesionales de las Ciencias Sociales. A partir de eso, se empezaron a aceptar disciplinas como psicología, sociología, antropología, comunicación social en la Maestría de Informática en Salud del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires, y en la residencia de Informática en Salud de ese Hospital, que ya tenía una trayectoria de 20 años.

¿Y porqué es importante la apertura de este campo a las Ciencias Sociales?

Las disciplinas de las ciencias sociales aportan la perspectiva de la complejidad que nos lleva a una mirada de la realidad en la que todos sus elementos funcionan de forma interrelacionada e interdependiente. A su vez, esta mirada contribuye a la aplicación de abordajes y metodologías que nos llevan a una comprensión en profundidad de las problemáticas, por ejemplo, analizando a los sistemas de salud y sus organizaciones como sistemas complejos en los que convergen redes dinámicas de actores, conflictos e intereses que hacen a relaciones de poder donde se disputan la apropiación, consolidación o predominio de distintos tipos de capital: económico, cultural, simbólico, social, entre otros.

Asímismo, desde las ciencias sociales se enfatiza una concepción integral e integrada de la salud de las personas, las comunidades y las poblaciones en la que están interrelacionadas múltiples dimensiones como lo físico, biológico, psicológico, social, cultural, ambiental, económico y lo social como determinante. En este sentido, pone a los sistemas de información en salud en el desafío de representar en sus herramientas electrónicas todas estas aristas.

Además, contribuyen a la gestión de problemas complejos con las llamadas habilidades blandas que nos permiten actuar de manera efectiva en tanto se cuenta con la premisa que en Informática en Salud no solo se implementan herramientas electrónicas, sino que se trabaja para la transformación cultural. Así es como se combinan destrezas destinadas a tener una buena interacción con los otros, saber escuchar, dialogar, comunicarse, liderar, estimular, delegar, analizar, negociar, arribar a acuerdos, entre otras.

La apertura a las ciencias sociales facilita la creación de espacios de reflexión colectiva y pensamiento crítico que ayudan a visualizar cómo algunas áreas de conocimiento son privilegiadas y cómo sus saberes, abordajes y metodologías se reproducen sistemáticamente. Así pone en cuestión, por ejemplo, el modelo dualista cartesiano que nos lleva a contemplar al cuerpo, lo físico, lo biológico de forma aislada de todos los otros elementos que hacen a una persona, como lo psicológico, lo simbólico, lo social, lo cultural. También realiza su crítica a la utilización indiscriminada del método científico, que nos lleva a descomponer todos los elementos del problema, separarlos y aislarlos para comprenderlos lo más objetivamente posible; manifestando su límite para el abordaje de problemáticas sociales.

Por lo tanto, teniendo en cuenta la complejidad de la realidad y sus problemáticas, de los sistemas de salud y la salud misma, y de los roles a desempeñar en Informática en Salud, se evidencia la importancia de conformar y trabajar en equipos donde prevalezca la diversidad no solo en disciplinas sino también en edades, trayectorias, géneros, etnias, etc. Actualmente, en este campo lo multidisciplinario se ve facilitado con la formulación actual de las competencias requeridas y ello representa un gran avance. Ahora bien, ¿Contar con un equipo multidisciplinario es suficiente? Creo que contando con múltiples disciplinas en el campo, ahora nos vemos enfrentados a nuevos desafíos:

¿Cómo podemos trabajar en este campo de forma interdisciplinaria? ¿Cómo logramos formar un marco de trabajo común para abordar los problemas que abordamos cuando partimos de metodologías de trabajo y concepciones distintas y hasta contradictorias? ¿Cómo generamos la mentalidad de trabajo en equipo respetando y valorando todos los aportes?

Esta vez, liberé mi gran obsesión por historizar, para seguir profundizando un poco en la Informática en Salud. ¿Porqué historizar? Como buena psicóloga psicoanalista (les dije que lo seré eternamente) encuentro en la historización una herramienta poderosa, ya que prestando atención al entramado entre el pasado y en presente podemos comprender mejor lo que nos pasa en el aquí y ahora, dándonos una hermosa posibilidad de proyectarnos y accionar para un futuro diferente, un futuro donde toda la riqueza que encontramos en las teorías y conceptualizaciones que recorrimos podamos llevarlas de a poco a nuestra realidad y nuestra práctica en la construcción de nuevos perfiles profesionales… Quedaron muchos interrogantes abiertos, seguro faltan muchas respuestas, y como dije la vez pasada… ¡Todo está dado para la co-construcción!

Si querés leer un poco más sobre esta temática te recomiendo este artículo de William Hersh llamado “¿Quiénes son los informáticos? Qué sabemos y que deberíamos saber”. Es de 2006, un poquito viejito pero da un lindo panorama y mantiene su actualidad.

¡Nos seguimos leyendo y charlando!