Tarjetas

Diciembre 2017

Mucha gente no sabe que hubo un tiempo en que los ordenadores se programaban con tarjetas perforadas. Las nuevas generaciones pronto se preguntarán por qué llamamos tarjeta de embarque al código QR que desde la pantalla de nuestro móvil pasamos por un escáner antes de subir a un avión. La tarjeta como soporte físico está desapareciendo en muchos casos. Las felicitaciones de cumpleaños y las navideñas se hacen ya más en JPEG o GIF enviados por medios electrónicos que en cartulina impresa. Quizá todavía acompañemos los regalos de tarjetas coloridas o recibamos invitaciones de boda en elegantes tarjetones. Probablemente las tarjetas de visita profesionales y de negocios tengan aún bastante uso y las de plástico como la tarjeta sanitaria o la de transporte parezcan gozar de buena salud. Pero incluso las tarjetas de crédito empiezan a verse sustituidas por otros elementos como el teléfono móvil, y las tarjetas de memoria dejan paso… a la nube.

Pensad en las tarjetas mientras aún forman parte de nuestra vida. En esa que conserváis desde que vuestra pareja os felicitó por primera vez un San Valentín. En esa otra donde le apuntasteis a mano a alguien vuestro teléfono particular junto al del trabajo. En la de aquel restaurante al que os gustaría volver. En la que os impulsa a comprar sin pensar en el gasto. O en esa que os dibujó vuestro hijo en preescolar para aseguraros que no hay padre ni madre como vosotros.

Os recordamos, como siempre, que el relato que escribáis sobre este tema deberá contener 200–400 palabras, publicarse el lunes 18 de diciembre antes de las 23:55 horas y deberéis escribir un tuit con el enlace al texto, la etiqueta #relatosTarjetas y mención a @divagacionistas. Más información sobre las instrucciones a seguir aquí.