Micropapiroflexología

Guillermo Peris
El blog de Melquíades
6 min readMar 9, 2015

--

Inventa tu propia terapia alternativa

Este artículo vuelve a nacer del cabreo (no es la primera vez que me pasa), aunque esta vez es por una situación personal. Una persona cercana a mí y a quien tengo mucho cariño ha decidido confiar en pseudoterapias para curar una enfermedad leve. En cierto modo no culpo a la persona enferma directamente, sino a aquellos que, bien debido a su ignorancia o bien a su mala fe (que no sé qué es peor), se dedican a ganarse la vida a costa de gente enferma mediante métodos que carecen de evidencia alguna y, en muchos casos, resultan completamente absurdos.

Así que he decidido que, por si en el futuro necesitara algo de dinero y perdiera mis escrúpulos, voy a pensar en una terapia alternativa con la que pueda abrirme una consulta para cazar crédulos. Empecemos.

Elige algo nuevo, si es posible oriental

Yo he pensado en la papiroflexia u origami, ¿qué os parece? Por lo que he podido ver no está aún explotada como pseudoterapia (aunque pueda tener algún beneficio psicológico) y yo quiero que pueda curar cualquier enfermedad. Porque mi pseudoterapia tratará al individuo en su conjunto, es decir —y atentos, que esto es importante— será holística. Es muy importante que utilices esta palabreja, en un futuro puede servirte como excusa para explicar por qué los experimentos no demuestran ninguna eficacia.

Otra ventaja de la papiroflexia es que es oriental y milenaria, así que si dudan de ella siempre podrás acudir al socorrido “Oye, que esto se utiliza en China desde el siglo II después de Cristo”. Y podrás compararla con otras terapias orientales como la acupuntura, el reiki, mindfulness, etc, que ya gozan de prestigio (aunque tampoco haya ninguna evidencia de su eficacia).

Innova. Sé original

No te quedes con la primera idea. Dale un par de vueltas para darle un toque especial, único. Por ejemplo yo he pensado, siguiendo el gran ejemplo de la dilución en la homeopatía, crear figuras de papel muy pequeñas que, según la forma diseñada, concentren toda la energía de la persona a sanar (no digas curar, podrías tener problemas legales).

Vamos con el procedimiento. La idea es que la persona enferma haga una microfigura de origami u otra dependiendo de la enfermedad u órgano a tratar y después la ingiera. El hecho de que sea el propio paciente quien fabrique la figura es importante, ya que durante el diseño papirofléxico transmite la energía de sanación a la figura, que luego al tragarla desplegará su acción curativ… esto… sanadora al órgano en cuestión.

En la siguiente imagen puedes encontrar la figura de origami más adecuada según el órgano que tengas dañado. Por supuesto no necesitas ir a un médico para determinar el origen de tu enfermedad (los médicos no son más que esclavos de las empresas farmacéuticas, y además nunca aciertan). ¿Quién conoce mejor que tú mismo tu propio cuerpo para saber dónde está el problema?

Apela a las emociones

Si nos quedáramos aquí sería suficiente, pero estaríamos ignorando un importante nicho de mercado: los sentimientos. Porque hay pseudoterapias, como por ejemplo la bioneuroemoción (BNE), que afirman que detrás de todas las enfermedades radica un sentimiento negativo (sí, también en el origen del cáncer) e incluso detrás de todo lo que ocurre en nuestras vidas.

Fuente: Qué mal puede hacer

Y no estaríamos pensando en un tratamiento holístico si dirigiéramos nuestra terapia a un solo órgano y no a todo el individuo, ¿verdad? Para ello basta con que modifiquemos la imagen anterior y asociemos figuras de micropapiroflexia a sentimientos. Ni siquiera hace falta que pienses demasiado: yo lo he copiado de este enlace sobre flores de Bach.

Dale un toque científico

Con tal de dotar a esta nueva terapia de un aire actual, es conveniente que la relaciones con términos científicos actuales, si es posible que no entienda nadie. Una disciplina muy útil para este propósito es la mecánica cuántica. De hecho, ya existen varios libros en el mercado que afirman poder curarte con medicina cuántica (pese a que a un nivel macroscópico hay pocos fenómenos biológicos que puedan explicarse con principios cuánticos). Aunque seamos sinceros, ¿quién va a discutirnos si utilizamos terminología científica como superposición de estados, función de onda o principio de Heisenberg?

Para la micropapiroflexología yo he decidido utilizar el concepto de entrelazamiento cuántico, ya utilizado en otras ocasiones en pseudoterapias como la homeopatía (vía Francis Villatoro). Podrías intentar entender en qué consiste este fenómeno, pero lo cierto es que no importa porque nadie te va a preguntar por él. Basta con que aprendas de memoria y recites este texto:

El océano de potencialidad infinita, de múltiples posibilidades superpuestas no manifestadas, decide por un único estado particular, y esta partícula de experiencia contiene en sí misma la información de todo el sistema (entrelazamiento cuántico).

También puedes citar este estudio de la revista New Scientist de nombre El micro-origami se desdobla en agua y poner el vídeo siguiente para acabar de convencer con argumentos científicos.

¿Dónde está el negocio?

Te recuerdo que no hacemos esto por amor al arte, sino para ganar dinero. Para ello te sugiero varias vías de negocio.

1.- Abre una consulta. Muchas personas necesitan acudir a un profesional que les dé un diagnóstico. Además, es bien conocido el efecto placebo que obtiene el enfermo sólo por el hecho de que alguien con bata blanca le escuche.

2.- Imparte cursos y talleres. No todo el mundo tiene la habilidad suficiente para conseguir realizar un diseño de papiroflexia. Ofrece talleres explicando paso a paso cómo hacer distintas figuras. Haz talleres temáticos tratando figuras agrupadas por sentimientos.

3.- Abre una tienda. Ya habrás pensado que estas figuras de micropapiroflexología no pueden realizarse con un papel cualquiera. Indica que deben hacerse con el papel que tú vendes, porque es más sencillo de manejar y porque capta mejor la energía que debe recibir la figura. Vende papel de distintos colores según el sentimiento a tratar y, ya que estamos, ofrece material como tijeras, regla, lápices…

¿Te parece que he sido original? Pues no

A estas alturas puede que pienses que no habría nadie que se tragara esto, pero lo cierto es que ya se ha hecho algo similar — si no peor— y coló. Los biológos Fernando Cervera y Mariano Colantes inventaron una pseudoterapia basada en la dilución homeopática de heces humana, mezclada con conceptos de magnetismo, a la que llamaron fecomagnetismo, llegaron a recibir ofertas por la venta de sus productos e incluso a impartir una conferencia en la XIII Feria Esotérica y Alternativa de Madrid. El proceso que llevó a crear esta pseudociencia y sus consecuencias posteriores puede leerse en su libro El arte de vender mierda. También puedes ver la conferencia que dio Fernando Cervera en el Escépticos en el Pub de Valencia el 18 septiembre de 2014.

--

--

Guillermo Peris
El blog de Melquíades

Aprendiendo a divulgar ciencia y desmontar pseudociencias. A veces escribo cuentos. Y a veces bailo. Cientifista (eso me dicen).