¿Qué clase de amor te mereces?
(Reflexión)
Este fin de semana descubrí Love Life, una serie de HBO que trata sobre el viaje desde el primer al último amor, y cómo las personas con las que nos encontramos por el camino nos convierten en quienes somos.
De manera realista esta historia habla sobre los encuentros y desencuentros de Derby una chica que va evolucionando conforme avanza la trama. Me gustó por qué la narración es auténtica y real y no cae en el romanticismo ñoño y también lo desmitifica.
Ella asiste a terapia por primera vez, y le pregunta a su psicóloga «¿cómo funciona esto?» La terapeuta responde «la terapia solo funciona si estás dispuesta a abrirte».
Derby, durante mucho tiempo, había ignorado los detalles de su pasado, sin tener en cuenta que podían ser las piezas de un rompecabezas. Al encontrarse en un bucle, de repente se enciende en ella la necesidad de mirar hacia adentro y buscar una conexión.
Todo esto me recordó, que mientras participamos en el juego de la vida, nos convertimos en un especie de repositorio de experiencias. Como un teléfono móvil al que le vas cargando información, nuestra mente guarda y almacena algunos sucesos agradables y otros dolorosos.
Al final la terapeuta le pregunta «¿Cómo quieres ser amada?»
Desde que nacemos anhelamos ser vistas. Te has fijado ¿Qué sucede cuando no eres la elegida?
En mi caso, los ágiles guionistas de mi mente se instalan a contarme una película
¿Será por algo que dije?
¿Será mi cuerpo?
¿Por qué no me llama?
¿Qué hay de malo conmigo?
Se requiere de mucho coraje, para responderse a la pregunta de cómo queremos ser amadas, sin saber cómo amarnos a nosotras mismas. No queremos hacernos cargo de nosotras y cedemos nuestro poder al otr@.
¿Te has visto por completo? ¿Te has desnudado para ti?
Desde pequeñas creamos una máscara, preferimos refugiarnos en un discurso argumentativo para sobrevivir. No tenemos el valor de mostrarnos tal cual somos, por qué no sabemos quiénes somos en realidad. El consuelo es que, no todo el mundo lo sabe, por qué el camino para llegar a ese lugar es adentrarse en ese dolorido y vergonzoso cúmulo de experiencias. Es probable que se destape una caja de Pandora y te sientas peor, se requiere mucho coraje para salir del escondite.
Cerramos la puerta de golpe y preferimos continuar viviendo con la máscara, aun cuando esta nos asfixie. Tomar riesgos agota, es más fácil interpretar el papel del personaje que hemos creado.
Atrévete a sacar tu luz, sin protecciones, sin escudos, abraza tus imperfecciones. Invítate a salir, haz el amor contigo, alaba tus defectos, observa tus sombras. Y primero date el amor que quieres recibir. No hay mayor felicidad que el dar y entregarte por completo. Desnuda. Desprotegida. Imperfecta. Tal cual eres.
Por qué cada vez que te sientas rechazada, pequeña, avergonzada, asustada o perdida. Puedes recurrir a tu fuente de recarga. Ser amor es más que un sentimiento, es tu verdadera naturaleza. Una vez que te encuentres, los guionistas mentales, no tendrán más remedio que darte palabras de aliento, de dulzura, compasión y ánimo. Es entonces que te darás cuenta la clase de amor que te mereces.
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